Es frecuente que los fabricantes generalistas, cuando lanzan un compacto, reconozcan su obsesión con el VW Golf. Con siete generaciones —la octava, para el segundo semestre de este año— y desde su aparición en 1974, se ha convertido en el modelo más vendido de la historia en Europa. De ahí su importancia como referencia, y en todos los aspectos que definen a un compacto.
El Kia Ceed, también en sus últimas tres generaciones —la primera, mucho más reciente, de 2007—, ha sido un compacto «made in Europa». No sólo se ha fabricado únicamente en Eslovenia, sino que también todos y cada uno de los miembros de esta saga han sido diseñados, desarrollados y puestos a punto pensando en los conductores europeos: a diferencia del Golf, que ha exportado su condición de alemán por el mundo, el Ceed —nacido como Cee´d— sólo se ha vendido aquí.
Uno de los aspectos reseñables de este nuevo Kia Ceed —y en Hyundai, en su equivalente, el i30— es el salto que, generación tras generación, ha dado en calidad o comportamiento, hasta el punto de no sólo situarse a un nivel semejante al de los modelos de marcas europeas sino, incluso, entre los mejores en dos cuestiones que, al ojo de los europeos, son siempre muy ponderadas.
El nuevo Kia Ceed se siente bien hecho. No sólo por sus ajustes, también por sus materiales. Por ejemplo, en la parte superior del salpicadero se usan dos tipos de componentes distintos —uno de ellos, lacado en negro, como parte del salpicadero del alemán—, algo que no sólo le da una prestancia mayor a la del menos adornado del Golf, sino que también da pie a percibir una solidez en su ensamblaje con la que medirse con él. El único elemento que penaliza la percepción de calidad transmitida por el Ceed es la bandeja trasera, que puede golpear con sus soportes si sus topes de goma se mueven.
PRESTACIONES | Kia Ceed 1.4 T-GDi 140 CV Tech | VW Golf Sport 1.5 TSi Evo 150 CV |
Acel. 0-100 km/h | 8,85 s | 8,72 s |
Acel. 0-1000 metros | 30,04 s | 29,5 s |
Adelantamiento 80-120 km/h | 6,79 s | 6,9 s |
Sonoridad al ralentí | 46,9 dB | 49 |
Sonoridad 100 km/h | 67,8 dB | 69 dB |
Frenada desde 100 km/h | 35,41 m | 36,65 m |
Peso en báscula | 1.382 kg | 1.342 kg |
La sobriedad del VW Golf la rompe la instrumentación. En nuestra unidad, atrae la mirada la pantalla de 12,3" del Volkswagen Digital Cockpit. En los acabados Edition o Advance se usan relojes analógicos, pero este Sport cuenta con esa pantalla multi-configurable que permite llevar hasta ella los mapas de navegación, elegir el tamaño de velocímetro y cuentarrevoluciones, etc. Más adelante, el Ceed tendrá una instrumentación así pero, por ahora, tiene el buen detalle de que en la pantalla del ordenador puede verse la posición de funcionamiento de luces o limpias.
A estas alturas llama menos la atención la pantalla central del salpicadero, integrada en el Golf en una posición más baja que la del Kia, más alejada de la línea del horizonte por tanto, pero activa a la proximidad de la mano: amplifica las funciones seleccionables y, hasta, añade indicaciones.
La pantalla del Kia Ceed también es de 8" y táctil, pero con la redundancia de que muchas de las funciones tienen también su propia tecla. Ya incluye navegación y los servicios conectados de TomTom. Por su parte, el Display Multifuncional Plus del Golf controla otras tantas funciones, además de las ayudas a la conducción.
Kia Ceed y VW Golf: su tecnología
En ambos, las ayudas a la conducción son abundantes y una muestra de que están a la última. Así, por ejemplo, en el Ceed son de serie, sin que importe el nivel, la asistencia de mantenimiento en el carril, el sistema de detección de fatiga, el de advertencia de alcance o el de encendido de luces de carretera. En los Emotion, además, está el control de vehículos en el ángulo muerto y el reconocimiento de los límites de velocidad. Especialmente meritorio es el trabajo del que mantiene al coche en el centro del carril suavemente.
