Basado en el Grand Cherokee, con un diseño muy particular y una potente mecánica Diesel V6, este Jeep ofrece capacidad para siete ocupantes, excelente comodidad y razonables aptitudes TT.
Sin duda, el motor que anima al Jeep Commander es uno de los principales atractivos del particular modelo. Se trata del mismo que emplea el Grand Cherokee en su tercera generación, un 3.0 CRD V6 y culata de cuatro válvulas por cilindro. Anuncia una potencia máxima de 218 CV a 4.000 rpm y un par máximo de 52 mkg a 1.600 rpm.Cuenta con todos los elementos tecnológicos de última hornada en materia de motores Diesel: inyección a alta presión common rail (1.600 bares), turbocompresor de geometría variable, doble catalizador, filtro de partículas, etc. Se encuentra asociado a una caja de cambios automática de cinco velocidades con posibilidad de manejo secuencial desde la palanca de cambios central.La transmisión que ofrece es permanente a las cuatro ruedas -denominada por la marca Quadra-Drive II-, ya conocida en el Grand Cherokee, con tres diferenciales electrónicos de deslizamiento limitado: delantero, central y trasero. Este sistema permite mayor capacidad de adherencia sobre firmes deslizantes, gracias al sistema de gestión electrónica independiente del par enviado a cada una de las ruedas. En condiciones normales envía el 48 por ciento al eje delantero y el 52 por ciento al trasero. El dispositivo tiene capacidad para enviar cerca del 100 por cien de la energía a una sola rueda.En principio, podría parecer que la potencia resulta escasa para mover las cerca de 2,4 toneladas que pesa el conjunto. Nada más lejos de la realidad. El motor empuja con solvencia y suavidad desde muy abajo y permite viajar a cruceros desahogados sin ningún problema (la relación peso/potencia es de 11kg/CV). La transmisión automática tiende a engranar con rapidez la quinta velocidad, que resulta un poco larga para moverse por carretera, aunque muy eficaz en autopistas o autovías, pues aparte de mantener el motor a muy pocas revoluciones, contribuye a mantener unos niveles de ruido muy bajos. De hecho, parte de la rumorosidad que se cuela en el habitáculo, especialmente a velocidades altas, proviene de la aerodinámica y de la propia rodadura de los neumáticos.Si tenemos cautela con el acelerador, los consumos se mantienen en términos muy aceptables, en torno a los 10 u 11 litros/100 km cuando rodamos por autopista a velocidades legales, si bien se muestran sensibles a la presión del gas y pueden llegar a valores muy superiores si intentamos practicar una conducción más enérgica.El comportamiento dinámico sobre firme bien pavimentado es bueno en términos generales, con unas suspensiones que filtran a la perfección las irregularidades del terreno, aunque las blandas suspensiones favorecen la inclinación de la carrocería y requieren atención a la entrada de virajes pronunciados, pues la inercia se deja sentir con facilidad a poco que circulemos con alegría. En carreteras bacheadas se deja sentir la configuración del eje rígido posterior, que provoca pequeños rebotes, nada alarmantes, pero sí algo incómodos.A la hora de circular por campo, especialmente por terrenos difíciles, nos encontramos con algunas dificultades propias de su peso, batalla, altura libre al suelo y dimensiones. Las blandas suspensiones permiten buen filtrado de las irregularidades cuando vamos despacio, pero si aumenta el ritmo de la marcha, las inclinaciones de la carrocería no son controladas lo suficiente por los amortiguadores, con lo que se produce una sensación de menor confianza. También aquí el peso del conjunto se deja sentir, no sólo en las curvas o baches, sino también en las frenadas fuertes, en las que el morro baja hasta casi tocar el suelo y la parte posterior se levanta con mucha facilidad.Una ayuda inestimable en este tipo de recorridos, aparte de la transmisión Quadra-Drive II, es la reductora, que divide casi por tres la relación final del cambio y permite mover con brío las casi 2,4 toneladas de Commander. Con la reductora conectada, el control de estabilidad se desactiva de forma automática para mejorar la movilidad.No se puede decir que sea barato, pues 51.350 euros son muchos para un TT, pero es que el Commander CRD 3.0 V6 sólo está disponible en acabado Limited, que incluye un equipamiento de serie excepcional, en el que se ofrecen de serie asientos eléctricos calefactables con tapicería de cuero, pedales eléctricos, control de estabilidad, ABS y sistema de ayuda a la frenada de emergencia, control de tracción, airbags frontales de conductor y pasajero y laterales de cortina, alarma antirrobo, climatizador automático independiente para las plazas delanteras y traseras, volante de cuero con mandos de audio integrados, retrovisor interior automático, sensores de aparcamiento delantero y trasero, llantas de aleación de 17 pulgadas, lunas tintadas, luneta posterior practicable, techo eléctrico delantero y zonas acristaladas en la parte trasera. Como opción únicamente está disponible la pintura metalizada, el enganche de remolque, el navegador GPS o el DVD.