Tendría 99 razones para recomendarte un Polo WRC si buscas un buen deportivo. Pero hay una que echaría por tierra todas las anteriores: su precio. Por bastante menos dinero podrías comprarte todo un pedazo de Golf GTi que, además de ser en realidad igual o incluso más rápido, es más cómodo, exclusivo y tiene más equipamiento. Pero eso no quita para que, entre los de sus especie, este nuevo Polo WRC demuestre ser tan campeón como lo ha sido en su verdadera especialidad, los rallyes. Sí, sabemos que nada tiene que ver uno con otro, que la verdadera razón de ser de esta versión es poder homologar el auténtico Polo de carreras fabricando un mínimo número de versiones, con determinadas especificaciones, de las que realmente deriva el coche de competición — en concreto, 2.500 unidades de calle—. Así que permítanme que discrepe de este intercambio de laboratorios calle-competición, competición-calle.
Llegaron los 1.6 litros turboalimentados a esta modalidad —igual que ahora lo hacen a la Fórmula 1— como extrapolación del mundo real, de la miniaturización mecánica de la que muchos fabricantes hace años vienen presumiendo, pero para el Polo WRC de calle le llueven los caballos, si también me lo permitís, a la antigua usanza, gracias a un gran motor de, hoy en su categoría, gran cilindrada. Porque el 2.0 TSi de 220 CV no es otro que de los "antiguos" GTi, los de sexta generación, magníficos hasta que los nuevos con inyección directa/indirecta —como el que lleva en nuevo Golf GTi— han mejorado rendimientos, respuesta o consumos/prestaciones, aunque hoy sigue siendo todo un superdotado, más aún en un coche del tamaño y peso del Polo.
Llega reposicionado en el vano motor del Polo, sobre unos largueros que han debido ser modificados para que el de competición cumpla con todos requisitos de homologación. Y cómo no, es indiscutible protagonista porque por su tacto, nervio y empuje te va a proporcionar sensaciones y prestaciones a raudales. No desborda al Polo por completo, pero te va a exigir mimar cuanta cantidad de acelerador aplicas en cada caso si pretendes que toda la caballería sea debidamente transmitida al suelo, así que también tendrás que esmerarte con el cambio, exclusivamente manual en esta versión. Y aquí es donde reside la mayor ventaja de su "gran" cilindrada ya que podrías utilizar una o incluso dos marchas más de las que te pide el cuerpo para negociar determinadas curvas.
Más que rápido
En recta, abre gas y sentirás el empuje de un auténtico obús, más aún cuando se ha acentuado el efecto turbo de este motor a costa de perder algo de elasticidad a bajas vueltas. Resulta aplastante la mejora de esta versión sobre el Polo GTi con motor 1.4 y 180 CV prestacionalmente hablando —claro está, a costa de mayor consumo—, pero mayores son las diferencias de motor para abajo, las de chasis y comportamiento cuando realmente te propongas explorar tanto motor a fondo. Porque salvo sus carencias en motricidad, la puesta a punto del Polo no sólo es exquisita, sino que, a diferencia del Polo GTi, no encontrarás síntomas de degradación que con aquel te obligaban a bajar el ritmo. Algo más ágil de su tren posterior, resulta también por tanto más reactivo a los cambios de apoyo, pero nunca crítico. Y su potencial de frenada te va asegurar confianza absoluta en el tramo a tramo. Una verdadera joya para quien sepa apreciarlo y valorarlo en su justa medida.
En pocas palabras
Aceleración: Entre sus semejantes no corre, vuela, pero siempre y cuando abras gas con las ruedas rectas. Crítica capacidad de tracción.
Cambio: Exclusivamente manual, podría haber algo más de trabajo en él para lograr recorridos más cortos y mayor precisión de recorridos.
Frenada: Bajando de 70 m demuestra dominar la materia. Excelente al límite, mejor aún su tacto y modulación de pedal.
Consumos: Buen motor, pero no para competir, en consumo, con los más pequeños y menos potentes 1.6 litros de la categoría.
Adelantamiento: Cilindrada y potencia se dan la mano para empujar como un rayo desde medio régimen en adelante, pero ojo a sus bajos "bajos".
Volkswagen Polo WRC. Ficha técnica | |
MOTOR | |
Situación | Delantero transversal |
Nº de cilindros | 4 en línea |
Cilindrada | 1.984 cm³ |
Cotas | 71 x 75,6 mm |
Bloque/culata | Fundición/aleación |
Distribución | Doble árbol de levas |
en cabeza con 4 | |
válvulas por cilindro. | |
Variadores de fase y | |
admisión variable | |
Alimentación | Inyección directa, |
turbocompresor | |
e intercambiador | |
térmico | |
Combustible | Gasolina 95 sin |
plomo | |
Compresión | 10,5:1 |
Potencia máxima | 220 CV CEE entre |
4.500-6.300 rpm | |
Par máximo | 35,7 mkg CEE entre |
2.500-4.400 rpm | |
TRANSMISIÓN | |
Tipo | Tracción delantera. |
Cambio manual de 6 | |
velocidades | |
Embrague | Monodisco en seco |
BASTIDOR | |
Susp. delantera | Indpendiente |
McPherson con | |
tirante inferior | |
Elem. elástico | Resorte helicoidal |
Estabilizadora | 20,0 mm de Ø |
Susp. trasera | Ruedas tiradas por |
eje torsional | |
Elem. elástico | Resorte helicoidal |
Estabilizadora | No tiene |
Frenos delanteros | Discos ventilados de |
310 mm de Ø | |
Frenos traseros | Discos ventilados de |
254 mm de Ø | |
Dirección | Cremallera eléctrica |
Neumáticos | 215/35 R18 |
Llantas | 7,5 x 18 pulgadas |
RENDIMIENTOS OFICIALES | |
Velocidad máx. | 243 km/h |
Acel. 0-100 km/h | 6,4 s |
Consumo urbano | 10,1 l/100km |
C. Extraurb. | 6,0 l/100km |
C. Mixto | 7,5 l/100km |