Coincido con dos usuarios diferentes que están cargando su MG 4 Electric en puntos distintos de Madrid y, cómo no, ondeas el terreno mientras dura la hora aproximada de carga que nos queda por delante. Curioso, el MG 4 no fue primera opción de compra en ninguno de estos dos casos, sino la alternativa después de sufrir un proceso de venta “enfarroso y poco confiable” por parte de la competencia. Seguro que son casos aislados —quiero pensar que lo son—, pero ojo al detalle porque tal vez no sólo sea con producto con lo que el fabricante europeo deba contraatacar la ofensiva china.

Sea como sea, apostaría a que la gran mayoría que compra un MG 4 Electric lo hace por su precio, porque es el coche más barato que puedes adquirir no sólo entre rivales de su tamaño o categoría, sino entre coches claramente más pequeños, menos potentes o con menos capacidad de batería y autonomía o potencia de carga. Ahora bien, todos os hacéis la pregunta del millón: ¿es un buen coche? Semana y pico después —y lee entre líneas, porque de lo que no puedo hablarte de momento es de la vejez que pueda tener este coche—, la respuesta es tajante: ¡sí!
Es cierto que aspectos peor resueltos, como la calidad general de sus interiores, donde más se nota que MG ha usado materiales bastante sencillos. O más especialmente, el funcionamiento de distintas ayudas a la conducción, pero a poco que entiendas el coche eléctrico como una herramienta de transporte, el MG 4 Electric no tiene rival. Ponemos ya foco en la versión de 204 CV con batería de 64 kWh y analicemos cómo va, cómo carga, cuánto corre y gasta, su habitabilidad y puntos o detalles mejorables.

MG 4 Electric 204 CV – 64 kWh: su consumo y autonomía real según su utilización
Antes de entrar al dato, sólo comentarte que nuestra media final de consumo es el cómputo de mediciones en recorrido urbano, tramos de carretera mixto y circulación a velocidad constante, aunque como cada usuario es un mundo vamos a “despiezar” toda esta tipología de recorridos para que puedas hacerte una composición de lugar y tengas una estimación lo más aproximada posible al tipo de utilización que hagas del coche. Nuestro punto de partida siempre es un “circuito” que combina carretera y circunvalación donde obtenemos el consumo mínimo que tiene un coche eléctrico en condiciones reales de circulación.
Podría ser más bajo si te “arrastras” peligrosamente a velocidades demasiado bajas o si conduces con suma obsesión para gastar lo menos posible, pero el dato que ahora te proporciono de este MG 4 Electric es una combinación de “todo un poco”: conducir suave pero con normalidad y a ritmos legales sin ser un estorbo en el tráfico: 14,6 kWh/100 km ha sido el valor obtenido en un primer recorrido. 15,2 kWh/100 en el segundo, con la misma tipología de circulación y tráfico.

Para una media final de 14,9 kWh en este tipo de uso el radio de acción que podrías conseguir sería de unos 425 km si llegas a agotar la batería. No está nada mal, aunque no es oro todo lo que, de momento, reluce. En ciudad, sus 12,7 kWh/100 km nos parecen también un valor óptimo, pudiendo sacarle a la batería medio millar de kilómetros sin pisar el extrarradio.
La principal característica de estos dos recorridos es que, al menos en Madrid, el ritmo es muy cambiante y en una gran parte del recorrido necesitamos acelerar poco, muy poco o incluso nada para mantenernos al ritmo del resto de usuarios, con la ventaja que supone ese escenario a un coche eléctrico por los procesos de frenada regenerativa, pero la carretera abierta o el viaje por autopista son “otro cantar” mucho más exigente, por tanto.
Por cierto, hablando de efecto regenerativo, cabe citar que el MG 4 Electric ofrece cuatro posibles alternativas, tres fijas más un modo adaptativo que no funciona nada mal. Si quieres tener algunas referencias de su poder de retención, estos son sus valores: en el modo Bajo la deceleración es de 0,45 m/s2; en el Medio, 0,78 m/sg/2 y 1,42 m/sg2 en el Alto, en el que la mayoría de las situaciones podemos perder la suficiente velocidad sin necesidad de tocar el freno.
Vamos ya con los consumos a velocidad constante. Estas son las cifras: 16,1 kWh a 90 km/h — radio de acción de 397 km, pero ojo, sin dejarse un solo kWh de colchón en la batería—; 18,2 kWh/100 km circulando a 100 km/h —353 km—; 20,7 kWh/100 km a una velocidad de 110 km —309 km—; y por último, 23,5 kWh/100 km a 120 km/h —cubriríamos 272 km—.
El gasto medio para una utilización mixta sería de 17,6 kWh/100 km, consiguiendo una autonomía media de 363 km. Si usas mayoritariamente el coche en la ciudad y alrededores te moverás entonces en valores más cercanos a los 15,5 kWh/100, pudiendo recorrer entre 400 y 420 km entre carga y carga, con la garantía de que los puntos de recarga están también más próximos entre sí y las distancias para llegar a ellos son, por tanto, inferiores. Por cierto, el indicador de batería y autonomía del propio coche resulta totalmente confiable.

