La versión electrificada con la que cuenta hoy la gama Ford en Europa, tras haber tenido antes el Focus EV, es la híbrida del Mondeo, con el apellido HEV. Este Ford Mondeo HEV combina los 140 CV de su motor de gasolina con los 120 CV del eléctrico, aportando una potencia conjunta de 187 CV.
Toda la energía que entra y sale de su batería y se usa para mover las ruedas se produce con dos motores de eléctricos. Uno, movido por las ruedas, de modo que, como un kers de fórmula 1, recupera energía cinética (a menudo, el ratio es de 1 km recuperado por cada 10, pero puede ser del 30 por ciento si se usa la retención extra del cambio en L). El otro, por el motor de gasolina, un 2.0 atmosférico de ciclo Atkinson, que actúa como un generador. Todo muy parecido a lo que encontramos en un Toyota Prius, incluso en lo que concierne al tamaño y la posición de la batería de iones de litio y con capacidad para 1,4 kWh. Esta se sitúa por detrás del asiento trasero y sobre el suelo del maletero, ocupando 250 litros. Así, condiciona en forma y capacidad el espacio de carga, además del volumen disponible para el depósito de combustible: el maletero se queda en 435 litros útiles, mientras que en el depósito se pierden 10 litros al caber 53.
Este sistema de propulsión sólo está disponible con los acabados Titanium y Vignale, en tanto que el Ford Mondeo HEV siempre es de cuatro puertas.
Ford Mondeo HEV, así funciona
Cuando se trata de utilizar esa electricidad para mover al Ford Mondeo HEV, es el motor ligado directamente a las ruedas el que se ocupa de ello. La sensación conduciéndolo es que este motor eléctrico trabaja en solitario muy puntualmente: circulando a baja velocidad (la usual en ciudad) y con poca aceleración, fundamentalmente. Sin embargo, es posible, si el porcentaje de carga de la batería es alto, llegar a alcanzar una velocidad por encima de los 120 km/h con esa energía.
En todo caso, su concurso exclusivo puede parecer más frecuente porque el ordenador de viaje le atribuye muchos más kilómetros a ese modo EV —el Ford Mondeo HEV carece de tecla de activación para ese movimiento exclusivamente con electricidad, «sustituida» por el acelerador— pues le computa también los que se hacen sin acelerar.
Hay muchas más circunstancias en las que el motor de gasolina queda arrancado: con temperaturas bajas o altas, siempre, para garantizar que funciona la climatización; también si la batería está cerca de la mitad de su carga, el motor frío...
Ford Mondeo HEV, refinamiento condicionado
En general, el andar es cómodo por suave y silencioso (un decibelio menos que la versión Diesel equivalente a 120 km/h, por ejemplo), con ese aislamiento típico de los Ford Mondeo, de modo que si se conduce suavemente y por terreno poco exigente, esta versión híbrida ofrece refinamiento. Esa situación se rompe en las arrancadas si las pretendemos rápidas, ya con el 2.0 en marcha. La razón es la sensación de resbalamiento agónico del engranaje planetario que liga los motores. Igual percepción surge al acelerar para subir una cuesta o ganar velocidad deprisa.
Frente a otras berlinas híbridas destaca más por lo que gasta en ciudad (5,2 l/100 km) que en carretera (6,1 l/100 km). Ese gasto urbano es aún más meritorio si se tiene en cuenta su peso, 1.717 kg y semejante al de un Ford Mondeo 2.0 TDCi 180 CV, en un escenario, como el urbano, que requiere constantes arrancadas.
Ford Mondeo HEV, gasta y corre como el Diesel
De hecho, su prestación, es equivalente a la obtenida por este otro miembro Diesel de su gama y potencia equivalente. Si un Ford Mondeo 2.0 TDCi 180 CV acelera de 0 a 1.000 m en 30,0 s, el Ford Mondeo HEV se queda en 30,1 s. Es decir, con una diferencia irrelevante. Incluso esta percepción queda de manifiesto en su consumo, pues frente a los 5,9 l/100 km de media ponderada del Diesel, el híbrido obtiene 5,8 l/100 km.
No hay diferencias enormes en el comportamiento dinámico, habitual en esta versión HEV de los Ford Mondeo, con un formidable aplomo y razonable agilidad. Puestos a ser quisquillosos, se advierte que el eje delantero gestiona mejor los baches que el trasero, sensiblemente más seco.
En cuanto al puesto de conducción, prácticamente las disparidades de este híbrido quedan restringidas a las de la instrumentación: en el Ford Mondeo HEV, a cada lado del velocímetro, encontramos una pantalla de ordenador. La izquierda aporta información del sistema de propulsión híbrido; la derecha, del navegador, teléfono, equipo de sonido...
En definitiva, las sensaciones que deja el sistema híbrido de este modelo son semejantes a las de conducir un Toyota Prius, aunque el Ford Mondeo HEV es más grande y pesado que el modelo japonés. En cuanto a su prestación está acorde con la potencia que anuncia el trabajo de los dos motores, la situación más frecuente una vez se abandona la ciudad, aunque aquí también es relativamente habitual esa combinación. Ese trabajo conjunto de los motores reduce el gasto de carburante, de modo que el Ford Mondeo HEV acaba teniendo un rendimiento de Ford Mondeo TDCi 180 CV, modelo que se vende a un precio de tarifa idéntico: 40.675 euros de elegir el acabado Vignale en los dos. Se convierte así este Ford Mondeo HEV en una fórmula ideal para quienes son alérgicos a los Diesel, un tipo de compradores y usuarios que, cada vez, abundan más.
También te puede interesar
- Ford Mondeo 2.0 TDCI 180 vs Mazda 6 2.2 SkyActiv-d 175
- Ford Mondeo TDCI/180 Sportbreak AWD y Skoda Superb TDI/190 4x4
- Toyota Prius vs VW Passat 1.6 TDI BlueMotion: ¿cuál es mejor?