El Ford Bronco tiene una sola elección de carrocería y motor para España. La versión larga con el motor de gasolina de seis cilindros en V de 335 caballos y un turbo por bancada, un Ecoboost para más señas, que empuja muy bien y aunque el consumo homologado de gasolina está por arriba de los 10 litros largos, no se puede considerar desmesurado.
Es un coche muy llamativo por sus formas cuadradas, sus detalles exteriores o la gran altura libre al suelo. Se vende en dos acabados, que la marca denomina Outer Banks y Badlands. El primero por 86.600 euros, y el segundo por 91.450 euros con diferencias además en el equipo técnico del coche y de su desempeño fuera de carretera.

El segundo es todavía más especializado en su uso de 4x4 con diferencial trasero, central y delantero y desconexión por botón de la barra estabilizadora delantera para conseguir todavía un mayor recorrido de suspensión. Esto otro de los puntos fuertes del Bronco. El Outer Banks despega del suelo 237 mm, mientras el Badlands 261. Delante, el primero desplaza la suspensión hasta los 202/249 mm que ya está muy bien, mientras el más especialista lo hace 222/259. Ambos tienen 800 mm de profundidad de vadeo, tracción total conectable y reductora, pero es que el segundo además consta de diferencial central, amortiguadores Bilstein de doble depósito, neumáticos más anchos y más de todo terreno, mayor ángulo de ataque (40,6 frente a 38,1), superior ángulo de salida (33,3 frente a 31,4) y ventral (33,3 frente a 31,4).
Ford Bronco: una conducción apasionante
Su conducción resulta apasionante para los amantes del todo terreno. Cuenta con un mando selector para cada conducción, el llamado GOAT, una ruleta en la consola del cambio que permite una fácil actuación. A los dos les es común que se pueden conducir en tracción a dos ruedas en largas (2H), tracción a las cuatro ruedas también en marchas largas (4H) y tracción a las cuatro ruedas con marchas cortas (4L). La diferencia es que el Badlands ofrece un modo de tracción automático y el diferencial central (además del delantero bloqueable) que le permite mejores aptitudes off road y hasta poder rodar en carretera en tracción total sin necesidad de detener el coche para engranar.

Dotado de todo eso más un chasis por largueros (como el Raptor pero de siete travesaños), una caja de cambios automática de 10 velocidades, su desempeño en carretera es notable. Y lo es más aún todavía en conducción todo terreno, donde sencillamente se muestra como uno de los grandes especialistas. Está claro que huir del monocasco es, más o menos sino la mejor opción, para los todo terreno más preparados que en este caso usan además eje rígido trasero cuyo rendimiento y fortaleza en el uso del todo terreno son altamente valorados.