Jaguar F-Pace TDV6 AWD vs Porsche Macan S Diesel, ¿cuál es mejor?

El Jaguar F-Pace apunta alto por intenciones deportivas y alto contenido tecnológico. Pero... ¿será capaz de enfrentarse y plantar cara al Porsche Macan?

Pablo Mallo. Twitter: @p__mallo Fotos: Israel Gardyn

Jaguar F-Pace TDV6 AWD vs Porsche Macan S Diesel, ¿cuál es mejor?
Jaguar F-Pace TDV6 AWD vs Porsche Macan S Diesel, ¿cuál es mejor?

Si hay un fabricante que ha logrado trasladar la deportividad al segmento SUV, incluso en las versiones Diesel, es Porsche. Y aunque en la mayoría de los casos no se trata de una puesta a punto radical (léase versiones GTS y Turbo S), sí que es suficiente para, a la hora de abordar una carretera de curvas, llegar a olvidar que estás conduciendo un SUV. Pues bien, Jaguar ha conseguido que el F-Pace tenga un tacto deportivo comparable al Porsche Macan, además lo ha dotado de un motor Diesel de mayor potencia, haciendo del dinamismo una de sus prioridades. Tecnología, equipamiento y diseño también están a gran nivel, así que, pese a tener un enfoque más familiar, ¿por qué no enfrentarlos?

Jaguar F-Pace frente a Porsche Macan, estrategia propia

Si nos fijamos en el tamaño de la carrocería, al Jaguar F-Pace le ocurre lo mismo que al deportivo Jaguar F-Type, que se encuentra a medio camino entre el Porsche 718 Boxster/Cayman y el Porsche 911. Y en este caso, también el Jaguar F-Pace resulta algo más grande que el Porsche Macan —supera igualmente al Audi Q5, BMW X3 y compañía—, pero sin llegar a las dimensiones del segmento superior. Algo que también hay que tener en cuenta y que lo convierte en una alternativa interesante es que, por precio, está más próximo a los primeros, al menos si hablamos de los acabados más convencionales, ya que el tope de gama First Edition, que es el que nos ocupa en estas páginas, cuesta prácticamente lo que un Porsche Cayenne de acceso. Eso sí, echando un vistazo a su dotación de serie, casi se podrían justificar los 26.720 euros que suma respecto al acabado Pure, el menos equipado.

Por ejemplo, comparado con el Porsche Macan —e incidiendo sobre el apartado dinámico—, el Jaguar F-Pace lleva de serie amortiguadores pilotados y sistema "torque vectoring", que induce el giro actuando selectivamente sobre los frenos para incrementar al mismo tiempo la precisión en curva. Ambos elementos están dentro de la lista de opcionales del Porsche Macan —nuestra unidad los incorporaba—, y a ellos hay que añadir la suspensión neumática y los frenos cerámicos, dos lujos tecnológicos que el Jaguar F-Pace no ofrece y que permiten especializar aún más la conducción. Otros dispositivos que equipa el Jaguar F-Pace First Edition, y por los que debemos pagar un suculento extra en el Porsche Macan, son los faros de tipo led, el sistema de reconocimiento de señales de tráfico, el navegador, los retrovisores fotocromáticos o la llave inteligente, por lo que, al final, a igualdad de equipamiento se acorta la diferencia de precio entre un modelo (Jaguar F-Pace) y otro (Porsche Macan).

Jaguar F-Pace frente a Porsche Macan, detalle crucial

Volviendo al comportamiento, hay algo que afecta directamente a la personalidad de cada uno. Se trata de los neumáticos. En el caso del Porsche Macan, en función del tipo elegido cambia ligeramente el consumo y, con ello, las emisiones de CO2 y el tramo impositivo del Impuesto de Matriculación. Los "todo tiempo" M S que montaba nuestra unidad benefician la economía y las prestaciones en caminos, barro, nieve... sacrificando eficacia en asfalto seco.

Jaguar F-Pace vs Porsche Macan Justo lo contrario ocurre en el Jaguar F-Pace, equipado con deportivos Pirelli PZero, de enorme medida y bajo perfil: 265/40 R22, frente a los 235/55 R19 delante y 255/50 R19 detrás, en el Porsche. El calzado influye notablemente en el comportamiento y, aunque las llantas de 22 pulgadas del Jaguar F-Pace resultan muy atractivas a nivel de diseño y dinamismo, no todo son ventajas. Es cierto que logran un agarre altísimo en curva, pero también hacen que las reacciones sean menos progresivas una vez superado el límite de adherencia, obligando al ESP a actuar con contundencia y de forma claramente perceptible para evitar que la situación se desmande. Adicionalmente, su bajo perfil reduce el confort de marcha cuando el asfalto no está completamente liso, transmitiendo al habitáculo sus irregularidades, sobre todo al circular a baja velocidad. Otro inconveniente añadido es que la rueda de repuesto, que es de la misma medida, obliga a realzar el plano de carga del maletero para poder alojarla bajo el piso, restando una capacidad considerable y limitando una de las ventajas prácticas del Jaguar F-Pace frente al Porsche Macan: su mayor maletero. Por lo tanto, si el uso del coche va a tener un enfoque familiar —como por lógica correspondería a un SUV—, mejor optar por una medida de neumático más conservadora.

Jaguar F-Pace frente a Porsche Macan, ¿un Porsche o un SUV?

Comparado con el Porsche Macan, el Jaguar F-Pace puede ser casi igual de rápido en curva, muy reactivo a lo que hagamos con el pie derecho, aunque menos preciso al límite y con una dirección menos comunicativa. No hay mucha diferencia entre los modos sport y normal en lo referente a dureza de suspensión y dirección, aunque sí que cambia de manera más palpable el modo de entregar la potencia del motor. En el Porsche Macan, en cambio, el programa de conducción deportiva aporta mucha mayor firmeza de amortiguación, resultando incluso incómodo si el asfalto está en malas condiciones. En Sport su personalidad se transforma y deja de parecer un SUV, también por la ágil respuesta de motor y transmisión. Sólo desconectando el ESP, cuyo funcionamiento es algo intrusivo, es cuando realmente se aprecia lo equilibrado que resulta su bastidor, el buen trabajo de la tracción total y la eficacia que puede añadir el tren trasero a base de gas una vez que adquieres confianza. Como decíamos, su talante es impropio de un SUV. En modo normal, sin embargo, el Porsche Macan es bastante más confortable que su rival —seguramente no habría tanta diferencia frente a un Jaguar F-Pace con llantas menos radicales—, a lo que hay que añadir un mejor aislamiento acústico y mayor refinamiento mecánico.

Por otra parte, aun siendo menos potente, el motor del Porsche Macan es más vivo y sube de vueltas más rápidamente, haciendo que sus prestaciones sean superiores. También es más inmediato su cambio de doble embrague PDK, de funcionamiento brillante, aunque la caja de 8 velocidades del Jaguar F-Pace, por convertidor de par, no plantea duda alguna y resulta más dosificable para maniobrar y aparcar. En cualquier caso, ambos cuentan con par motor de sobra para moverse utilizando sólo la zona baja del cuentavueltas, que es la manera más lógica para un SUV.

En el fondo no son rivales tan directos como podría parecer, y es sobre todo el carácter más versátil del Jaguar F-Pace el que debería marcar la diferencia gracias a su mayor amplitud. El Macan, eso sí, es todo un Porsche.

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