El nuevo Astra Coupé desembarca en terreno de nadie: hay coupés más pequeños (Puma o Tigra) y más grandes (406, Accord, Cougar, etc); y también los hay derivados de compactos como el Mégane o el Xsara que, sin embargo, les faltaría diferenciarse mucho más de la berlina para ser considerados como auténticos coupés. Así, los más parecido al nuevo Astra en planteamiento son el Fiat Coupé, el Toyota Celica y el Hyundai Coupé.
El carrocero italiano, que ya ha colaborado con Opel en otras realizaciones -como los Astra Cabrio de las dos generaciones anteriores-, es el encargado de los trazos del nuevo Astra Coupé. Al diseño no se le puede hacer ningún reproche ni por funcionalidad (léase habitabilidad, versatilidad, acceso, etc.…), ni por eficacia (un Cx de 0,28 lo demuestra); pero quizás, su claro parecido con la berlina nos ha dejado un tanto fríos, sobre todo con el precedente del Calibra. Las mayores diferencias respecto a la berlina las encontramos en el perfil, donde la línea de cintura en cuña y la curvatura del techo cobran un mayor protagonismo al ir las dos lunetas en una posición más inclinada. Pero tanto el frontal como la trasera son prácticamente idénticos, de no ser por pequeñas sutilezas como los paragolpes con las aristas más marcadas o el estrecho cerco negro de las ópticas delanteras. Es 1,5 cm más largo que el modelo de 4 puertas y casi 16 cm más que la variante de 3/5 puertas, mientras que la altura disminuye 3,4 cm. Pese a ello, el Astra Coupé ofrece dos generosas plazas traseras, con una cota longitudinal considerable y una altura más que suficiente para que personas de talla media no tengan problemas. Y en cuanto a maletero, los 460 litros le colocan en una posición de privilegio. En el interior, tan sólo una consola central y relojes principales de nuevo diseño (disponibles en dos colores) diferencian el salpicadero del Coupé de la berlina. Lo que no varía es ni la distancia entre ejes ni el ancho de vías, aunque la plataforma ha sido convenientemente modificada para soportar las mayores exigencias de una suspensión bastante más rígida. Se pasa de una resistencia a la torsión de 12.000 Nm grado de la berlina de 4 puertas a 18.000 Nm grado en el Coupé -destacable teniendo en cuenta que este último carece de marco de ventanilla y, por tanto, de pilar B- gracias a los refuerzos de las torretas delanteras, la mampara que separa el habitáculo del motor, los bastidores del techo y los bajos del vehículo.