Hasta ahora, las capotas eléctricas estaban destinadas a creaciones mucho más caras que este Astra. Sin embargo, Opel la ofrece de serie y, en esta versión, se incluye el control remoto. En apenas 30 segundos, este modelo se convierte en un descapotable: la capota queda oculta en el interior del maletero, por lo que los ocupantes de las plazas traseras también podrán tomar el sol. Aunque no irán muy holgadas (por los escasos 69 centímetros para las piernas), pero dos personas pueden viajar en la parte de atrás: el ancho es generoso y cuentan con reposacabezas y cinturones de seguridad (éstos se abrochan al revés) para cada uno. Si, por el contrario, no llevamos pasajeros, podemos poner el contravientos (incluido de serie en esta versión). Se trata de una especie de red que evita las turbulencias del aire cuando circulamos "al descubierto". Aunque este modelo -al igual que le ocurre a la mayoría de los Cabrios- no es el modelo ideal para pasar desapercibido, resulta bastante más versátil y discreto de lo que a primera vista podíamos pensar. Además, convertido en coupé tenemos un maletero de unos nada desdeñables 360 litros. Sin embargo, para colocar objetos en su interior estamos obligados literalmente a arrojarnos dentro, ya que la boca queda algo baja y el maletero resulta bastante profundo. Se acabó el estereotipo de que los descapotables son un coche para el verano, o bien que su uso queda limitado al ocio. Como hemos dicho, no tenemos que dejar a los niños en casa, podemos llevar equipaje y tampoco exige grandes sacrificios económicos: este modelo -con este motor -se comercializa por 24.660 euros (algo más de cuatro millones de las antiguas pesetas). La diferencia con el Coupé se sitúa en unos 4.600 euros, el precio que nos separa de la libertad de conducir a cielo abierto: emulando los antiguos anuncios de Opel que antes citábamos, "sólo volar puede ser más divertido". Ahora, para poder conducir un descapotable no hace falta cortarnos las alas.
Opel Astra Cabrio 1.8 16 V Bertone Edition
“Der Sommer entgegen" (“Hacia el verano"). Con este sugerente lema, Opel empezaba a comercializar sus primeros descapotables, allá por la década de los 50. Ahora, casi medio siglo después, ha fabricado un descapotable apto para todo el año.
