No te molestes en buscar más rivales. Con este tamaño, este formato y esta tecnología, no hay muchas más opciones en el mercado que el Kia Niro PHEV y el nuevo Renault Captur E-Tech. Nos movemos por tanto en coches de 30.000 en adelante —Kia tiene una versión de acceso con un precio ligeramente inferior a esta cifra—, unos 5.000 euros más en el caso del Captur E-Tech que otra versión de su gama que sea interesante y pueda ofrecer una capacidad prestacional más o menos similar, mientras que en el caso del Niro, un vehículo que nace en origen para albergar los diferentes sistemas de electrificación —híbrido, plug-in y 100% eléctrico—, supone desembolsar alrededor de 6.500 euros más que la versión sólo híbrida. ¿Mucho o poco? Todo depende de ti, del uso que hagas del coche, lo que valores de él, de si esperas o no amortizar su mayor precio a través de costes de uso simbólicos si te mueves asiduamente con electricidad —te costará muchos años… o muchas horas de uso—, pero si te vale mi opinión, creo que lo que te ofrecen estos dos SUV Plug-in y lo que te cuestan guarda un acertado equilibrio.

Kia Niro PHEV frente a Renault Captur E-Tech, ¿qué pierdes, qué ganas?
Diferencias de precio al margen, hay otras características del coche que se modifican respecto a sus versiones de partida y que pueden ser decisivas para determinados clientes. Una de ellas, el peso, pasará inadvertida en la conducción. La otra, la capacidad de maletero, no tanto. En el caso del Niro, los buenos 410 litros de maletero de la versión HEV, es decir, el híbrido normal, bajan hasta 324 litros al albergar bajo el maletero ciertos componentes eléctricos.; en el caso del Renault Captur E-Tech, los 422 litros de las versiones de gasolina —406 litros en el caso de los Diesel— pasan a 265 litros de la versión E-Tech, aunque estos mantienen la banqueta trasera corrediza en 15 cm para ampliar la capacidad de carga —sacrificando la interior—.

Ah, y como te puedes imaginar, ambos coches necesitan de una toma de carga. Aquí no te compliques demasiado porque sus baterías son razonablemente grandes para asegurarte un gran radio de acción como eléctricos —9,8 kWh en el caso del Renault Captur E-Tech y 8,9 kWh para el Kia Niro PHEV—, pero lo suficientemente pequeñas para que las puedas cargar con el enchufe de casa, más cuando ambos están limitado a la potencia que admiten sus cargadores internos: 3,6 kW en el caso del Renault Mégane Captur E-Tech y 4 kW para el Kia Niro PHEV. Esta pequeña ventaja, junto a baterías algo más pequeñas —para una autonomía eléctrica no muy inferior— aportan algo de ventaja al Kia Niro en tiempo de recarga, pero de cualquier manera, ambas baterías requieren estar menos tiempo enchufadas de lo que, apuesto, pasarás durmiendo hasta el día siguiente.
No quiero entrar en mucho detalle técnico, sólo recordarte que el Niro consigue 141 CV a través de dos motores, uno de gasolina de 105 CV y otro eléctrico 61 CV, mientras que los 160 CV del Captur E-Tech se nutren de un motor de gasolina de 91 CV y dos motores eléctricos, uno de 49 CV y otro de 34 CV. Si bien, una de las diferencias mayores reside en la transmisión, y que en ellas veas una eventual ventaja depende también de ti. Renault tiene un singular cambio multimodo que, resumiéndotelo, lo hace todo por ti, pero con alguna irregularidad en cambios que requieren rapidez de respuesta, mientras que Kia ha optado por una transmisión automática de doble embrague y seis relaciones que podrías usar “a mano” y que, desde mi punto de vista, aporta más naturalidad en la conducción, y más control en determinados momentos y superior “integración” mecánica en términos de suavidad de uso. La ventaja técnica del modelo de Renault es que no tiene embrague, y por tanto, en un elemento a desentenderse en un futuro en cuando a mantenimiento: son los motores eléctricos, junto a una combinación de engranajes, los que ponen el coche en movimiento, así que el Captur E-Tech, sea cual sea el modo de conducción elegido, siempre inicia la marca con electricidad.

