Ford Mustang California Special: a prueba uno de los descapotables más míticos de la historia

Mito de la automoción, el Ford Mustang es en sí mismo un sueño hecho realidad para los amantes de lo exclusivo, de los deportivos de raza, del disfrute de la conducción...valores todos ellos que llegan al máximo si hablamos de una versión limitada como el California Special.

El Ford Mustang California Special se da siempre en versión V8 con 450 CV y capota de lona retráctil.
El Ford Mustang California Special se da siempre en versión V8 con 450 CV y capota de lona retráctil.

Cuarentayocho horas de ilusión. De reencuentro con el placer de usar un coche como quedan pocos. De olvidarse de limitaciones, de emisiones, de la racionalidad llevada al extremo. De disfrutar tanto de la slow life circulando por debajo de la velocidad legal como de sentir el hormigueo interior de conducir V8 sin limitaciones... Eso es lo que nos sucedió hace unas semanas cuando Ford puso en nuestras manos algo tan especial como «la» unidad de pruebas del Mustang California Special. No era mucho tiempo y, por supuesto, no podíamos trabajar de la manera habitual con nuestras mediciones de consumos, de prestaciones, de fotos específicas…Pero sí pudimos convivir con un coche alucinante y compartir contigo lo grato que puede ser tener en un bolsillo la llave de un coche que, en sí mismo, es historia del automóvil.

Porque el California Special es mucho más que un «simple» Ford Mustang, lo que ya es decir. Cuesta 2.200 euros más que aquel, traducidos en una personalización que le convierte en inconfundible que pasa por las llantas de 19” y gris carbono, la parrilla delantera en nido de abeja, la tapicería en ante Miko con asientos calefactados y refrigerados y detalles de acabado como las insignias GT/CE. Adicionalmente, si alguien quiere o necesita más diferenciación, podría optar por las tomas de aire laterales traseras o, esa sí con una clara influencia en conducción y percepciones, la suspensión MagnaRide 6 que puede permite elegir entre mayor comodidad o eficacia a voluntad, según el estado de ánimo y el modo de conducción seleccionado. Nadie pensará que ha malgastado el dinero.

Así es el Ford Mustang California Special

Fueron apenas dos días, y prácticamente coincidiendo con el anuncio de la nueva generación Mustang, —la séptima desde su aparición original en 1964— los que vivimos la experiencia de ser un rico, y a ratos despreocupado, «dueño» de un mito. Para recapitular, sólo se da en su versión descapotable, con techo de lona de accionamiento eléctrico, y con un contundente motor atmosférico V8 5.0 de gasolina con 450 CV de potencia máxima en el que economía de uso y reducción de emisiones pasan a un plano secundario frente a las prestaciones, la contundencia y el empuje sin cortapisas, con nada menos que 529 Nm a 4.600 rpm que le permiten acelerar de 0 a 100 km/h en 4,5 s desatando una sonoridad embriagadora con un mero gesto de tu pierna derecha.

Siendo un Ford Mustang tenía que ser un propulsión trasera ¡impensable cualquier otra posibilidad! Aunque si permite elegir entre la transmisión manual de seis relaciones con sistema de adaptación de las revoluciones que simula el punta tacón, o el imponente cambio automático de diez relaciones, con un sobrecoste de 3.000 €. Ese fue el que condujimos y para nada echamos en falta el pedal de embrague ni la retención de un cambio manual. Sin llegar al cambio de un Ferrari, es suficientemente rápido en sus transiciones y con una exquisita suavidad al circular relajadamente y facilita no sólo ir con el motor bajo de vueltas, con una décima velocidad de 60 km/h a 1.000 rpm, sino que tiene una relación tan cerrada en sus primeras marchas que es más rápido en aceleración que la versión manual, nada menos que 0,3 segundos (o sea: un 7% más rápido en arrancada).

