Nissan GT-R NISMO GT3, a sus mandos en Montmeló

El Nissan GT-R NISMO GT3 estrena su última evolución para afrontar la temporada 2016. Nos ponemos a los mandos en Montmeló de la mano de Lucas Ordoñez.

Daniel Cuadrado . Twitter: @DanielCuadradoT. Fotos: Mediaracing.

Nissan GT-R NISMO GT3, a sus mandos en Montmeló
Nissan GT-R NISMO GT3, a sus mandos en Montmeló

El Nissan GT-R NISMO GT3 es uno de los coches de carreras más excitantes del momento. Está arrasando allá por donde pasa, como si de un Godzilla enfadado se tratase. Gracias a Nissan y en especial a mi amiguete el gran Lucas Ordoñez, tuve la oportunidad de subirme a una de las unidades que participa en las Blancpain Series. Esta unidad ya contaba con la última evolución mecánica, por lo que será el Nissan GT-R que veamos competir en 2016. Para este año han buscado principalmente que el coche sea más fácil de conducir. El motivo es que la mayoría de los campeonatos en los que participan estos coches suelen estar pilotados por un piloto profesional y otro menos experimentado, que normalmente es el que aporta la publicidad. Al principio todos los fabricantes se llevaron las manos a la cabeza cuando la FIA les dijo que tenían que poner controles de tracción y ABS, pero al final se dieron cuenta que era lo mejor para el campeonato puesto que hay muchos más pilotos interesados.

Lucas Ordoñez y Daniel Cuadrado

Así el nuevo Nissan GT-R Nismo GT3 ha mejorado su electrónica de conducción, ha bajado el peso y mejorado su reparto. Ofrece mayor carga aerodinámica, consume menos, algo importante para este tipo de carreras, y ha mejorado los frenos en su capacidad de frenada y en el tacto. Todo esto lo hace más fácil de conducir, sí, pero te aseguro tras probarlo que el nivel es tan alto que llevar a Godzilla rápido no es una tarea tan fácil. Es cierto que los controles ayudan, pero hay tanta potencia y todo ocurre tan rápido que en cuanto te descuidas estás dado la vuelta mirando hacia donde no quieres ir. Al montarme en el coche Lucas Ordoñez me dijo las “cuatro cosas” que necesitaba saber para salir a pista. Algo tan sencillo como meter primera y salir requiere un poco más de técnica. Para empezar el embrague es un pequeño y duro pedal que se usa sólo para arrancar y parar. En pista no lo vuelves a tocar. Es un poco estilo PlayStation, con la diferencia que aquí las curvas impresionan más y te puedes hacer daño.

Lucas Ordoñez me puso el control de tracción en posición 4 y me dijo “en cuanto te hagas al coche pásalo a 3. Ten en cuenta que si eres brusco con el acelerador el control de tracción no evitará que derrapes. Frena fuerte sin miedo, que no bloqueará y en las rápidas aprovecha la aerodinámica” Pues eso hice. Salí a pista a hacerlo lo mejor que pudiese y a disfrutar, pero teniendo en cuenta que tenía bajo mis mandos un coche de propulsión trasera, en una pista muy fría y de un valor que supera los 300.000 euros. Este último detalle casi asusta más que los más de 500 caballos que tiene, al menos a mí, ya que con 600 CV puedo, con 300.000 euros no. Como verás en el vídeo salí a pista muy prudente. En las rápidas non quise arriesgar, incluso frené antes para evitar riesgos, pero en el resto aproveché el coche todo lo que pude.

El coche corre mucho. La prueba la tienes en el vídeo, ya que hay un momento en el que me adelanta un LMP3 y por velocidad en recta no se me escapa; lo hace en curva. Impresiona lo fácil que se lleva y enseguida estaba a gusto. El Nissan GT-R NISMO GT3 tiene tanto par que en cuanto empiezas a acelerar hay que subir de marcha enseguida sin esperar a llegar al corte. Su capacidad de frenada me pareció brutal y no me supuso problema alguno de adaptación. Sí es cierto que hubiese necesitado muchas más vueltas para encontrar el límite, pero en una prueba así es mejor no arriesgar. Fue un placer poder subirme a un coche así. Siempre que pruebo un coche de carreras me gusta dar las gracias a la marca, en este caso a Nissan, porque hacer coches de carreras es fomentar el deporte del automovilismo y Nissan lo ha estado haciendo por encima de crisis y al más alto nivel.

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