El Renault Wind es un coche de imagen, de esos que nos paramos a ver en los concesionarios y nos conducen a sobrepasar sus puertas como si entre su carrocería y nuestro cuerpo hubiese un imán. No será un modelo de grandes volúmenes, para eso están los Twingo y Clio, con los que comparte componentes, pero sí cumplirá su labor de reclamo, de imagen de marca, de potencial técnico. Es un capricho, un automóvil cuya verdadera vocación es satisfacer a quien lo conduce, aunque no deja de ofrecer una alta dosis de versatilidad pese a su pequeña carrocería. La estética del Renault Wind no puede resultar más original. Destacan sus formas musculosas, con una elevada línea de cintura y una longitud y anchura muy recortadas. Pero lo que más llama la atención es su poderosa zaga, que integra el alerón y una gruesa tapa de maletero en la que se esconde el techo con dos jorobas que evocan el espíritu roadster más puro. Este techo duro disfruta de un curioso accionamiento eléctrico que lo hace bascular sobre su propio eje para embutirse en el doble fondo de la tapa del maletero. La operación, que exige liberar una empuñadura de forma manual, se completa en 12 segundos, operación que requiere estar completamente detenido con el freno de mano echado. Este sistema es sencillo, rápido, ligero y, en principio, más fiable que otros de compleja cinemática, que en lugar de los 21,8 kg que pesa en el Wind se aproximarían a los 100 kg.
Además, tanto con el techo puesto como con él quitado la capacidad del maletero es de unos destacables 270 litros ⎯casi como en un Clio⎯. La pequeña luna trasera de cristal es fija mientras que el montante tras los asientos ejerce de arco protector en caso de vuelco. Unos asientos cómodos que sujetan bien el cuerpo y que con su reposacabezas integrado, junto a los pedales de aluminio, ponen la nota de color en un interior que, en contraposición con el impactante exterior, apenas presenta guiños a la deportividad.
La ergonomía del puesto de conducción del Renault Wind es correcta, pese a que no resulta muy cómodo regular el asiento ⎯tanto la banqueta en altura como el respaldo en inclinación⎯ y el volante sólo se mueve en altura. La posición de conducción, muy baja, con el asiento a 510 mm del suelo, sí que resulta deportiva, aunque junto a un pilar de parabrisas excesivamente grueso y una trasera con poca superficie acristalada la visibilidad no es buena.Con la imagen que emana el Wind uno espera encontrarse un buen dinamismo. Por ello, en Renault han decidido aprovechar la plataforma del Renault Clio II RS. Así, nos encontramos con un conjunto muy rígido ⎯con una resistencia a la torsión de 9.000 Nm⎯ apoyado en una suspensión de reglajes bastante firmes. La velocidad de paso por curva y la estabilidad lineal conseguida son destacables, si bien se echa de menos en un automóvil de este talante una mejor puesta a punto de sus sistemas electrónicos de ayuda a la conducción. Sobre todo en fase de frenada, donde el ABS entra en concurso a poco que nos desequilibre un bache o acariciemos el pedal en apoyo. El Renault Wind se ofrece con dos propulsores de gasolina: un 1.6 16V de 133 CV, que procede del Twingo RS, y un 1.2 TCe. El primero no es muy deportivo, tiene un tacto áspero y resulta demasiado ruidoso. El 1.2 TCe, que con un turbo de baja inercia llega a los 100 CV es, sin ninguna duda, mucho más satisfactorio. Más suave, ofrece una cifra de par más aprovechable desde un régimen de giro mucho menor, su rumorosidad es más baja y su consumo menor para unas prestaciones que sólo son un poco peores. Además, su respuesta es muy lineal y progresiva sin llegar a parecer una mecánica sobrealimentada.
Será a finales de septiembre cuando el Renault Wind llegue a los concesionarios españoles con un único acabado, Dynamique, en el que el aire acondicionado y el control de estabilidad son de serie. Sus precios oscilan entre 18.095 y 19.305 euros
FICHAS TÉCNICAS |
1.2 TCe |
1.6 16V |
Motor – Posición |
Delantero transversal |
Delantero transversal |
Cilindros |
4 en línea |
4 en línea |
Cilindrada |
1.149 cm3 |
1.598 cm3 |
Cotas |
69 x 76,8 mm |
79,5 x 80,5 mm |
Distribución |
Un árbol de levas en culata. 4 válvulas por cilindro. |
Dos árboles de levas en culata. 4 válvulas por cilindro. Distribución variable. |
Alimentación |
Inyección electrónica con turbocompresor |
Inyección electrónica |
Compresión |
9,5:1 |
11,0:1 |
Potencia máxima |
100 CV CEE a 5.500 rpm |
133 CV CEE a 6.750 rpm |
Par máximo |
15,5 mkg a 3.500 rpm |
16,3 mkg a 4.400 rpm |
Transmisión – Embrague |
Tracción delantera – Monodisco en seco |
Tracción delantera – Monodisco |
Largo x ancho x alto |
383 – 169 – 138 cm |
383 – 169 – 138 cm |
Batalla y vías del./tas. |
2,36 – 1,45/1,43 m |
2,36 – 1,45/1,43 m |
Maletero |
270 l |
270 l |
Velocidad máxima |
190 km/h |
201 km/h |
Aceleración 0-100 km/h |
10,5 s |
9,2 s |
Consumo urbano |
8,0 l/100 km |
9,1 l/100 km |
Consumo extraurbano |
5,3 l/100 km |
5,7 l/100 km |
Consumo Mixto |
6,3 l/100 km |
7,0 l/100 km |
Emisiones CO2 |
145 g/km |
165 g/km |
PRECIO |
18.095 euros |
19.305 euros |