Es el C5 X el nuevo buque insignia de Citroën, con una imagen innovadora, sobre todo vista de perfil porque la originalidad frontal y trasera pierden pegada al llegar más tarde que las propuestas primero de C4 y ahora, más recientemente, con la llegada casi en paralelo del restyling del C5 Aircross. Este nuevo vehículo es un coche grande, de 4,8 metros y no es para nada alto, 1,48 m, por lo que la puesta en escena para nada se asemeja a un SUV, pese a que el maquillaje plástico en la franja inferior de la carrocería, así lo podría sugerir.
En su diseño exterior, multitud de aspectos interesantes. Línea afilada con gran trabajo aerodinámico –llama la atención el doble spoiler trasero- para lograr eficiencias destacadas que puedan atraer clientes frente a los consumos que caracterizan a los SUV –en nuestro recorrido de pruebas con las versiones térmicas por terreno bastante montañoso y revirado, hemos incrementado un 10 por ciento los 6 litros de consumo oficial anunciado para la variante gasolina de 130 CV, igual que nos ha sucedido con la variante de 180 CV que se nos ha ido a 7,3 litros en nuestras dos horas y media largas de conducción-.
Gama mecánica corta para este Citroën C5 X 2022, es cierto: dos opciones gasolina con 130 y 180 CV y una híbrida enchufable de 225 CV exclusiva para Europa, porque, recordemos que el coche se fabrica en China, el mercado donde más se va a vender. Por lo tanto, nada de aprovechar todo el arsenal tecnológico del grupo Stellantis y así nos quedaremos sin versión diésel, sin posibilidades de mayor caballaje, sin tracción total… Toca hacer un producto tan práctico como racional para las necesidades actuales de la clientela y enloqueciendo lo justo alrededor de la electrificación.
Y dentro de esa racionalidad, la versión del nuevo vehículo de la firma francesa que más nos ha gustado es la gasolina pequeña, suficiente para mover este vehículo con agilidad siempre que nuestro nivel de exigencia no sea exagerado, y, además, con el ahorro antes mencionado de consumo… y de precio en su adquisición porque hay ¡6.500 euros de diferencia entre esos 50 CV extra a igualdad de equipamiento y con promociones de la marca! Lógicamente el 180 CV te ofrece más sensaciones, sobre todo cuando recurres al modo Sport en su conducción y se modifican los parámetros de dirección, acelerador, cambio y suspensión. Y esto también lo veremos en el capítulo prestacional con una velocidad máxima a favor del modelo de mayor caballaje de 230 km/h, 20 km/h más que en el 130 CV. Si buscamos aceleración pura, 3,2 segundos de diferencia en el motor “gordo” frente al de acceso a la gama. También es verdad que el motor pequeño tricilíndrico del Citroën C5 X es más chillón cuando cruzas el umbral de las 3.000 vueltas.
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Pero donde coinciden ambas mecánicas de gasolina es a la hora de garantizar confort máximo, son auténticos devoradores de kilómetros de buenas carreteras donde la sensación de alfombra voladora te acompaña gracias a esa suspensión tan Citroën que se combina con un notable trabajo de insonorización del conjunto, capítulo al que tienes que sumar unos asientos especialmente concebidos para que la fatiga no castigue “posaderas y lomos”. Aunque concebido como gran maratoniano, ofrece carácter a nivel de fuelle y comportamiento en carreteras retorcidas pese a que sus 4,8 metros de carrocería podrían anunciar lo contrario. Como decíamos, suspensión tirando a blanda, que se traga todo, pero sin hacer cabecear en exceso el conjunto. Resultado final: notable equilibrio de comportamiento.
Y coronando la gama del Citroën C5 X una ya vieja conocida configuración: la 225 CV híbrida enchufable que nos anuncia 55 km en modo cero emisiones, que como viene siendo habitual en el grupo Stellantis –hemos conducido ya esta configuración en formato Peugeot 308, Opel Astra y DS 4- se antojan demasiado optimista salvo que se realicen en ciudad y afinando muchísimo nuestra conducción. Es verdad que en esta configuración las sensaciones crecen exponencialmente y el coche corre como un demonio cuando combina lo mejor de la combustión con lo mejor de la electrificación -233 km/h de velocidad máxima y 7,9 segundos para el 0-100 km/h-. Pero otro plus importante de este C5 X Hybrid e-225 es que suma a la suspensión ya antes destacada el plus de la suspensión activa que le llega ya pulida de DS para redondear el círculo del confort máximo a su volante. Con tres modos a elegir, la regulación electrónica refuerza la eficacia del trabajo de los Amortiguadores Progresivos Hidráulicos ofreciendo mayor suavidad y mejorando efectividad en curva.
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Claro que la tecnología, mayor potencia y la etiqueta cero tienen un coste que hace que las versiones PHEV se muevan entre 41.600 euros y 45.600 euros según acabados y con el descuento actual de Citroën –el 130 CV arranca en 30.900 euros con promoción, mientras que el 180 CV lo hace en 39.100 euros-.
