Ford Focus y Seat León llevan años pugnando por el título de compacto más dinámico, además de ocupar puestos de privilegio en las listas de los más vendidos. Ambos con un ADN característico transmitido desde cada marca incluso a versiones de potencia media, como las que hemos elegido para protagonizar este duelo. El excelente equilibrio que muestran estos compactos entre coste, potencia, capacidad y equipamiento nos ha llevado a seleccionarlos.
Cada marca ha enarbolado una bandera para caracterizar su comportamiento. Ford hizo del tren trasero multibrazo la seña de identidad del Focus como mecanismo para reforzar la agilidad y la respuesta sobre firmes en malas condiciones —allí donde se manifiestan más carencias en un tren trasero de eje torsional—; en tanto que Seat desarrolló el concepto «chasis ágil» como elemento característico, con una puesta a punto que maximiza el tacto directo y la respuesta más inmediata. La clave son unos silent blocks más firmes, capaces de maximizar el guiado, que se combinan con una configuración de la suspensión basada en unos muelles de tarado algo más suave de lo habitual y con un equipo de amortiguadores más firmes. El resultado es una respuesta instantánea, con una precisión milimétrica en cualquier situación.
Ford Focus 1.0 Ecoboost y Seat León 1.5 TSI: tomando posiciones
Esa premisa de hacer del dinamismo una razón de ser se ha mantenido a lo largo de la historia de ambos modelos y llega hasta nuestros días. Así sucede con el Focus lanzado a finales del último verano, que aunque reserva el tren trasero multibrazo a sus versiones más potentes y monta en las de mayor volumen un eje torsional, es capaz de ofrecer buenos resultados cuando el asfalto es mínimamente regular.
PRESTACIONES | Ford Focus 1.0 Ecoboost 125 CV ST-Line | Seat León 1.5 TSI 130 CV FR |
Acel. 0-100 km/h | 9,7 s | 8,99 s |
Acel. 0-1000 metros | 31,06 s | 30,16 s |
Sonoridad al ralentí | 46,9 dBA | 49,6 dBA |
Sonoridad 100 km/h | 64,7 dBA | 67,4 dBA |
Frenada desde 100 km/h | 36,76 m | 38 m |
Peso en báscula | 1.309 kg | 1.287 kg |
Prácticamente, en las mismas fechas el León vio actualizada su gama de motores, con la gran novedad del 1.5 EcoTSI de 130 CV como opción de compromiso válida para el día a día, de coste contenido y consumo óptimo, aunque no exenta de potencial dinámico —cuenta con la excepcionalidad de un turbo de geometría variable que refuerza su entrega de par a bajo y medio régimen—. Se sitúa a caballo entre el tricilíndrico 1.0 TSI de 115 CV y la variante 1.5 TSI de 150 CV, y ha reforzado la impresión de modernidad que sigue caracterizando al León a pesar de los cinco años transcurridos desde su último cambio de generación.
Entre sus cualidades está un aprovechamiento del espacio excepcional para sus menos de 4,3 m de longitud. De hecho es de los mejores de la categoría, pues aunque presenta 10 cm menos de longitud en su carrocería que el Focus —7 de ellos correspondientes a la distancia entre ejes—, supera el más que razonable espacio para las piernas de los pasajeros traseros de su rival y también cuenta con más altura interior trasera y, sobre todo, con un maletero en línea con los buenos del segmento, un aspecto en el que el Ford queda descolgado, condicionado por la escasa distancia entre el piso del maletero y la bandeja cubreequipajes.
El Focus destaca en cuanto a la percepción de calidad y a la accesibilidad, pero hay detalles como las hebillas de los cinturones -excepto la del conductor-, los revestimientos menos visibles o la visibilidad periférica que le hacen quedar ligeramente retrasado respecto del León, que se posiciona como un coche sin nada que envidiar a lo más granado de la categoría.
CONSUMOS | Ford Focus 1.0 Ecoboost 125 CV ST-Line | Seat León 1.5 TSI 130 CV FR |
Consumo en ciudad | 6,4 l/100 km | 6,3 l/100 km |
Consumo en carretera | 5,4 l/100 km | 5,2 l/100 km |
Consumo medio | 5,8 l/100 km | 5,7 l/100 km |
Ford Focus 1.0 Ecoboost y Seat León 1.5 TSI: dinamismo y algo más
Ya hemos dicho que Focus y León son de los compactos más dinámicos por velocidad de reacción a las órdenes del volante, por cómo se llegan a provocar las transferencias de masas para hacerlos girar con absoluta agilidad y digieren los cambios de apoyo potentes. Y en límites tan difíciles como un test del alce, un eslalon o una frenada asimétrica —con las dos ruedas de un lado sobre una superficie deslizante y las otras dos sobre un firme más adherente—, el Focus con acabado ST-Line es, incluso, un punto más eficaz que su rival, lo que ya es mucho decir si tenemos en cuenta dónde se sitúan los límites dinámicos de este León FR.
ESPACIO | Ford Focus 1.0 Ecoboost 125 CV ST-Line | Seat León 1.5 TSI 130 CV FR |
Anchura delantera | 142 cm | 142 cm |
Anchura trasera | 137 cm | 134 cm |
Altura delantera | 93/100 cm | 95/101 cm |
Altura trasera | 92 cm | 96 cm |
Espacio para piernas | 73 cm | 75 cm |
Maletero | 315 litros | 390 litros |
Y como es nota común en Ford, lo han conseguido con un exquisito aislamiento de rodadura que favorece un ambiente protector, al menos siempre que el asfalto esté en condiciones razonables, puesto que de lo contrario podría llegar a parecer hasta duro, sobre todo para los pasajeros traseros. Mención especial requiere su equipo de frenos, con una mordiente espectacular, un poder de parada magnífico y una asistencia tal que requiere simplemente acariciar el pedal en una conducción normal.
Su rival, el Seat León, ofrece un magnífico compromiso entre capacidad de uso diario y ambiciones deportivas, especialmente si está equipado con la suspensión pilotada (690 euros) y llantas de 18 pulgadas. Son el complemento perfecto de la puesta a punto del chasis, pues permiten aprovechar todo el potencial del motor de cuatro cilindros y conseguir unos resultados impactantes. No en vano baja de 9 segundos al acelerar de 0 a 100 km/h y permite encarar un adelantamiento sin cambiar de marcha con alguna garantía extra frente al Ford, aunque lejos de los impactantes registros de algunos rivales con potencia semejante. Es también ligeramente más económico que el 1.0 EcoBoost, y transmite más finura que este tricilíndrico, con menos vibraciones en la zona más alta del cuentavueltas, aunque hemos notado que el TSI lleva más sonoridad al habitáculo, sobre todo a velocidades bajas y moderadas en las plazas traseras.
Sólo unos 200 euros les separan en el precio, de forma que la igualdad es máxima entre nuestros invitados, ya que ni equipamiento de confort, conectividad o ayudas a la conducción, ni su comportamiento, establecen una diferencia abrumadora a favor de alguno de los dos.