BMW Serie 3 contra Audi A4

La nueva entrega del Audi A4 se enfrenta a un BMW Serie 3 renovado profundamente. Ambos ofrecen grandes atractivos, pero con personalidades muy diferentes.

Pablo Mallo. Twitter: @p__mallo

BMW Serie 3 contra Audi A4
BMW Serie 3 contra Audi A4

Pese a que no lo parece a juzgar por su continuista aspecto, el Audi A4 es un coche completamente nuevo. Comparado con su antecesor, sólo el tacto del cambio manual sigue siendo el mismo, pero, sin perder del todo su típica personalidad, el resto del coche ha cambiado por completo. Por su parte, BMW ha renovado su Serie 3, ha incorporado nuevos motores más eficientes y potentes —incluido algún tricilíndrico—, y ha añadido tecnología, pero el coche sigue siendo el mismo. Retoques en la dirección y la suspensión hacen que su comportamiento haya evolucionado y sea más homogéneo, equilibrando aún más confort y eficacia. En el caso de los modelos manuales, se ha implementado una nueva función que automáticamente da un golpe de gas en las reducciones, poniendo las maniobras de punta tacón y doble embrague al alcance de cualquier usuario, algo que deja claro que la deportividad sigue siendo una de las prioridades del BMW Serie 3. En cuanto a los cambios automáticos, el BMW Serie 3 sigue apostando por la caja de 8 marchas con convertidor de par que tan buenos resultados sigue dando, pues su funcionamiento se adapta como un guante a todo tipo de conducción proporcionando al mismo tiempo mucho confort. Audi recurre a una caja de este tipo en las motorizaciones más potentes del A4, pero en el resto de la gama está extendiendo su S tronic de doble embrague, cuya nueva generación se estrena en el Audi A4 y proporciona un funcionamiento rapidísimo y tan suave que casi no echas de menos un cambio de convertidor de par. En otro orden de cosas, el Audi A4 emplea la misma arquitectura modular del Q7, del que toma hasta 30 asistentes a la conducción y de seguridad, con lo que se sitúa al frente del segmento en este apartado.

 

Dinámicamente, encontramos acusadas diferencias que definen la personalidad de cada uno. Con una calidad de rodadura magistral y un nivel sonoro bajísimo, el nuevo Audi A4 marca referencias de confort. Ruido y vibraciones están mejor aislados que en el BMW, sobre todo en el caso de los Diesel. Y puestos a exprimir el jugo de su bastidor, el Audi A4 se nota más ligero que el BMW Serie 3 y muy ágil (al menos con los amortiguadores adaptativos que hemos probado), pero con una dirección que ni informa ni aporta el peso necesario para tener un tacto natural, salvo en el V6 Diesel. Opcionalmente puede ser activa, al igual que el diferencial trasero en el caso de los modelos quattro más deportivos, sin embargo, como conductor te sientes demasiado desconectado de la carretera. A pesar de ello, "vuela" por las curvas con total eficacia, apoyado por ayudas electrónicas que facilitan las cosas en todo momento sin hacerse notar demasiado. Sería un conjunto completamente redondo si no fuese por la dirección, que, pese a todo, es muy precisa. Frente a una eficacia pura y facilidad de conducción asombrosas, el BMW Serie 3aporta el tacto de los modelos de propulsión, que siempre tiene algo especial y te hace sentir más protagonista en la conducción.

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