Mitsubishi Outlander 2.4

El Outlander es la apuesta de Mitsubishi, un especialista en 4x4 puro, para el todo terreno “light". Ahora recibe un interesante motor 2.4 que llega a los 160 CV y rinde realmente bien. Con este cambio, el coche sigue sin destacar en el campo, pero en carretera es de lo mejor de la categoría.

Mitsubishi Outlander 2.4
Mitsubishi Outlander 2.4

Moderno y bien dotado
Uno de los aspectos que más ha cuidado el Outlander es la imagen. Ya en el exterior se aprecia el interés de Mitsubishi por hacer un coche diferente, muy moderno. Llama la atención el frontal, con esos faros tan japoneses y un aire futurista muy marcado, lleno de facetas y matices. Tiene el Outlander una línea larga y tensa, que acentúa su carácter deportivo, y una zaga voluminosa y rotunda, con lo que el coche tiene un aspecto general musculoso, muy atlético.

El interior también va por el camino de la modernidad, con formas limpias y suaves, mucho espacio libre y toques de diseño vanguardista.
Especialmente atractivos son los mandos redondos del climatizador, que dominan la consola central del salpicadero. Por encima va colocada la pantalla del navegador y, un poco más arriba, un reloj analógico que, con sus manecillas, da un toque ligeramente retro al conjunto. Los materiales empleados son muy buenos, con plásticos de gran calidad y remates acabados en aluminio y cromados. La sensación general es muy buena, de trabajo bien hecho, con mandos de tacto agradable, buen estudio ergonómico y una factura de primer nivel.

Las plazas delanteras resultan cómodas, con un mullido generoso y tapicería muy sufrida. Destaca la buena sujeción lateral que ofrecen. La postura al volante es bastante buena y sólo hay que lamentar que la regulación de la banqueta se haga con roscas y palancas, lo que resulta incómodo. Además, en lugar de elevarse en bloque, el asiento se inclina por la parte delantera, con lo que, si queremos levantarlo mucho, nos dejaremos la zona de los riñones un tanto suelta.

En el asiento trasero hay una magnífica combinación: mucho espacio en todos los ejes y una banqueta confortable. Si se pliega, un maletero enorme: 670 litros. Lo menos bueno es el acceso de éste, que está muy alto. En el equipamiento de serie destaca el doble techo solar practicable, que transforma el habitáculo en un lugar lleno de luz. En el techo van también unas prominentes, y de gran efecto estético, barras portaequipajes.

Por lo demás, no hay grandes alardes: ABS, espoiler trasero, cuatro airbags, anclajes isofix, llantas de 16 pulgadas y cinturones con pretensores en el capítulo de seguridad y mecánica; navegador por satélite, climatizador, radio con CD y tapicería de cuero en el de confort. Hay que citar también la pintura metalizada, que es la única opción disponible y que cuesta 278 euros.