Renault Mégane TCe 100: a prueba el Mégane más barato

La economía manda, pero ni por la apariencia, ni por el comportamiento de sus chasis, deducirías que este Renault Mégane es el de acceso, el más barato de la gama. Lo probamos.

Luis M. Vitoria. Twitter: @autopista_es Fotos: Israel Gardyn.

Renault Mégane TCE
Renault Mégane TCE

La nueva generación del Renault Mégane está demostrando un gran estado de forma. Ya lo hemos probado y enfrentado a un Volkswagen Golf 1.6 TDI en versión Diesel 1.5 dCi, comparado frente a todos sus rivales e, incluso, disponemos de una unidad 1.6 dCi de 130 CV con la que estamos efectuando una prueba de larga duración hasta completar 50.000 km. Pero hoy damos otro paso más. En esta ocasión, probamos a fondo su motor 1.2 TCe de gasolina, con inyección directa y con turbo, que permite a Renault crear un Mégane que cuesta algo menos de 19.000 euros, sin tener en cuenta los descuentos promocionales que, a día de hoy, es de más de 2.000 euros…. lo que te lleva a encontrar una versión con acabado Life Energy por poco más de 16.500 euros. Un gran precio.

Renault Mégane TCeCon todo ello, es cierto y justo reconocer también que este Renault Mégane TCe 100 tiene rivales más potentes incluso por menos dinero, como los Toyota Auris 120T, Nissan Pulsar DIG-T 115 o Peugeot 308 1.2 PureTech 110; u otros, que siendo igual de potentes, también cuestan menos, como el Mazda 3 1.5 SkyActiv-G, Ford Focus 1.0 Ecoboost, Hyundai i30 1.4 MPI 100 o Kia Ceed 1.4 VVT. Pero la novedad siempre pesa.

Renault Mégane TCe: bajo consumo

Frente a todos, este Renault Mégane TCe 100 aporta un motor suave y que gasta poco, particularmente en ciudad, donde hemos medido 6,9 l/100 km de media. Y en carretera gasta 5,7 l/100 km. Estos dos aspectos le hacen ser un magnífico coche urbano, aunque bien es cierto que no le sobra fuerza a bajo régimen —hablamos, por debajo de las 1.700 rpm— y eso se nota algo en las arrancadas contínuas que exigen este terreno. Es más una cuestión de motor, con cierto talante de Diesel —la potencia máxima, a 4.500 vueltas aunque, a diferencia de aquellos, estirará aún más— que de peso, pues este Renault es considerablemente ligero: sólo el Opel Astra lo es más, y por unos 30 kilos, ya que este Mégane ha cifrado en nuestra báscula 1.294 kg. Es, creemos, el Opel Astra su principal rival, con un rendimiento de su motor 1.0 Turbo de 3 cilindros ligeramente superior. Incluso tiene el precio más parecido de todos sus contendientes, en el caso de que comparemos las versiones básicas.

Valora tu coche gratisYa en carretera, este 1.2 TCe mueve al Renault Mégane sino con soltura, sí con suficiencia. Y, como hemos dicho, con un consumo comedido: ni tan bajo como el de un BMW 116i ni como los de los Kia cee'd y Opel Astra. Ayuda el cambio, de seis marchas, con una última relación larguísima: 47,3 km/h por cada 1.000 rpm, un récord que sólo supera el BMW 116i. Así, no es la agilidad que aporta el motor lo que mejor pone de manifiesto esta versión, sino el chasis, al que en nada se le advierte su condición de básico por su calidad de pisada sobre el asfalto.

Renault Mégane TCe 100: vida a bordo

Ya entrando a valorar su espacio, hay que reconocer que este Renault Mégane TCe 100 no ofrece la mejor habitabilidad del segmento. De hecho, es discreta frente la competencia, con 71 centímetros de espacio trasero para piernas. Su mejor valor, sin duda, es la anchura delante: 143 cm. En su maletero, en cambio, sí puede presumir de ofrecer una capacidad que le sitúa entre los mejores de la clase: en concreto, nuestro Centro Técnico ha cubicado 410 litros de carga.

Interior Renault MéganeLos asientos del Renault Mégane TCe 100 son cómodos, pero quizá en su postura de conducción sí consideramos que la palanca del freno –aquí no es eléctrico–, está demasiado próxima al cambio. La instrumentación de esta versión de acceso es analógica. Al embutir la pantalla del ordenador en el velocímetro, la aguja no es el radio de la circunferencia y se distingue mal con la gradación en km/h en el mismo color. Queda pues usar el velocímetro digital. Es pues también evidente que la sofisticación que alcanza al Renault Mégane en otros niveles de acabado no se siente tanto en éste: se simplifica la instrumentación, que no es configurable, y lo mismo ocurre con la pantalla central.

En definitiva, hemos probado un Renault Mégane TCe 100 que es una versión básica, pero no lo parece ni por la puesta en acción de su chasis sobre el asfalto, ni por su estampa, y sí más por su equipamiento. Sin embargo, es evidente que este suave y refinado motor 1.2 TCe no reacciona pletórico de fuerza a la presión del acelerador: cumple, pero no enamora. Así, visto como coche familiar, va justo por andar. Tiene más posibilidades de hacerlo con su bajo consumo.

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