Kia Niro PHEV vs Renault Captur E-Tech, eléctricos en ciudad, híbridos fuera de ella
No temas por el sobrepeso que aportan sus motores y baterías cuando toca usar el coche en largas distancias; lo compensa, sobradamente, su estrategia híbrida, el gran aporte eléctrico que vas a seguir teniendo aún cuando veas que sus baterías están teóricamente a cero, consiguiendo en ambos casos sorprendentes cifras “de diésel”. En el caso del Kia Niro PHEV, puedes marcar medias en carretera de entre 4,5 y 5,5 l/100 km si te mueves con suavidad, mientras que Captur, tal como hemos podido comprobar en las primeras tomas de contacto, puede seguirle con cifras algo mayores, pero de apenas sólo décimas. En mi caso, he logrado mantenerme siempre por debajo de los 6 litros incluso a ritmos ágiles y en conducción, más que despreocupada, buscándole las cosquilla a este nuevo conjunto mecánico desarrollado por Renault, idéntico también al que usa el renovado Mégane 2020.
En carretera, la diferencia de potencia no es tan significativa como el funcionamiento de sus motores de gasolina: el del Niro es más suave, todavía más silencioso y agradable cuando es el propulsor principal. Tampoco es decisivo el doble aporte eléctrico del modelo de Renault ya que en ambos modelos adviertes cómo el par eléctrico llena con prontitud y consistencia la entrega de potencia para ganar ágilmente velocidad, logrando que sientas seguridad a la hora de, por ejemplo, realizar un adelantamiento, si bien, sí apostaría a que el Captur logra realizarlos en un tiempo ligeramente inferior del mismo modo que los primeros metros de aceleración también siento más poderoso al Captur E-Tech, para igualarse la pegada de uno a partir de velocidades medias. En carretera son también coches muy cómodos, en este caso, no tanto por ausencia de ruidos de motor, aerodinámicos o de rodada, sino por la lograda amortiguación, con una mínima ventaja para el Kia Niro PHEV que ofrece trenes rodantes algo más y mejor filtrados, a cambio, eso sí, de una respuesta de dirección menos directa.

En uso urbano, son dos coches “de diez”. Aquí las ventajas pueden residir en el Captur más allá del factor mecánico: es algo más pequeño —4,23 m frente a 4,35 m— y tiene un radio de giro más favorable. Pero también tiene una autonomía eléctrica algo superior. Si te ciñes exclusivamente a uso urbano, es factible acercarse a los 60 km con él, mientras que en el Niro PHEV la autonomía más realista ronda entre los 40 y 45 kilómetros. Por ello, en distancias mayores, cuando el motor de gasolina despierta del letargo para cubrir kilometrajes de entre 100 o 150 km, el Captur es el modelo que consigue mejores cifras de consumo aprovechando también un mayor aporte eléctrico a lo largo de la ruta, aunque en ambos casos son vehículos que cubren con sobresaliente las necesidades de quienes necesiten un eléctrico para el día a día y un coche completamente normal para el resto de uso, siendo por tanto el factor confort o el de espacio el que pueda descompensar la balanza en favor del modelo de Kia.
Kia Niro PHEV VS Renault Captur E-Tech. Hablemos de precios
La eventual ventaja del Kia Niro PHEV es que tiene una versión de acceso más barata que el Captur E-Tech: 29.236 euros en acabado Concept frente a los 31.024 euros que habría que pagar para adquirir el Renault Captur E-Tech más asequible, el cual, si bien ofrece un equipamiento más abundante —reconocimiento de señales de tráfico, control de distanciad e aparcamiento detantero y trasero, retrovisor interior fotocromático o detector de ángulo muerto, entre otros elementos— el Niro lo compensa con sistemas de seguridad de serie más interesantes, como el airbag de rodilla para el conductor o el programador de velocidad. Captur ofrece una versión más equipada en su acabado S.L Edition E-Tech por 32.0307 euros, mientras que el Niro PHEV ofrece dos opciones más: un Drive, por 32.0206 euros y el Emotion, por 34.000 euros.