Opel Corsa OPC-Performance: adrenalina en Nürburgring

Por el circuito de Nurburgring el Opel Corsa OPC-Performance ha hecho de las suyas. No te pierdas la exigente prueba a fondo a la que le hemos sometido.

Sylvia Longás. Twitter: @SylviaLongas

Opel Corsa OPC-Performance: adrenalina en Nürburgring
Opel Corsa OPC-Performance: adrenalina en Nürburgring

Nuestros colegas alemanes de auto motor und sport han podido probar a fondo la versión Opel Corsa OPC-Performance y... ¡agárrate!, porque este supertest deja claro que el pequeño modelo va a dar que hablar y que muchos competidores no van a verle más que el tubo de escape. Y es que, aunque hoy en día los 207 CV del nuevo modelo superior de Corsa ya no son un grito de guerra ni en la categoría de los utilitarios, el alevín de la gama OPC se presenta bien armado en la línea de salida. Enseña los dientes. El paquete opcional OPC-Performance, con ajuste deportivo del chasis, bloqueo de diferencial mecánico de discos y un sistema de frenos de mayor tamaño prometen altos vuelos para el veloz enano.

 Y justo ahora, en los primeros metros del Anillo Norte del circuito de Nurburgring,  el Opel Corsa OPC ve la ocasión de cobrarse su venganza. Al menos, contra el Audi S1, uno de sus rivales. Con tracción a las cuatro ruedas, motor de 2 litros con turbocompresor y 231 CV y un orgulloso precio de salida de 34.995 euros, el S1 supera claramente sobre el papel al OPC con tracción delantera  (precio de salida: 21.343 euros). Sin embargo, al Opel Corsa OPC no le hace falta más que arramblar por la curva de Hatzenbach a 141 km/h para demostrar que el S1 no le hace honores a su nombre de leyenda del Grupo B de rallyes. En el mismo punto, el S1 sólo había alcanzado los 136 km/h en el supertest que se realizó hace ahora justo un año.  

Antes de su aparición en el Anillo Norte, le hemos susurrado al enano rojo el tiempo por vuelta del S1: 8:41 minutos que hay que superar. Antes de que los aficionados a los motores de 500 CV se nos vayan con una sonrisilla condescendiente, les aviso: amigos, el Opel Corsa OPC demuestra que no hay que tener muchos caballos bajo el capó para pasarlo de miedo. Sobre todo, si el chasis ayuda.

Desde la curva de Hatzenbach queda claro: en lo que a chasis se refiere, el equipo de OPC ha dado un gran salto hacia adelante. Agradablemente tenso, pero no por ello duro como un hueso: gracias a los ajustes de suspensiones y amortiguadores, el Corsa OPC no se pone terco sobre el ondulado asfalto del Anillo Norte, sino que allana con total tranquilidad las irregularidades de la vía. Al mismo tiempo, gira con precisión, sigue a su eje delantero como un soldado las órdenes de su capitán, y reluce con una dirección estabilísima. Y, lo que es aún más importante, desde los primeros metros en el Anillo Norte el minibólido transmite, sobre todo, confianza: una gran arma para no temer a la velocidad en Nurburgring.

Chasis de lujo, caja de cambios de primera. "Hemos aumentado la dureza de la suspensión un 20 por ciento, y hemos podido trabajar de un modo muy distinto con nuestros nuevos amortiguadores", nos había dicho previamente Volker Strycek, director de Performance Cars & Motorsport en Opel, al explicarnos, desde la sastrería de desarrollo, cómo habían logrado ese equilibrio de chasis tan conseguido. "Hemos instalado estabilizadoras relativamente blandas, más blandas que en el modelo anterior, porque apostamos por la tracción. La dinámica que le hemos dado al coche se debe principalmente a su nuevo eje trasero. Mediante la nueva  configuración hemos conseguido acercar el eje trasero al nivel a la eficacia del eje delantero."

La fiera de la familia Corsa es diez milímetros más baja. Logra encontrar el difícil equilibrio entre una amortiguación rígida en la pista de carreras y una comodidad de suspensión aceptable en el día a día. Esto hay que agradecerlo a un sistema de amortiguación desarrollado en colaboración con Koni, provisto de la denominada "tecnología FSD" (Frequency Selective Damping). Suena a amortiguación adaptativa, pero en realidad se trata de un sistema puramente mecánico, sin necesidad de componentes electrónicos. Los amortiguadores disponen de una válvula que reacciona a la frecuencia de oscilación y ajusta las fuerzas de amortiguación en consecuencia.

Por primera vez, cabe elogiar el preciso manejo de su cambio de seis velocidades, que en el modelo anterior aún resultaba algo tosco al realizar cambios rápidos. Un brazo de palanca modificado, un nuevo receptáculo para el dedo selector y nuevos cables son los artífices de esta optimización. "Esto reduce un 13 por ciento los recorridos y aumenta la precisión. En los coches de carreras Astra Cup ya teníamos modificaciones similares y ahora las hemos introducido en el Corsa", nos explica el jefe de OPC. Además, recibe un embrague nuevo.

El Corsa lanza sus 1.272 kg a plena carga por la Fuchsröhre. ¿Pisamos a fondo? Pues claro: a 213 km/h y con la estabilidad del OPC no hay por qué preocuparse. Tampoco tenemos que echarnos las manos a la cabeza por su aumento de peso, si consideramos los 1.368 kilos del Audi S1. Con 155 km/h a través de Metzgesfeld deja al utilitario de Audi (143 km/h) echando los bofes. En el mismo tramo, incluso el Corsa OPC de 2008 fue más rápido (145 km/h). Y eso que aquél presentaba problemas de tracción, un ESP metomentodo,  frenadas duras y pérdidas de eficacia de los frenos.

