Más de un tercio de los clientes del actual BMW Serie 3 adoptan la suspensión deportiva. El cliente habitual de esta berlina sigue buscando la diferenciación dinámica de antaño y todos esperan que en la nueva generación haya más dinamismo, con el mismo nivel de confort al que ahora se ha llegado, por supuesto. El nuevo Serie 3 tomará la denominación interna G20 y verá la luz para el gran público en el mes de octubre.
Pero antes hemos tenido ya la oportunidad de probar una unidad completamente camuflada del nuevo BMW Serie 3, antes incluso de saber qué tecnologías llevará, más allá de lo probado, o muchos secretos de su diseño. Por muy camuflado que esté, las formas ya las tenemos claras, si bien hasta el interior estaba completamente tapado durante nuestra conducción. Sobre su cuadro, que no salpicadero, ya tenemos una primera aproximación de lo que puede ser con las fotos que la propia BMW ha distribuido del también nuevo Roadster Z4.
Al volante de un BMW 330i 2019
El BMW Serie 3 G20 probado corresponde al que se denominará 330i, equipado con la suspensión deportiva mecánica y llantas de 19 pulgadas con neumáticos Michelin en medidas 225/40 delante y 255/35 detrás; suena a dureza extrema y deportividad, aunque hay que concederles el beneficio de la duda. Vemos cómo va en el siempre exigente circuito de Nürburgring y en sus alrededores.
En este escenario lleno de curvas de todo tipo con buen asfalto, el nuevo BMW Serie 3 permanece silencioso. Sí, rueda con solidez y se mueve con movimientos controlados, siempre manteniendo el contacto con el suelo de todas las ruedas. Sin ruido. La suspensión deportiva ha dado un importante paso adelante para adaptarse y sacar el máximo compromiso entre el confort y la deportividad: la explicación nos la dio después, en el centro de pruebas de BMW en Nürburgring, Robert Rothmiller, responsable de la dinámica del Serie 3.
"Usamos amortiguadores con topes hidráulicos de nuevo desarrollo, que nos permiten hasta un 50 por ciento más de suspensión adicional", nos asegura Rothmiller. En carretera, el próximo BMW Serie 3 se muestra pacífico, por lo que su bastidor te pide más curvas, más trazados sinuosos. Sientes la propulsión y lo disfrutas en las palmas de la mano. Puedes ir todo lo rápido que quieras sin sudar, aunque tampoco es necesario alcanzar los límites. La dirección ofrece una respuesta inmediata, manteniendo el ángulo de dirección para con el pedal del acelerador modelar el radio de la curva.
Una berlina más ágil
Comparado con el Serie 3 actual, el nuevo G20 es aún más transparente, transmite mayor confianza, conduces con menos esfuerzo y resulta más ágil. La dirección es tan rápida de reacciones que temes que las irregularidades a velocidad elevada se hagan notar en recta. Pero un breve recorrido por la autopista nos demuestra lo infundado de nuestro temor. El Serie 3 se mantiene estable, inmutable, más allá de los 200 km/h. Se ha alcanzado un escalón superior de calidad dinámica.
“Resulta muy fácil rodar rápido sin esfuerzo" indica Peter Langen, Director de Driving Dynamics en BMW. Bueno, ¿se podría haber llegado antes hasta aquí, no? "Ahora entendemos mejor el automóvil. Las nuevas simulaciones nos permiten implementar mejor las dinámicas de conducción y, sobre todo, comprender mejor el trabajo de la carrocería como un elemento importante del chasis", dice Langen. Honesto. Sin más preámbulos.
La rigidez torsional de la carrocería del nuevo BMW Serie 3 es un 20 por ciento superior a la de su predecesor, y la rigidez en conexión con el chasis incluso un 50 por ciento. Además, el centro de gravedad se reduce en 10 milímetros, el ancho de vías aumenta en 30 mm mientras el reparto de peso se mantiene en un 50 por ciento entre ambos ejes. ¿Y el peso? Pues nos aseguran que será inferior hasta en 55 kg.