El Ford Mustang California Special se da con cambio manual de seis relaciones o uno automático de diez.
Ford Mustang California

Pero basta hundir el pedal derecho para percibir el bramido y sentir cómo el cuerpo se pega al asiento. De inmediato bajan varias marchas, no una, ni dos, ni tres… Con 10 relaciones, la séptima sería la de la relación más directa y la tendencia natural es a circular en la más larga posible. Hasta 5 llegamos a contar y todo empieza a suceder deprisa, muy deprisa. Las rectas parecen encoger y cuando abres gas con la dirección girada sientes cómo los ingenieros de chasis han dado con una puesta a punto de los controles de tracción y estabilidad magníficos, de esos que te dejan gozar y te quitan muchas preocupaciones, especialmente cuando has seleccionado el modo Sport de conducción, llevando los límites de un derrapaje controlado muy lejos.

La dirección es rápida y precisa. Pero también frena ¡y con qué contundencia! Con un tacto de pedal confiable y el poderío que te permiten unos discos de presencia impactante. Ventilados de 380 mm con pinzas Brembo de aluminio y seis pistones los delanteros y discos ventilados de 330 mm los traseros, con pinzas de hierro flotantes de pistón simple.

El Ford Mustang California Special en el día a día

El acceso al Ford Mustang no es complicado, al menos a las plazas delanteras toda vez que las dos plazas traseras precisan de cierta agilidad…siempre y cuando no se haya accionado la capota. Te sientas. Volante y pedales quedan bastante bien alineados y, posiblemente, en un viaje largo no vayan a suponer un elemento de incomodidad. Los asientos son cómodos y generosos, no excesivamente calurosos incluso si hubiésemos aparcado al sol. Pulsas el botón de arranque y escuchas el borboteo de los ocho cilindros. Empieza la magia.

La instrumentación es digital y la pantalla multifunción es algo más que el elemento de infoentretenimiento. Afortunadamente, buena parte de los elementos de conducción conservan selectores físicos: las levas en el volante, el botón de desconexión del ESP, el de modos de conducción…sin caer en excesos de purismo, esto es algo de utilidad real, especialmente si quieres accionarlos en marcha.

La instrumentación es digital y varía su presentación ajustando la información a lo más relevante en función del modo de conducción seleccionado.
Ford Mustang California

Pulsar el botón de arranque del Ford Mustang te hace empezar el día de una manera diferente. Ese burbujeo de los ocho cilindros. La sugerente instrumentación digital. Ese morro tan alargado ante ti. Esa dirección rápida que no da pereza accionar…y menos mal, porque la capacidad de maniobra del Mustang no es buena, no baja de los 12 m de diámetro, y es un coche ancho, de 1,90 m sin contar con los espejos … con lo que será recomendable hacer una maniobra extra…o dos para salir del garaje o si intentamos entrar en los parkings menos modernos de la zona centro de cualquier ciudad.

Circular en el Ford Mustang al ritmo del tráfico es un ejercicio sugerente, cómodo, agradable. Con la capota plegada y las ventanillas subidas podemos superar las velocidades legales sin notar el viento molestando en el cuero cabelludo. E incluso, con ellas bajadas, no es incómodo aproximarnos al entorno de los 100 km/h, aunque como buen cabrio que es cuando más se puede disfrutar es paseando despreocupadamente. Aunque no hay que olvidar que tienes 450 CV prestos a acudir a la llamada del pedal derecho. Y aun a riesgo de resultar frívolo, son los 450 CV más baratos, o menos caros, disponibles en el mercado. Son 65.000 euros los que cuesta este Ford Mustang California Especial con cambio automático. Una cantidad alta objetivamente, pero es mucho más barato que cualquier otro automóvil de más de 400 CV y motor térmico que, además, no podrá presumir de un legado histórico ni de fusionar los conceptos de cabrio e hiperdeportivo que no da pereza en usar cada día de la semana.

2022 FORD MUSTANG CALIFORNIA  16

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