Bentley Continental GTC Speed, el coche descapotable más rápido

El Bentley Continental GTC Speed es el descapotable más rápido del mundo. Cuando alcanzas los 326 km/h es como si se desatase un huracán.

Texto: Juan Ignacio Eguiara / Fotos: Mikael Helsing

Bentley Continental GTC Speed, el coche descapotable más rápido
Bentley Continental GTC Speed, el coche descapotable más rápido

La palabra Speed en Bentley es sinónimo de lujoso, cómodo y rápido. Pero, ¿cuánto de rápido? Y sobre todo, ¿cuánto de rápido puede ser un descapotable? Porque elegimos la versión GTC, es decir la Convertible, para ponernos en la volar sobre el asfalto de nuestro circuito. 

La velocidad máxima del Bentley Continental GTC Speed es de 326 km/h y es muy alta para un descapotable, aunque con los 635 CV que anuncia su motor no es imposible conseguirla. Eso sí, hace falta una recta muy larga ya que le cuesta conseguir una velocidad tan alta con un aerodinámica tan mala. Las aceleraciones son diferentes, aunque la pérdida de motricidad es evidente por el increíble caudal de par del motor. Y es que este W12 tiene además de 6 litros de cilindrada nada menos que dos turbos, por lo que la patada desde abajo es brutal. Así que conseguimos culminar un 0 a 100 km/h en 4,66 segundos, una cifra fantástica ya que hay que arrastrar desde parado más de 2,5 toneladas. 

Pero para correr mucho hay que frenar. Los frenos del Bentley Continental GTC Speed son de acero y se llegan a agotar. Para la siguiente ocasión esperemos que ya lleve los frenos cerámicos y entonces se acabó el problema de la fatiga. 

Bentley Continental GTC SpeedPorque por lo demás el coche se comporta de maravilla. Es tan alta la potencia y el par disponible que no parece que llevemos un coche de mucho peso. Y es que la relación peso/potencia es propia de un buen deportivo (4 kg/CV). El cambio del Bentley Continental GTC Speed es automático de ocho marchas de la firma ZF y es rapidísimo. Además las levas son fijas y sobresalen mucho del cuadro de mandos para hacerlas muy visibles y al alcance de la mano. Sin duda un acierto de diseño. Al contar con ocho marchas la última tiene un desarrollo altísimo para aprovechar el par motor y disminuir en la medida de lo posible los consumos. Tiene casi 70 km/h por cada 1.000 rpm, lo que significa que a 2.000 rpm estaremos fuera de la ley en cualquier carretera del Estado. Y que nadie piense que no puede el motor con ese desarrollo, porque con 6 litros y dos turbos el par máximo se sitúa en 1.700 rpm, y se trata de un par que supera los 80 mkg. 

Pero donde mejor sale valorado este Bentley es en los viajes de placer. La capota de lona del Continental GTC Speed ajusta como ninguna. Dentro no se escucha nada y la filtración es total. Bueno, solo el sonido grave del W12 que entra en el habitáculo para placer de los que van dentro. Incluso al ralentí la música que emiten los 12 cilindros es única, con una cadencia baja y grave como la del motor de un submarino. El techo de lona se esconde detrás de los asientos traseros, aunque la maniobra no es muy rápida para tratarse de una cinemática de lona. Lo que sí está conseguido es que el maletero sigue siendo muy generoso e incluso lleva rueda de repuesto, aunque sea de emergencia, lo que siempre da una tranquilidad para ir de viaje. 

Lo que no voy a valorar esta vez es toda la faceta del acabado y terminación. Se da por supuesto que es inmejorable. No puede ser de otra manera para un coche que cuesta casi 300.000 euros.  

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