En la clase alta hay una dura pelea por ser el mejor. Es una guerra de la que todos nos beneficiamos; nunca hubo berlinas tan buenas como ahora. Audi A4 2.0 TDI, BMW 320d y Mercedes C 220D ya consolidados, Jaguar XE 2.0D entra en escena y Lexus IS 300h aporta una solución diferente. Es cierto eso que dicen de que para ser el mejor necesitas tener rivales muy fuertes. Al final si vas sobrado acabas por no evolucionar. Esto en el mundo del automóvil es igual, y en cuanto alguien se duerme en los laureles aparece otro mejor que le quita el primer puesto. En esta comparativa que comienzas a leer tienes a cinco modelos que quedarían muy bien aparcados en tu garaje. Todos ellos cumplen con lo que esperas con sobrada tecnología, buenos motores y espacio, hasta tal punto que, al margen de tus gustos personales o aprecio a una marca en concreto, podrías ser feliz con cualquiera de ellos. Sin embargo hay diferencias, algunas de matiz y otras insalvables, que al final serán las que te hagan decantarte por uno u otro; no hay coche malo, sino coche que se adapte más o menos a lo que cada uno busca. En esta ocasión añadimos a la comparativa tres pruebas especiales de seguridad y agilidad hechas por nuestro Centro Técnico para que nos ayuden un poco a resolver la eterna duda de qué coche comprar.
La comparativa versa sobre berlinas Diesel con entre 170 y 190 caballos, cambio automático y tracción a un solo eje, más un invitado híbrido. El Audi A4 acaba de estrenar generación. Aquí aporta un interesante motor 2.0 TDI en versión de 190 caballos. Con respecto a sus rivales de prueba es el único que dispone de cambio automatizado de doble embrague y de tracción delantera. El BMW elegido es el 320d, con su motor de también 190 caballos y caja de cambios automática por convertidor de par de 8 velocidades. Jaguar aporta el novedoso XE, un modelo con una estructura prácticamente entera de aluminio. Viene equipado con el propulsor de 2 litros de 180 caballos e idéntica caja de cambios que el BMW, que las fabrica ZF, pero con puesta a punto propia de cada marca. El Mercedes Clase C es el menos potente y no por ello el más lento. Se trata de la versión 220d, un cuatro cilindros como el resto pero con 2,14 litros en lugar de los 2,0 litros de todos sus rivales Diesel, y con el cambio automático 7G-Tronic Plus de 7 velocidades con convertidor de par. Mundo aparte es la tecnología del Lexus IS. Para empezar es híbrido y de gasolina, por lo que aporta sus propias ventajas y desventajas, si bien el resultado final en lo que respecta a prestaciones y consumos no está tan alejado; tiene una potencia combinada de 223 caballos.
BMW 320d frente a Audi A4 2.0 TDI, Jaguar XE 2.0D, Lexus IS 300h y Mercedes C 220D: prestaciones
El nivel prestacional de esta comparativa es alto. Son coches y versiones que además de pertenecer a una marca de precio e imagen premium, aportan cierta deportividad tanto en su presentación como en los datos que ofrecen. Si eres fan del mejor dato de aceleraciones o velocidad lo encontrarás siempre en el BMW, que es ligeramente más rápido que sus rivales. Acelera en menos tiempo que los demás y sólo sucumbe ante el Mercedes a la hora de recuperar en D por una miserable décima de segundo; el motivo es que al tener 8 velocidades hay en esa medición un cambio de marcha más que en el Clase C, que tiene 7 relaciones. En comparación al resto el menos rápido será siempre el Jaguar, al que sinceramente no pongo pegas en su nivel prestacional. No veo ningún problema de lentitud, ya que sus peores datos en la comparativa son realmente buenos. Todos entregan bien la potencia al suelo y no hay apenas pérdidas de tracción, los cambios trabajan con rapidez y sin brusquedad, salvo el epicicloidal del Lexus, que directamente no cambia de marchas, porque no tiene. La relación entre el peso y la potencia es similar en los tres alemanes y peor en el Jaguar debido a que es el más pesado aun siendo el único de aluminio. El que mejor relación tiene es el Lexus, que es el más potente.
