El 208 GTI 30th nace para conmemorar el 30 aniversario del 205 GTI y ha sido el departamento de competición Peugeot Sport el encargado de su desarrollo y montaje. Se iban a fabricar 500 unidades pero vista la demanda han decidido estirarlo a 1.000. Todas ellas van numeradas y con su placa identificativa. Cuando se agoten las 1.000 seguirá existiendo, pero ya con otro apellido y sin placa. En Peugeot no me lo quisieron desvelar pero todo apunta a que pueda estar firmado con un "By Peugeot Sport" o un lógico y bonito 208 GTI R. No creo que se atrevan a llamarlo Rallye, puesto que ese apellido implica mayor radicalidad, ligereza, economía y menor confort; veremos qué ocurre.
Además de los cambios estéticos o de equipamiento, el 30th dispone de la última evolución del motor 1.6 THP, que alcanza la potencia establecida por electrónica de 208 CV, 8 más y 30,8 mkg. Incorpora un nuevo escape para mejorar prestaciones y sonoridad, un catalizador sport y la función Stop/Start. Con todo esto cumple la EuroVI, por lo que puede acogerse al plan PIVE, dato interesante ya que el GTI normal es Euro V y carece de posibles ayudas. Esta evolución mecánica pasará al GTI el año que viene, necesaria para poder venderse en 2016. Lo que no recibirá el GTI, y se quedará en este 30 o el futuro R, es el autoblocante Torsen y la caja de cambios heredados del RCZ R, con idénticos desarrollos internos y todas las modificaciones del bastidor.
El chasis añade muelles y amortiguadores más firmes, se cambia el triángulo inferior delantero por otro con menor torsión, la estabilizadora delantera se vuelve más fina y ligera pero más rígida, añade más caída en ambos trenes, y neumáticos Michelin Pilot Super Sport 205/40 en llanta de 18 pulgadas. Los discos delanteros pasan a ser de 323 mm de diámetro y 28 mm de grosor con nuevas pinzas Brembo de cuatro pistones en color rojo y pastillas más deportivas. El ESP recibe calibración específica para poder asimilar el trabajo del Torsen, siendo ahora menos intrusivo en aceleración y totalmente desconectable.
El 30 aniversario sale de la línea de montaje como un 208 GTI normal, con el motor/cambio actualizado, y de ahí pasa a un pequeño departamento dentro de la fábrica que tarda 11 horas en modificarlo si se quiere en un color normal o 26 horas si se ha elegido con la carrocería bitono (negro mate-rojo), del que sólo se habrán 350 unidades. En este departamento se encargan de montar las nuevas piezas y establecer los reglajes, además de añadir los elementos de personalización, como las taloneras, los emblemas de 30th y los distintos embellecedores exteriores que van en negro mate dónde antes eran cromados. Además del limitado color bitono, está disponible en blanco y rojo, que contrastan muy bien con los detalles en negro mate.
Dentro mantiene la característica postura de conducción del 208 que, en función de los gustos personales a unos encanta y a otros, como a mi, espanta, ya que no veo el cuadro (mejor compruébalo por ti mismo en el concesionario). La decoración interior pasa a ser en negro lacado, con los cinturones o guarnecidos de las puertas en color rojo. Dispone de unos agradables y deportivos asientos firmados por Peugeot Sport, tapizados en Alcántara negra con pespuntes en rojo.
Así va
No sientes que el motor tenga más potencia, pero sí que los desarrollos estén mejor adaptados a lo que se espera de un coche deportivo. Por sensaciones el motor aparenta correr lo mismo, que ya era mucho, pero la caja de cambios es más rápida y precisa algo que, al final, ayuda a hacerlo más rápido. Los frenos son mucho más eficaces que en el GTI, con una bonita mordiente y mayor resistencia a la fatiga. Se siente más duro pero no por ello mucho más incómodo, manteniendo ese aire de deportivo perfectamente asumible para todos los días, de hecho imprime las dosis de carácter que tanta falta le hacen al burgués GTI.
Es más firme en todas las condiciones, con una trasera más fácil y rápida de colocar, bien sujeta por el ESP. En aceleraciones el autoblocante lo hace más eficaz, mucho más eficaz que el GTI, aun con el ESP conectado. Si quieres ir al ataque y desconectarlo, te encontrarás un utilitario con una capacidad de tracción muy superior a la de sus rivales. La zaga se vuelve más nerviosa y reactiva que lo convierte en más rápido aunque exigente, que es lo que se espera de un GTI. Por sensaciones creo que este coche va a ser más rápido que el Clio RS, al que hará frente con algo más de confort. Ha ganado en dureza de chasis, en capacidad de tracción y frenada, suena más bonito y es una edición limitada; muy interesante porque todo esto mejora un coche que ya era bueno.
Se pone a la venta por 26.780 euros, 3.800 euros más caro que el GTI convencional y va a tope de equipamiento. Si le aplicas el plan PIVE la diferencia entre uno y otro se reduce 1.000 euros que aporta la subvención (el GTI no tiene PIVE), ya que los 1.258 euros que Peugeot te descuenta se aplican a los dos. Insisto, lo veo más interesante que el GTI normal a pesar de la diferencia de precio, no ya por que sea más deportivo, que lo es, sino por lo mucho que ofrece y porque incluso consume menos, sobre todo en ciudad.