Chrysler Sebring 2.7 V6 Autostick LX

El sustituto del Stratus llega a España de momento con una sola versión de 2,7 litros y 200 CV. Ofrece una estética singular, un talante claramente norteamericano y la comodidad del cambio automático Autostick con selección secuencial.

Chrysler Sebring 2.7 V6 Autostick LX
Chrysler Sebring 2.7 V6 Autostick LX

Sebring es un nombre mítico para los norteamericanos amantes de los coches deportivos. En la pista del estado de Florida (EE.UU.) se disputaron carreras legendarias y, aún hoy, continúa como una importante cita para los coches de Sport y GT. Por ello es que Chrysler bautizó con este nombre a un coupé que lanzó en 1994 y que compartía mecánica y plataforma con los Stratus que conocemos en Europa. Para aprovechar el tirón comercial que el coupé tuvo en Estados Unidos, decidió ampliar la familia Sebring, manteniendo la carrocería de dos puertas e incorporando una berlina y un descapotable con la misma denominación, y que no son más que los lógicos sucesores del Stratus, nombre que ya desapareció en Estados Unidos y que pronto lo hará en Europa. El Sebring berlina respeta la estética "retro" introducida con el 300M, que destaca por una parrilla grande y baja tipo "boca de tiburón", el emblema alado de Chrysler centrado en el morro y faros a la moda, es decir, con cubierta transparente y aspecto de "joya". El perfil, con la cabina adelantada y un corte abrupto en la trasera que insinúa un spoiler, constituyen la parte moderna de un estilo que resulta bastante coherente, aunque podrían discutirse los grandes ojos de buey que albergan los antinieblas delanteros. Con sus 484 centímetros de longitud el Sebring podría, a priori, aspirar a situarse dentro del segmento de las berlinas de representación. Sin embargo, en Estados Unidos, este modelo no deja de ser un "compacto", mientras, en relación al mercado europeo, se presenta con el empaque que podemos encontrar en las variantes más equipadas de las berlinas de los constructores generalistas europeos. Todo ello manteniendo un carácter claramente estadounidense, no sólo por su aspecto, también por su comportamiento, que ya comentaremos. Por ello, el Sebring resulta una alternativa con carácter de exclusividad a las berlinas medias europeas.