Estos datos de laboratorio en la vida real son difíciles de distinguir, salvo que te bajes del más rápido e inmediatamente te montes en el más lento. Sí se aprecia el peso y la forma de repartirlo, algo que saldrá al hablar de comportamiento. El tacto mecánico es bueno en general. Me gusta mucho el refinamiento general de Audi, BMW y Mercedes, si bien este último suena algo más en frío. El Jaguar tiene un arranque en frío menos estimulante y es el que más vibraciones transmite al habitáculo. El Lexus es capaz de pasar de un maravilloso silencio extremo a un poco habitual sonido de motor en aceleración, ya que la transmisión emula a un variador y mantiene al motor en su punto óptimo en las aceleraciones, dando la sensación de que va “a tope” todo el tiempo. Para disimular esto en Lexus simulan a través de los altavoces el sonido de un motor V8 cuando ponemos el modo Sport; tiene su gracia y cumple con su misión, si bien se nota que es artificial y no va acompasado con lo que está pasando bajo el capó.
Muy poco, sobre todo en comparación con las prestaciones que tienen. El que menos consume en cualquier situación es el Mercedes. El Lexus, si se hace una conducción relajada o con mucha ciudad, puede llegar a consumir menos, pero en cuanto se le exige por carretera gastará más que sus rivales. También es extraordinario el gasto del Audi y no está nada mal el del BMW. Ambos disponen de modos de conducción “ecológicos” que contribuyen a bajar el consumo, si bien el modo eficiente del Audi me parece mejor puesto a punto ya que su conducción “a vela” actúa durante más tiempo y ocasiones. Si hacemos una relación entre prestaciones y consumos vemos que A4, Serie 3 y, sobre todo, Clase C dominan la situación, mientras que el IS se defiende con sobrada dignidad, especialmente en ciudad, y el XE no logra alcanzar el nivel de sus rivales con datos menos brillantes. Todos llevan sistema de Start&Stop, implícito en el sistema híbrido del Lexus que es una maravilla, excelente en Audi, BMW y Mercedes, y menos trabajador en el Jaguar, que actúa con demasiada lentitud y algo de brusquedad.
BMW 320d frente a Audi A4 2.0 TDI, Jaguar XE 2.0D, Lexus IS 300h y Mercedes C 220D: comportamiento
Resulta bonito comprobar cómo a pesar de las ayudas electrónicas y la excelente calidad de bastidores que tienen estos cinco coches, son capaces de expresar un carácter personal y diferente, por lo que cada uno tendrá su público. En lo que respecta al confort no sabría con cuál quedarme. Todos son relativamente cómodos en el bache brusco, apenas balancean sus carrocerías y transmiten solidez cuando se les exige tanto en carretera como autovía sin que por ello haya una amortiguación excesivamente dura. Si buscas el perfecto confort de marcha tendrás que buscarlo en las vibraciones, el sonido o la calidad del interior, porque lo que en comportamiento no le puedo poner pegas a ninguno. En ese caso el silencio del Lexus cuando no se le exige está por encima del resto, si bien los tres alemanes no te defraudarán. Nada malo es el confort dinámico del Jaguar aunque se siente más el motor que en el resto. Las ayudas electrónicas que todos tienen trabajan con seguridad. En el BMW, el Mercedes o el Jaguar prácticamente ni te enteras de que existen, puesto que intervienen con discreción. En el Audi sientes más cómo corta el control de tracción de su diferencial variable cuando hay excesos, en parte porque es el único tracción delantera y todo llega más a las manos. No lo veo un punto negativo puesto que sólo sale a relucir en conducción deportiva, pero resta algo de agrado. En el Lexus las ayudas intervienen más que en el resto, especialmente para sujetar la trasera. El trabajo es bueno, por lo que tampoco lo veo negativo.
