Febrero del presente año marcó nuestro anterior contacto con el Volkswagen Passat 1.6 TDI BlueMotion, modelo que venció a los puntos a todo un BMW 316d en una comparativa donde la principal razón de ser era la economía de consumo. Hasta el día de hoy, he convivido con varios Porsche, otros VW Passat, algún que otro Audi, una vorágines de SUV de todos los tamaños, marcas y niveles de potencia. Y también, durante una semana completa, con un Toyota Prius de nueva generación, ése que tal vez reconozcas por su aires de Toyota Mirai, el coche de hidrógeno de Toyota; ése que ya no volverás a ver con una capilla de Taxi en su techo; o el mismo que, ahora sí, hace que sientas añejo a muchos otros coches tradicionales que apenas unos días atrás te parecerían de lo más versátiles —mecánicamente hablando— o refinados.
BlueMotion, y te cito el segundo apellido y no el nombre del coche, ha evolucionado mucho a lo largo de los años y ha racionalizado enormemente tacto, agrado de conducción y, especialmente, el compromiso entre usabilidad mecánica y consumo real de los coches caracterizados por este programa enfocado a minimizar emisiones. Creo que estamos ante la mejor puesta a punto de todos los BlueMotion puros que han existido y existen actualmente —no confundir con las denominaciones Bluemotion Technology, utilizada en prácticamente todos los coches hoy ya de Volkswagen-, y te aseguro que este VW Passat es, sino la mejor, sí una de las mejores opciones para quien necesite o quiera desplazarse con el menor coste por kilómetro sin que ello implique efecto colateral alguno.
Podría enumerar muchos otros modelos, pero este Volkswagen Passat 1.6 TDI BlueMotion también es el mejor ejemplo que echa por tierra la eficiencia del Toyota Prius como principal motivo de compra, con la consabida excepción del profesional cuyo único radio de acción sea la ciudad. Si te vale de algo, en mi caso he tardado cuatro generaciones en asimilar al Prius como una experiencia de usuario más que como una ultra eficiente y útil herramienta de transporte, mejorada enormemente en esta nueva edición cuyas prestaciones y consumos reales, precisamente, han dado un pequeño gran paso hacia atrás. Así que, si miras al Toyota Prius por sus cifras, estás perdido… porque no es lo mejor de este nuevo coche; él se mueve, sencillamente, a su ritmo, y aunque probablemente tú también caerías rendido a su otra prestación, apuesto a que no caerás en esa conducción anodina de la anterior generación.
El Volkswagen Passat, una locomotora
Aun teniendo en cuenta la ya citada "normalidad" de este Volkswagen Passat 1.6 TDI BlueMotion, zambullirse en el tráfico con él implica asumir ciertas reglas. Una de ellas, medir bien las maniobras en tiempo y metros e implicarse en la conducción dedicando una de las manos al cambio de marchas y uno de los ojos al régimen de giro, y eso que VW ha sacado petróleo de este pequeño motor 1.6 TDI de 120 CV. Ayudado por la más constante y baja velocidad a la que nos venimos moviendo últimamente en carretera, este Passat no sólo no desentona en absoluto en tráfico real, sino que hasta te parecerá suficientemente ágil de respuesta.
Me quito el sombrero ante este especializado Volkswagen Passat 1.6 TDI de 120 CV BlueMotion, que con una gran familia a cuestas es capaz de moverse con cifras de consumo equivalente a un buen utilitario. Todo ello, además, envuelto en un ambiente de alta calidad y aislamiento, como lo corroboran unas cifras de sonoridad que comparativamente harían ruidoso al ya de por sí muy sigiloso Toyota Prius, bastante más lento que su oponente en aceleración plena, ese ejercicio que rara vez le exigirás al Prius. Porque por su condición de automático, su capacidad de adelantamiento sí es más que digna y segura.
En ese intercambio de coches, ahora entre Toyota Prius y Volkswagen Passat 1.6 TDI BlueMotion, tu cerebro empieza ahora a fijarse en pequeñas grandes injerencias que debí pasar por alto cuando lo enfrenté con el citado BMW 316d. Esos leves movimientos o cabeceos del motor 1.6 TDI sobre sus correspondientes soportes cuando aceleras o dejas de hacerlo son sólo un pequeño ejemplo de cómo cambia el concepto de calidad de vida a través del cristal del Prius. Suma vibraciones mecánicas aun reconociendo el buen trabajo que hay bajo la carrocería del Volkswagen Passat, ese leve hormigueo que el turbodiésel transmite a los pies, a través de los pedales; o a las manos, desde el volante o un cambio de marchas que exige bastante participación por parte del conductor; el ruido…. Sea en parado o desde el mismo instante que echas a rodar: el Toyota Prius parece, sencillamente, de otra galaxia.