En 2015 el sistema de frenos Brembo destaca por dosificable. Un momento, ¿estamos en Breidscheid? Sí, la meca en cuanto a detectar fallos de frenos se refiere. En algunos coches de serie, el pedal de freno acaba besando los bajos, pero no en el Corsa OPC: el tacto se mantiene constante, incluso después de varias vueltas. Gracias al paquete Performance, lleva discos más grandes en el eje delantero, de 330 mm en lugar de los 308 mm de diámetro del OPC de serie. Con una distancia de frenado de 100 a cero de 36,7 metros, frena casi dos metros antes que el Corsa OPC (100–0 km/h en caliente: 38,6 metros).

El mejor bloqueo de diferencial de un coche de serie. No es extraño: al fin y al cabo, también el Corsa, como todo modelo OPC antes de su homologación, ha tenido que superar la tortura de los 10.000 kilómetros de marcha continua sobre el Anillo Norte. "Si se detecta cualquier pequeñez, hay que volver a empezar desde el principio. En esta ocasión, hemos recorrido 10.800 kilómetros con el Corsa OPC con un expediente completamente limpio", explica Strycek, jefe de OPC. Volvamos a Breidscheid. Colina abajo en dirección a Brücke reducimos la velocidad, cambiamos de marcha, giramos el volante y... ¿ahora qué? Simplemente, pisamos el acelerador hasta la chapa y seguimos girando el volante. Ahora viene el punto fuerte que hace imposible no adorar al Corsa OPC: la gran actuación del bloqueo mecánico del diferencial de Drexler (véase "El detallazo técnico"). Mientras que en coches de tracción al eje delantero y menor tracción (valga la redundancia) uno sufre subviraje bajo carga y derrapa en dirección al bordillo del puente de Breidscheid, acercándose peligrosamente al muro, el bloqueo del OPC actúa implacablemente bajo carga y mantiene al Corsa en la curva. ¿Subviraje? ¡Por Dios, la duda ofende! No existe un coche de serie con un bloqueo mecánico tan deportivo y fiable. ¿Problemas de tracción? ¡Qué ocurrencia! Si no llevara puesto el casco de carreras y la ventana cerrada durante la vuelta rápida, se me habría oído reírme hasta en el centro de Adenau. Cuando un coche escala la empinada cuesta del tramo "Ex-Mühle" con la tracción con la que lo hace el Corsa OPC, le dan a uno ganas de llorar de alegría.  En este punto, otros coches con tracción delantera y sin bloqueo suelen dejarse las ruedas delanteras buscando agarre, dejando tras de sí nubecitas de humo azul con olor a caucho quemado.

En los tramos rápidos, al Corsa OPC se le nota que no le iría mal algo más de potencia. Comparemos datos: el Audi S1, de 231 CV, es capaz de pasar de 0 a 200 km/h en 25,1 segundos, mientras que el Corsa, en esta disciplina de dinámica longitudinal, es casi diez segundos más lento. El motor de 1,6 litros con turbocompresor modificado (el sistema de aspiración, el intercooler, las toberas de inyección y el sistema de escape son nuevos) parece aportar algo más de impulso a bajas revoluciones, pero tiene espacio para mejorar. En comparación con el modelo especial de Corsa D "Nürburgring Edition" de 210 CV, los valores de aceleración son algo más lentos. Con 207 km/h de velocidad máxima en la Döttinger Höhe, el Corsa OPC actual tan solo supera en 1 km/h la marca de su predecesor de 192 CV en el supertest de 2008, porque tuvo que lidiar con un intenso viento en contra.

Mutkurve: ¡Opel Corsa más rápido que Ferrari! En la Döttinger Höhe, el nuevo OPC hace ya tiempo que ha pasado su mejor momento. En la zona Mutkurve del Kesselchen "¡va al corte!". El Corsa marcha sobre esa tremenda curva rápida a la izquierda que culmina el Kesselchen con la misma tranquilidad con la que se hubiese desayunado la curva de una carretera secundaria. La sorpresa viene luego, al observar las mediciones: 161 km/h anotó el medidor para el Corsa OPC en la Mutkurve. 21 km/h más que su rival, el Audi S1. Y es al único que humilla: VW Golf GTI Performance: 153 km/h; Porsche Boxster S: 157 km/h; Ferrari 458 Italia: 160 km/h. Forza Corsa OPC!

 

Todo un ejemplar

El Opel Corsa OPC con paquete Performance es un segundo más rápido en el circuito que el Audi S1, de mayor potencia, y 19 segundos más veloz que el Renault Clio R.S. Es de elogiar los precisos pasos de cambio de su caja manual de seis velocidades, que en el modelo anterior aún resultaban algo toscos al realizar cambios rápidos.

 

Gran confianza

Es impresionante lo estable que resulta el Opel Corsa OPC con paquete Performance sobre el Anillo Norte. El chasis, bien equilibrado, se mantiene muy fácil de controlar al límite. Desde los primeros metros transmite gran confianza. Esto hace del Corsa la herramienta de iniciación perfecta en Nurburgring. Gracias a su diferencial autoblocante Drexler bien ajustado, destaca por una tracción impresionante. El subviraje es un término desconocido para este Corsa. Los frenos del paquete Performance convencen.