Todos van por donde les pides. Si busco la estabilidad natural, sin ayudas, encuentro cinco coches completamente diferentes. El BMW es el más racional, con una acertada puesta a punto que busca el subviraje para hacerlo más estable en el límite, nada que ver con la filosofía “derrapadora” de los Serie 3 de antaño. Esta tendencia a soltar la delantera antes que la trasera le hace ser tremendamente fácil de conducir, seguro y efectivo. Quizá no sea el paradigma del “Te Gusta Conducir” pero al final te lleva más rápido y con mayor facilidad que el resto. El Mercedes se acercaría más al anterior eslogan de BMW, con una conducción que transmite más sensaciones de propulsión. Puestos a elegir, con el corazón me gusta más el Mercedes, con la cabeza el BMW, que por cierto demuestra en esta comparativa que con menos neumático que el resto se pueden hacer las cosas muy bien. En cualquier caso la diferencia es una cuestión de matices y gustos personales, no de seguridad o efectividad. En esta ocasión el Clase C lo habría hecho mejor de no ser porque esta unidad contaba con neumáticos con diferente desgaste en ambos trenes, una pena no haber podido establecer la diferencia real entre ambos.
El Audi A4 lo hace todo bien. Sin ser el más ligero es el que más sensación de ligereza transmite, quizá por la calibración de su dirección y la facilidad de conducción que exhibe. A priori podrías decir que por facilidad es incluso mejor que el BMW, pero luego en las pruebas especiales realizadas en el INTA obtiene peores datos debido a su peor reparto de pesos y electrónica más conservadora que antepone la seguridad a la diversión. El Jaguar me ha gustado mucho en su comportamiento y frena bien. Es el más divertido y el que transmite mayores sensaciones deportivas. Es el único de todos que es capaz de romper la adherencia a base de acelerador, y eso tiene su público. Lleva el mismo cambio ZF que el BMW pero con una puesta a punto más brusca en conducción deportiva. Está claro que en Jaguar han apostado por la deportividad. El Lexus sorprende con un comportamiento muy efectivo. Sin ayudas la trasera se escapa cuando en apoyo se levanta el pie del acelerador, como si fuese un delantera; el peso extra de las baterías colocado tras el eje trasero es el responsable. Esta tendencia sobreviradora le ayuda en las pruebas del Alce y Eslalon, pero le vuelve un poco exigente. Con las ayudas puestas me parece de los mejores chasis de la comparativa, sin ellas se vuelve exigente, que no peligroso.
BMW 320d frente a Audi A4 2.0 TDI, Jaguar XE 2.0D, Lexus IS 300h y Mercedes C 220D: interior
Delante el espacio es bueno en todos. El interior del Audi denota que también es el más grande por fuera. Ofrece el mayor maletero y la mejor relación de espacio de la comparativa. El BMW tiene mejores plazas traseras y tras él situaría al Mercedes y al Lexus, con un espacio similar. El Jaguar no tiene mala cota longitudinal ni de anchura pero tiene que pagar el precio de la menor altura, que no a todos los pasajeros convencerá, especialmente en la plaza central que sube mucho su banqueta; es el más cuatro plazas de la comparativa. Al Audi le pasa lo mismo, aunque deja algo más de espacio para el pie. El resto también tiene un túnel central voluminoso pero con mejor diseño. Hay buenos ajustes y materiales en los tres alemanes. El Lexus tiene su propio estilo, pero siempre con calidad. En el Jaguar encontré en esta unidad algunos crujidos del salpicadero y el Head Up Display poco definido y con la información ligeramente girada, detalles que ya vimos en las unidades pre-series de la presentación internacional y que nos dijeron que corregirían. En general el nivel es muy alto. Si vas puntuando en todos los apartados llegas a la conclusión de que en esta categoría el coche más completo es el BMW, con sus dos rivales alemanes muy cerca. El Mercedes con suspensión neumática (y ruedas en mejor estado) es posible que hubiese hecho mejor las cosas, pero se volvería todavía más caro. El Jaguar tiene detalles muy buenos aunque le falta algo de equilibrio, mientras que el Lexus demuestra que no sólo hay un camino para el éxito.
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