Además de aplomo y buen comportamiento, el GTS cuenta con una cuidada imagen exterior (durante nuestro recorrido de pruebas pudimos comprobar cómo más de un conductor se quedaba mirando el vehículo) que se ha trasladado a su interior.En el habitáculo, los detalles "rácing" se mezclan sin estridencias con elementos propios de una berlina de representación, como el panel de control situado en la puerta del conductor, desde el que se manejan los espejos eléctricos, la apertura y cierre de las puertas y el maletero o los elevalunas delanteros y traseros.Los acabados transmiten sensación de calidad (excepto los detalles en imitación madera de la consola central), que queda confirmada al accionar cualquier mando, ya todos ellos que ofrecen buen tacto. Sólo la palanca que pone en marcha los intermitentes resulta incómoda: una mínima insinuación sobre ella es suficiente para que las luces comiencen a parpadear, pero no será tan fácil conseguir que se apaguen, pues, con un nuevo toque (a no ser que éste sea muy suave), el mando no volverá a su posición original, sino que se desplazará hacia el otro lado.Por lo demás, el puesto de conducción resulta casi perfecto: el volante (forrado en cuero) se desplaza en altura y profundidad, los asientos cuentan con múltiples regulaciones y sujetan el cuerpo correctamente y los relojes de instrumentación -con una tipografía especialmente creada para el GTS- ofrecen mucha información. Asimismo, la visibilidad es muy buena (los espejos exteriores son bastante grandes, lo que ayuda a evitar los ángulos muertos) y la insonorización del vehículo está bien conseguida, por lo que habrá quien desee que los viajes se hagan un poco más largos, pues se tarda en acusar cansancio al volante.Los pasajeros de las plazas traseras también cuentan con un buen número de detalles para hacer más fácil su vida a bordo: una amplitud aceptable permitirá a dos adultos acomodarse sin problemas, aunque sean de talla grande. Además, podrán regular la temperatura del aire acondicionado a su antojo y, si esto no fuera suficiente, unas cortinillas impedirán que el sol se cuele en exceso dentro del habitáculo. Un gran maletero (con una capacidad de casi 500 litros y varios huecos) completa el conjunto.Los adelantos tecnológicos han permitido al Vectra GTS dar un paso adelante respecto a sus predecesores en lo que se refiere a comodidad y habitabilidad, sin perder prestaciones (aunque el coeficiente aerodinámico del Calibra, con un Cx de 0,26 -el mejor obtenido por un coche de producción- es difícil de igualar). Sin embargo, no es con sus hermanos con los que debe entablar una lucha para hacerse un hueco en el mercado: sus rivales, sólidamente situados en el segmento, tendrán que hacer frente a uno de los vehículos que (con un coste de 23.350 euros, 3.885.000 pesetas) ofrece una mejor relación calidad-precio
Opel Vectra 2.2 GTS
Con el nuevo GTS, la marca germana pretende continuar la tradición de sus vehículos deportivos: el Commodore GS/E, el Monza y el Calibra. Aunque el motor 2.2 no alcanza las prestaciones que ofrece el propulsor más alto de la gama, el 3.2 (que convierte al nuevo Vectra en “el Opel más veloz de todos los tiempos", según la firma), es un digno heredero de las tendencias “rácing" de sus antepasados.