CONSUMOS | Kia Ceed 1.4 T-GDi 140 CV Tech | VW Golf Sport 1.5 TSi Evo 150 CV |
Consumo en ciudad | 7,1 l/100 km | 7,2 l/100 km |
Consumo en carretera | 5,7 l/100 km | 5,3 l/100 km |
Consumo medio | 6,3 l/100 km | 6,1 l/100 km |
En el Golf nos gusta que el Start-Stop trabaje teniendo en cuenta al vehículo precedente en los atascos, de modo que enciende el motor cuando aquél se mueve. También es eficaz el Lane Assist, el equivalente al sistema de mantenimiento en el carril del Kia, con menos rebotes que otros modelos del consorcio. A diferencia del Ceed, ésta y otras ayudas como la de alerta de tráfico cruzado, los asistentes de luz de carretera, angulo muerto, lector de señales de tráfico, etc., son opcionales: 1.140 euros en los paquetes más completos. El Front Assist, la alerta de colisión, sí es de serie.
A diferencia del resto de coches del segmento, Volkswagen siempre ha hecho crecer contenidamente a su Golf —nació con 3,70 m—, hasta el punto de que hoy está junto a Mini Clubman, Peugeot 308 y Seat León, entre los más pequeños de la categoría, con sus 4,25 m de longitud. El Ceed es sólo un poco más largo, mientras que el resto de dimensiones de la carrocería —que mantiene proporciones calcadas en ambos— están separadas por milímetros. Con continentes tan parecidos, no es raro que también la habitabilidad lo sea en general. La disimilitud está en el espacio longitudinal, ya que el del Golf propicia un acomodamiento mejor —sorprende incluso al compararlo con compactos aún mucho más largos— para los ocupantes altos en las plazas traseras, mientras que el Ceed no pasa de discreto en este aspecto. Contrasta, también, el mayor vano de acceso a esas plazas en el Golf. Sin embargo, el túnel de la transmisión molesta más en el alemán a un hipotético tercer ocupante posterior.
En cuanto a maleteros, sus capacidades de casi 400 litros son destacables. Que recordemos, más apenas tienen otros compactos como el Mégane y, por supuesto, el Civic. Al abatir los respaldos traseros, estos prolongan el suelo al mismo nivel en el Ceed si el suelo móvil se sitúa en la posición más alta, mientras que en el Golf una cuña se ocupa de acercar ambos elementos.
No hay más que remontarse a la historia del Golf para identificarlo como un vehículo innovador, de los que creaban modas y situaciones seguidas por los demás. Ocurrió con los GTI, con los GTD... Y pasa hoy cuando miramos a su gama de motores, donde conviven uno de los primeros 1.0 tricilíndricos con, por ejemplo, este 1.5 con dos variantes, una de 125 CV con su peculiar ciclo Miller; y ésta, la de los Evo, un 150 CV con dos de sus cuatro cilindros desconectables. Esto ocurre hasta a 140 km/h si se activa el modo Eco, no estamos usando 1ª y si se acelera poco. El conductor percibe esa desconexión antes por la indicación en la instrumentación que por el ruido.
Por sí solo, este motor —el «pequeño» aún no ha caído en nuestra manos— es una de las razones para rendirse ante el Golf. Suave, siempre dispuesto, con una respuesta rápida, da excelentes prestaciones y, como no podía ser de otra forma, un muy bajo consumo, sobre todo en carretera donde mucho más a menudo se hace bicilíndrico. Un reto a los Diesel. ¿Perfecto? Pues, entre los de menos de 2 litros de gasolina, quizá estemos ante el mejor de los mejores hoy.
El reto para el 1.4 T-GDI de Kia, por tanto, no es menor. Un motor que, salvo porque no es muy enérgico a pocas vueltas —arrancar en cuesta con él exige atención extra, aun cuando queda frenado segundos— y que vibra un poco más, es espléndido. Su rendimiento mejora a motores de otros coches con potencia parecida como el Focus 1.5 EcoBoost, Astra 1.4T o hasta el i30 con este mismo cuatro cilindros.
ESPACIO | Kia Ceed 1.4 T-GDi 140 CV Tech | VW Golf Sport 1.5 TSi Evo 150 CV |
Anchura delantera | 143 cm | 142 cm |
Anchura trasera | 138 cm | 135 cm |
Altura delantera | 90-96 cm | 89-96 cm |
Altura trasera | 95 cm | 96 cm |
Espacio para piernas | 69 cm | 75 cm |
Maletero | 380 litros | 380 litros |
Con desarrollos parecidos, el cambio del Golf se maneja mejor que el del Ceed, que se engancha un poco, lo que le ralentiza.
El comportamiento del bastidor de ambos es de gran nivel. El Volkswagen se percibe más durillo que el Kia, más amable en la gestión del bacheado, y la situación es parecida también con la dirección, que se siente más asistida en el Ceed que en el modo de conducción, que lo es más del Golf. La sensación global es de que el surcoreano tiene una conducción más suave por la más directa del alemán.