Porsche Cayman GT4, no habrá otro igual

El Porsche Cayman GT4 será pronto una deseada pieza de colección, hasta entonces tendrás uno de los deportivos más equilibrados de todos los tiempos.

Daniel Cuadrado . Twitter: @DanielCuadradoT. Fotos: Mikael Helsing.

Porsche Cayman GT4, no habrá otro igual
Porsche Cayman GT4, no habrá otro igual

Con el Porsche Cayman GT4 ha nacido un nuevo clásico, uno de esos coches que se disfrutan mucho conduciendo y al que el tiempo hará más fuerte e interesante, ya que cuenta con la combinación a extinguir: marca emblemática, deportivo con motor de gasolina potente, atmosférico y, sobre todo, con cambio manual. Su precio es elevado, algo que lo convierte en exclusivo, todavía mejor, por lo que para ser una inversión de futuro ya sólo le faltaría ser una edición limitada, con lo que alcanzaría el Olimpo; visto en el momento en el que ha salido y con los motores turbo a punto de entrar en el Cayman y Boxster 718, serán pocas las unidades que se lleguen a fabricar de esta radical versión; lo tiene todo.

Los aficionados llevábamos mucho tiempo esperando un coche como el Porsche Cayman GT4. Está claro que Porsche no podía "desprestigiar" a su 911 con un hermano pequeño más rápido y potente. Ahora, gracias a una rapidísima generación 991 en el mercado con un listón de potencia más alto que la anterior 997, el Cayman 981 puede aumentar sus límites y permitirse una versión tan interesante como esta GT4.

Con el Cayman GT4 Porsche ha empleado la misma fórmula que tantas satisfacciones deportivas le ha traído con el 911 GT3 en todas sus generaciones, si bien no hay a la vista una oficial versión RS de calle. En el Salón de Los Angeles de 2015 mostraron el Cayman GT4 Club Sport, que es la variante de competición del GT4 con, entre muchas otras cosas, una caja de cambios PDK, pero de momento en Stuttgart no me confirman el RS de calle... aunque tampoco me lo niegan con rotundidad. Sí que puedes equipar tu Cayman GT4 con un Kit Club Sport, con medio arco de seguridad, extintor, baquets, arneses, y preinstalación del cortacorrientes (4.480 €) que lo acerca bastante a un concepto RS, pero entre 50.000 y 100.000 euros menos, según con qué GT3 lo compares.

El Cayman GT4 tiene el motor de seis cilindros 3.8 con 385 CV en lugar del 3.4 de 340 CV del GTS. Sólo puede llevar cambio manual, al menos de momento, detalle que para mi gusto lo hace más entrañable; si no coincides conmigo párate a pensar cuántos deportivos quedan en el mercado que ronden los 400 CV y no sean automáticos; muy pocos. El esquema de suspensiones es heredado del 991 GT3, es decir, suspensiones más ligeras, reforzadas y totalmente regulables en ambos trenes: alturas, convergencia, caídas, dureza de estabilizadoras y avance. De serie ya viene con una puesta a punto interesante, pero si buscas más los límites en circuito podrás jugar con distintos reglajes y hacerte el setup a tu gusto que, en el fondo, es lo que le hace ser mucho más rápido en curva que un Cayman GTS, neumáticos y frenos aparte, claro. Mantiene el control de estabilidad PSM, desconectable total o parcialmente y la suspensión PASM, con dureza de amortiguación regulable en dos etapas, normal o Sport. Veamos cómo va toda esta interesante combinación.

El Cayman GT4 es un Porsche radical, sí, pero de los de ahora. Antes un coche de estas características hubiese sido muy efectivo en circuito, estresante en carretera abierta e incómodo en el día a día. La suavidad con la que hace las cosas a baja velocidad, al margen de su potencia, estética o puesta a punto del bastidor, hace que te lo puedas permitir para todos los días. Es duro, no te lo voy a negar, pero la posibilidad de variar la dureza de amortiguación y la asistencia de la dirección obran el milagro sin que deje de ser efectivo. Así resulta un poco más incómodo que un Cayman convencional, algo que no te importará en absoluto, pero no mucho más. Con un color como el de nuestra unidad de pruebas puede llegar a ser hasta discreto, y habrá en la calle quien te admire por el coche que llevas y quien vea cierto tuning en cuanto vea el alerón trasero al estilo GT3.