Mejorado que no resuelto el efecto de resbalamiento de la transmisión e-CVT del Toyota Prius: en realidad, es el superior aislamiento lo que diluye ese efecto. Su aceleración resulta acústicamente más natural. Y el cambio en sí, con su minúscula palanca, es una verdadera delicia a la hora de maniobrar. También su pisada, su calidad de bacheo o efectividad... Nada tiene que ver esta nueva generación Toyota Prius con sus predecesores. Aunque muy "al dente" y para mi gusto un tanto seca en su eje posterior, su amortiguación trabaja de forma más eficiente y natural que la del este específico Volkswagen Passat, en cuyo efecto amortiguador tiene demasiada influencia una enorme rueda de altísimo perfil, combinada además con unos amortiguadores de poco recorrido que originan pequeños, rápidos e intensos movimientos de carrocería.
Aún, pese a ese efecto, no tacharía al Volkswagen Passat 1.6 TDI BlueMotion de incómodo y sí sigo destacando la impecable calidad de su chasis en cuanto a comportamiento dinámico, poniendo un listón todavía hoy inalcanzable por un muy mejorado Toyota Prius, cuya dirección me sigue resultando lenta, y cuyo pedal de freno sigue siendo imposible de modular con precisión en su primer cuarto de recorrido. Más "eléctrico", además de esas numerosas etapas en ciudad que podrás cubrir en modo eléctrico, a condición de que el trazado sea favorable o de modular muy suavemente el acelerador, el Toyota Prius te transporta ahora al futuro desconectando puntualmente su motor térmico en carretera, incluso a velocidades de 100/110 km/h, aunque los registros conseguidos por la locomotora Volkswagen Passat Bluemotion le devuelvan no ya al presente, sino al pasado: este Toyota Prius gasta ahora un litro más de media que antes, aunque sus consumos sigan siendo muy bajos en valores absolutos.
En pocas palabras: nuestros datos
Consumos: el apartado más importante en estas berlinas. Cuanta más ciudad, y más congestionada esté, mejor eficiencia demuestra el Toyota Prius, cuyo valor medio de consumo queda penalizado por un registro en carretera bueno en valor absoluto, pero no en relación a la tecnología que esconde. El Volkswagen Passat, sencillamente, un campeón: 4,6 l/100 km de media final, frente a los 5,2 l/100 km del Toyota Prius.
Aceleración: ¿qué prestación buscas? Uno es razonablemente lento (el Passat), el otro es muy lento a secas (el Prius). La diferencia es que, frente a la despreocupación del Toyota Prius en este ejercicio, en el Volkswagen Passat habrás tenido que pisar tres veces el embrague antes de llegar a 100 km/h; o cinco, antes de pasar por los primeros 1.000 metros. 0 a 100 km/h en 10,29 segundos en el VW Passat BlueMotion… y en 12,22 segundos en el Toyota Prius.
Frenada: crítico en las distancias cortas. Este ejercicio no refleja, en metros, modulación y tacto de pedal, aún hoy punto débil de un Toyota Prius que, en las distancias cortas, sigue siendo difícil de modular con precisión para evitar frenadas súbitas en los últimos metros. En 73,7 metros se detiene el Prius desde 140 km/h…. y en 76,3 el Volkswagen Passat TDI.
Sonoridad: dos Toyota Prius en uno. Toyota hace valer ese mejor nivel de calidades y superior aislamiento respecto a la generación saliente, y doy fe de que, salvo a plena aceleración, es un coche súper silencioso, pero basta conocer nuestras cifras para entender el buen trabajo que VW ha realizado alrededor de su coche. Siempre entre uno y dos decibelios por debajo a cualquier velocidad.
Adelantamientos: vale más el efecto del cambio automático que la doble aportación de fuerza de los dos motores que tiene el Toyota Prius. No es muy rápido, pero sí más eficaz que un rival a cuyo régimen mecánico no debes perder de vista si necesitas la máxima agilidad que te pueda proporcionar.
Potencia y par. En el motor 1.6 TDI del Volkswagen Passat hemos medido el 90 por ciento de su par máximo entre 1.500 y 3.000 rpm, aunque su elasticidad queda en parte diluida por el efecto de su larga y abierta transmisión. El Toyota Prius, por su parte, pierde potencia oficial, pero su parte eléctrica gana protagonismo: 122 CV ha dado el Prius por 126,7 el Passat. Dimensiones y pesos. el Toyota Prius progresa adecuadamente. Más grande en todas las cotas que su predecesor, el japonés ofrece ya una muy buena relación entre tamaño exterior y cotas interiores, pero resulta imposible competir con el gigante Volkswagen Passat: 87 cm para piernas frente a 77; 91 cm de altura frente a 90; y 610 litros de maletero frente a los 440 del Toyota Prius.