El aire sobre la zona de pruebas de Immendingen se muestra fresco y bastante intenso. Aquí, en el profundo sur de Alemania, va a tener lugar la primera prueba de conducción con este espectacular prototipo de Mercedes-Benz. Un concept creado por la marca de Stuttgart que muestra su capacidad en materia de eficiencia energética sobre un vehículo de propulsión eléctrica.
Los de Mercedes recorrieron más de 1.000 kilómetros con una sola carga de batería hasta Niza... Y en otro recorrido, el Vision EQXX llegó a recorrer 1.200 km hasta Silverstone, llegando sobrado de carga para realizar otro bucle en dirección a Birmingham.
Nos ponemos al volante del Mercedes Vision EQXX
Con estas referencias comunicadas por la marca, ahora es nuestro turno. "¡Eres el primer empleado que no pertenece a Mercedes que va a conducir el coche!", me motiva una agradable voz, para la que ahora no tengo ojos. Frente a mí hay un coche de ensueño, el Vision EQXX. Impactante en sus formas, con una línea del techo que desaparece suavemente hacia la parte trasera, con los cristales de las ventanas encajados a la perfección sobre la carrocería. Y la sensacional parte trasera con su atrevido borde con el que termina y su llamativo frontal. Ya solo por su atractivo debería ser construido.

"Sólo tenemos uno, así que tened cuidado", dice la voz, todavía muy agradable. Mi copiloto es también piloto de pruebas de la marca y del EQXX y por lo tanto conoce esta maravilla aerodinámica como nadie. ¿Estará tranquilo dejándome el volante? En el interior encontramos todo tipo de peculiaridades técnicas, que no parecen tan esculpidas como de su aerodinámica figura podría realmente esperarse.
Colocamos la D en el selector de marchas para comenzar a movernos y el súper planeador acelera con confianza y suavidad hacia la puerta de salida de las instalaciones. A través de sus cristales puedes ver el resto del mundo de manera clara, incluso en la visión posterior. Giramos hacia la pista de pruebas abriéndonos paso a través de estrechas curvas y rotondas hasta alcanzar la pista. La capacidad de recuperación puede ajustarse en una amplia gama de perfiles.
Desde una conducción con un solo pedal hasta el rodaje sin la asistencia del motor, el EQXX lo hace todo. La palabra clave es rodar; capacidad de moverse. Sin embargo, el ruido de los neumáticos se transmite claramente al interior. "Nuestros neumáticos están, por supuesto, optimizados para que la resistencia a la rodadura sea mínima. Conducimos con 3,5 bares de presión en los neumáticos".

¿Qué más aplica para el ahorro de energía? Una decidida presión sobre el pedal del acelerador hace que el vehículo de 1,75 toneladas avance a toda velocidad. Es entonces cuando ‘la señora’ cambia de tono: "¡Conduces demasiado rápido!", nos regaña a través de la radio. Disciplina, por favor. Mientras que yo sólo voy a... "¡Demasiado rápido!", vale, vale. Seguimos nuestro trayecto en el que sólo nos encontramos con cuatro coches en el corto trayecto de pruebas de 16 kilómetros.
Mercedes Vision EQXX: máxima eficiencia
En la enorme pantalla aparece todo tipo de información, como la eficiencia actual de la transmisión, por ejemplo, o los valores del coeficiente aerodinámico Cx. Este varía dependiendo del uso de la rejilla en la parte delantera y de la posición del difusor extensible en la parte trasera, variando la resistencia al aire.
Un ligero traqueteo me irrita. "Ese es el freno que vuelve a acumular presión. Frenaste mecánicamente" me indica mi copiloto. Oh, sí, lo hice. Completamente ineficiente. Pero quería ver si el vehículo también se detenía de esta forma. Así que convertí algunos vatios en calor en lugar de cargar la batería. Esta es la forma en que funciona el aire acondicionado.

Supuestamente sólo necesita 600 vatios, y la batería de 960 voltios lleva un sistema de refrigeración pasiva por aire, con una placa de refrigeración en forma de panal bajo el coche.
Por fin, una larga recta. Los 180 kW (245 CV) de potencia empujan el coche de pruebas con vehemencia hacia delante, pero al alcanzar los 140 km/h no permite seguir aumentando la velocidad. El ruido del aire es casi inaudible.
Ruedo sin recuperación, sin retención, resultando sorprendente cómo corta el viento y avanza sin resistencia. En cualquier caso, la resistencia al aire y a la rodadura no podría ser menor y la sensación es que nos movemos más lentamente que a la velocidad real a la que conducimos. En la parte delantera, el EQXX también mide la presión del aire exacta en tiempo real en tres puntos y puede así controlar los sistemas de ayudas aerodinámicas automatizadas. Sin duda, eficiente al máximo.

Ya nos estamos volviendo hacia la carpa de prensa. ¡Qué pena! Podría haber conducido otros 1.210 kilómetros más o menos. Y estoy pensando si escribir una carta al presidente de la junta directiva inmediatamente o mañana por la mañana. Y es que Mercedes debe llevar el coche a producción. Aunque sólo sea para mostrar al mundo lo que la vieja Alemania todavía puede hacer: construir coches malditamente buenos y sostenibles. Y ahora incluso se hacen amigos del viento.