Ruge de maravilla, especialmente si abres el sonido de escape con el botón de la consola central; no querrás quitarlo. En ciudad se desenvuelve bien en maniobras (nada que ver con un GT3 996 o 997) y en autopista te permite hacer buenos cruceros sin agotarte más que en el resto de los Cayman, pero es en circuito o en carretera revirada donde el Cayman GT4 te demuestra de lo que es capaz. Si quieres ir rápido con él, pero rápido de verdad, tendrás que poner primero la electrónica en modo Sport y las suspensión en modo duro, ya que sus geometrías y dureza de muelle casan mejor un amortiguador con una compresión más firme.

 Porsche Cayman GT4

En conducción deportiva destaca con una mayor precisión que un Cayman GTS o, incluso, que el anterior Cayman R. Lleva los magníficos Michelin Sport Cup 2 y eso ayuda, pero además se siente que el trabajo de suspensiones es perfecto para la potencia y peso que tiene. De todo yo me quedo con un equilibrio deportivo, muy superior al de un 911. Es muy rápido a la entrada de curva, neutro en mitad y deja acelerar pronto, siendo muy fácil llevarlo rápido, muy rápido y casi en el límite. Frena endiabladamente bien, hasta el punto de que se ha colocado como el sexto coche que mejor ha frenado en la historia de nuestras pruebas. En carretera revirada de montaña te sorprenderá lo rápido que puede llegar a ser, si bien mejor que no esté muy bacheada, ya que la trasera te puede dar un susto y, ya sabes, cuando un coche de motor central se escapa de atrás es más violento. En cualquier caso, salvo en circuito, no precisas desconectar totalmente el control de estabilidad, que te va ayudar a ir muy rápido sin "cortarte el rollo".

Todo esto, que es fácil de explicar, pasa a mucha velocidad, y ese es el único punto que puede jugar en tu contra. Si sabes sacarle el partido tendrás un chasis noble, potencia de sobra y unos frenos espectaculares, y si no, tendrás un coche con el que podrás ir al ritmo que quieras sabiendo que tienes bajo tu control uno de los mejores deportivos de todos los tiempos. El motor estira como si no tuviese fin y con un sonido precioso. No sé si es que me hago mayor y estoy en contra del progreso pero cada cambio de marcha "a la antigua usanza" resulta una placentera operación. Con un PDK sería todavía más rápido, pero entonces perdería el encanto de lo imperfecto para convertirse en una máquina de precisión y eso no siempre es lo que todos buscamos en un coche.

La calidad interior está a la altura de los Porsche de última generación, con múltiples posibilidades de personalización y el espacio no varía con el resto de los Cayman. Las llantas de 20 pulgadas o la tapicería en alcántara son de serie, pero para tener un coche como nuestra unidad hay que pagar bastante más de los casi 100.000 euros que cuesta. Lo cierto es que pide a gritos tener un GT4 con los baquets (3.179 €), el pack Sport Chrono (1.819 €) y el kit Club Sport (4.480 €) para tener en casa un mini GT3 muy serio. Es un coche caro, como todo Porsche y si te lo personalizas, más, pero piensa que estás creando una unidad que en el futuro tendrá más valor. Me ha encantado el equilibrio deportivo que tiene. No se siente excesivamente radical para lo rápido que es capaz de ir y, viendo los datos que consigue y lo bien que va, te diría que no me parece caro, aunque lo sea. Es el coche ideal para track days, equiparable en tiempos a los 996 GT3 con los que comparte peso y potencia.

 También te puede interesar:

Porsche 911 R

Porsche Mission E

Porsche 911 Turbo más potente