¿Conclusión? El MG 4 es coche que gasta poco… A baja velocidad. Como casi todos los eléctricos, velocidad y eficiencia se llevan verdaderamente mal, pero el punto de inflexión es, en este coche, algo más bajo que en otros modelos de la competencia: unos 110 km/h marcan ese cambio de tendencia ser un coche muy eficiente a dejar de serlo tanto. Ojo al detalle.
MG 4 Electric. No es un coche lento, pero sus prestaciones sí son muy variables
El MG 4 Electric de 204 CV no solo no es un coche lento, sino además, muy agradable de conducir por la forma en la que entrega la potencia: con fuerza, pero suave. Sin embargo, no es constante. Ha sido, probablemente, uno de los coches con mayor dispersión entre dos mediciones iguales, realizadas consecutivamente. Por ejemplo, hemos conseguido un primer valor de 29,5 segundos para llegar a 1.000 metros y un segundo registro de 32,7 segundos. Eso es algo que sugiere que el propio sistema se debe autoproteger y, probablemente, aumentar la refrigeración de la batería en ese momento.
Por tanto, para tener mediciones más homogéneas hemos dejado “correr” el coche entre un test y otro, consiguiendo entonces cifras con la dispersión habitual. Sí tengo que reconocerte que en condiciones de utilización normal, en carretera abierta, no nos hemos encontrado con esta variación en la entrega de potencia. Las cifras son estas: 29,78 s para un 0-1000 m, un valor que no está nada mal aunque no es el más rápido entre modelos semejantes con su potencia. Mucho más valioso para valorar su agilidad es el tiempo conseguido en los adelantamientos: 7,5 s para pasar de 60 a 120 km/ h o 5,1 s para hacerlo desde 80 a 120 km/h. Igualmente, no son los mejores registros de la categoría pero te puedo asegurar que el MG 4 te proporciona tranquilidad absoluta en cuanto capacidad dinámica, mas si quieres buscar un equilibrio entre lo rápido que conduces y lo lejos que pretendas llegar.

MG 4 Electric. Lo que tarda en cargar en puntos rápidos
En las diferentes cargas que hemos realizado en cargadores rápidos —red Ionity— hemos obtenido procesos bastante semejantes entre sí. Aunque la potencia máxima de carga anunciada por el fabricante es de 135 kW, desde el 18 hasta el 52% de la capacidad total ha estado cargado con potencias algo mayores, entre 137 y 142 kW. Luego, hay dos puntos de inflexión en los que cada cual debe ajustarse según sus necesidades: a partir del 77% la carga baja hasta 36 kW. A partir del 96%, no interesa tenerlo conectado: limita la potencia a 7, 5 y 4 kWh hasta dar finalmente por concluida la carga con un 97% de baterías según el cargador. Considerando como punto óptimo no pasar del 80 por cierto, el tiempo empleado han sido 37 minutos exactamente.
Desde mi punto de vista, dejando de momento el precio al margen, estos puntos tratados hasta el momento son los que más peso específico tendrían a la hora de comprar un coche eléctrico. Pero hay muchas otras cosas positivas de este MG 4 Eléctrico, y una de ellas es, precisamente, su comportamiento, y no por lo eficaz que pueda llegar a ser, que lo es, sino porque para el uso normal al que destinaría este coche ofrece un ajuste de suspensión verdaderamente bueno, más más tirando a firme, pero para nada incómodo. Muy buen trabajo en esa área.

La dirección resulta también agradable y precisa, al igual que los frenos, mucho mejores por tacto, especialmente a baja velocidad, que el de la mayoría de coches eléctricos rivales. Eso sí, las ayudas a la conducción, y muy en especial el sistema de mantenimiento de carril es de obligada revisión porque funcionar verdaderamente mal, así que hazte a la idea de que, hasta que no llegue una actualización, lo mejor es desconectarlo nada más subir al coche. Es un coche bien aprovechado de puertas a dentro, aunque su maletero resulta algo justo. 296 litros medidos por nosotros. Con todo, valora lo que recibes a cambio de 33.980 euros en su versión Comfort y 35.980 euros en el caso del Luxury, precios, de largo, mucho más bajos que cualquier otro rival.