BMW Serie 3 2019: con un diferencial evolucionado
El nuevo BMW Serie 3 dispondrá opcionalmente de un evolucionado diferencial de deslizamiento limitado, un componente mecánico con control electrónico, con bloqueo variable. El funcionamiento de este varía con los niveles de control de estabilidad, pero no así con los modos de conducción. Su intrusión y efectividad se hace notar y permite negociar los virajes cerrados con precisión milimétrica, dando un impulso adicional en la dirección correcta.
Las sacudidas del chasis del nuevo BMW Serie 3 permanecen apagadas, muestra algo así como una dureza equilibrada. ¿Demasiado duro? Los amortiguadores adaptativos también se incluirán en la lista de opciones del nuevo modelo, cuyo funcionamiento podremos analizar más adelante. Pero es obvio que los responsables de su desarrollo están lidiando con las críticas de la agilidad del Serie 3 actual y tendrán que realizar un buen trabajo.
BMW Serie 3 2019: más potencia en Nürburgring
Y entramos en el Infierno. La barrera de acceso al Nordschleife se abre ante nosotros en el alto de Döttinger, en dirección a Tiergarten. Exprimimos el motor turboalimentado de cuatro cilindros y dos litros para llevarlo hasta rozar las 7.000 rpm, mientras que la nueva instrumentación cambia su tonalidad de amarillo a rojo. Pulsando la leva derecha el cambio automático de ocho velocidades reacciona inmediatamente, subiendo de marcha a un ritmo rápido pero con suavidad. El 330i no es un M3.
Frenamos al llegar a la chicane de Hohenrain y giramos suavemente hacia Hochachse. La evolución de este motor ofrecerá 258 CV de potencia en lugar de los 252 CV actuales, con un par máximo también superior que alcanza los 400 en vez de los actuales 350 Nm. En el modo Sport ofrece un sonido que te gustará. Las sensaciones de conducción no se sienten artificiales ni filtradas. Totalmente asentado, llegamos con el 330i a Hatzenbachbach, empujando en la curva derecha con la parte trasera hacia el exterior.
Después, en la curva de Aremberg, el agarre de las ruedas delanteras es suficiente, mostrando solo un leve subviraje. Abajo en el Fuchsröhre en la frenada se comprime al máximo la amortiguación para aligerarse en la siguiente curva, a izquierdas, donde el Serie 3 se agita ligeramente pero se asienta rápidamente al salir, alcanzando el punto donde comienza el bosque de Adenauer. De nuevo, la parte delantera pisa con solidez y ponemos dirección a Metzgesfeld, desconectando completamente el ESP. ¿Locura? Solo transitoria. La estabilidad del Serie 3 te reta a hacerlo. Sobrevira ligeramente, de manera perceptible, muy progresivamente.
Por supuesto no se muestra este Serie 3 tan imperturbable como un modelo M en este terreno. Pero su conducción y su respuesta a los cambios de carga muestran una reacción siempre predecible, con un leve sobreviraje. El camino entre Bergwerk y Hoher Acht nos permite seguir exprimiendo el motor, que sería injusto criticar cuando lo comparamos con el 6 cilindros que muchos fanáticos aún lloran, ya que ofrece más potencia y par para un peso idéntico. Son las sensaciones, el sonido, la aceleración despreocupada lo que echan de menos los puristas. Al negociar Brünnchen el neumático de calle se calienta y el subviraje aumenta, como era de esperar. Esto lo sientes en la punta de los dedos y comienzas a reducir la velocidad un poco antes. Tomamos la salida a la altura de Döttinger; ha resultado genial.
¿Debe ofrecer todavía más el nuevo Serie 3? No. No es el objetivo de los responsables de desarrollo. Su meta es la agilidad en la vida cotidiana, una premisa para distinguirse en el plano dinámico de sus competidores, y debe ser capaz de lograrlo como valor diferencial. A raíz de este primer contacto, el nuevo Serie 3 lo puede demostrar. Sí, porque BMW lo ha entendido.