En Audi siempre eligen lo mejor de lo mejor para sus criaturas más elitistas. Y como no podía ser de otra manera, cuando hacen un SUV grande, de prestigio y prestacional, pues han mirado a los mejores componentes de su Grupo industrial. Este gigante tiene bajo su ala marcas como Lamborghini o Bentley, que también dieron la campanada con un SUV diseñado para los jeques árabes. En Europa no tienen mucho mercado, pero fuera de nuestras fronteras, en los países árabes, asiáticos y americano, estos enormes SUV han levantado expectación.
Por eso, cuando en Audi decidieron que harían un SUV grande y prestacional, eligieron los mismos componentes que llevan sus criaturas más excelsas: el Urus y el Bentayga. Comparten plataforma y muchos elementos mecánicos como el motor, que no es otro que el V8 que emplean los Audi RS 6 y RS 7. Se trata de un V8 biturbo, con un turbo por cada bancada ubicados dentro de la V. Cuenta con la red de 48 voltios y sistema de micro hibridación, y es aquí donde técnicamente se distingue de Urus y Bentayga.

Ellos también tienen red de 48 V, pero la utilizan únicamente para la gestión de las estabilizadoras activas. Recupera energía tanto de las estabilizadoras como del movimiento longitudinal del vehículo y la almacena en una pequeña batería de litio ubicada bajo los asientos traseros. Esta energía se utiliza para mover el mismo motor/alternador que la recupera, integrado entre el motor y el cambio, con lo que unas veces aporta par eléctrico para mejorar prestaciones y consumos, y otras para arrancar el motor en la función de conducción a vela o de arranque/parada. Porque lleva un sistema de desconexión de la mitad de los cilindros (concretamente los números 2, 3, 5 y 8), un start&stop que funciona cuando el coche circula a menos de 22 km/h y una máquina eléctrica que hace las veces de motor de arranque y alternador, recupera hasta 12 kW de energía en deceleraciones y permite apagar el motor de combustión hasta 40 segundos cuando se levanta el pedal del acelerador. Con esto baja el gasto unos 0,8 litros cada 100 km y en nuestro país consigue la etiqueta Eco, que ni Urus ni Bentayga tienen.
Audi RS Q8: hasta 600 CV
Este motor ofrece “solo” 600 CV. Tienen menos caballos que muchos de su competencia (respecto a los “de casa” como a la competencia), pero como pesa menos, pues compite e incluso supera a todos ellos. Un Porsche Cayenne Turbo S E-Hybrid tienen 680 CV, 80 CV más que nuestro protagonista, pero sus prestaciones reales son peores. Y eso que el RS Q8 es también un coche muy pesado, pero no tanto como sus selectos competidores. Incluso su primo hermano el Lamborghini Urus se las ve y se las desea para superar al Audi, y encima para ello hay que desembolsar 100.000 euros más. Así que podemos decir que estamos ante uno de los mejores SUV de altas prestaciones y alto standing del mercado… si no el mejor.
Audi RS Q8: NUESTRAS MEDICIONES
CONSUMO CARRETERA | 11,4 l/100 km |
CONSUMO CIUDAD | 15,8 l/100 km |
ACELERACIÓN 0-50 km/h | 1,41 s |
ACELERACIÓN 0-100 km/h | 3,77 s |
ADELANTAMIENTO 80-120 km/h | 2,41 s en 4ª |
SONORIDAD A 50 km/h | 56,7 dBa |
SONORIDAD A 100 km/h | 62,5 dBa |
FRENADA 100 km/h a 0 | 35,51 m |
¿Y cuáles son sus prestaciones? Pues oficialmente acelera de 0 a 100 km/h en 3,8 segundos, una cifra que es escandalosa para un coche que con conductor puede rondar la tonelada y media. Pensemos que el citado Porsche Cayenne solo puede igualar el registro con 80 CV más bajo el acelerador, o el BMW X5/X6 M también le iguala el tiempo oficial con unas características más similares. El Lamborghini Urus por su parte con el mismo motor pero con 50 CV más logra bajar a 3,6 segundos el 0 a 100 km/h, pero se beneficia de no contar con un poco menos peso y ofrece una velocidad máxima de 305 km/h, que en el caso del RS Q8 hay que comprarla con el paquete con el paquete Dynamic Plus, ya que de serie está autolimitado a 250 km/h.

Hay que decir que nuestra unidad de pruebas estaba en forma porque ha logrado mejorar las cifras oficiales y ha acelerado en 3,77 segundos en el 0 a 100 km/h y, lo más relevante, es capaz de para el cronómetro en 21,87 segundos cuando alcanza los 1.000 metros saliendo desde parado…¡espectacular!
Las cifras de recuperaciones también son escandalosas a pesar de su peso, pero el par motor de ese V8 biturbo y un cambio automático de 8 relaciones de rápida respuesta a cualquier insinuación del pedal del gas, permite que los registros sean impresionantes.
Audi RS Q8: ¡Detente maldito!

Algo parecido podemos decir de los frenos, que están a la altura de los mejores deportivos. Y eso que nuestra unidad de pruebas no montaba los frenos cerámicos, siempre importante para soportar la fatiga. Pero se comportaron muy bien, incluso en lo que se refiere a la intensidad y abuso de los frenos. Porque mordiente y distancia de frenada corta se corroboraron por nuestras cifras (menos de 70 metros para detener el coche de 140 km/h a 0).
Excepto esos discos cerámicos, el RS Q8 lleva toda la artillería para ir sobre raíles: barras estabilizadoras activas, la dirección trasera y unos impresionantes neumáticos más anchos y en llanta de 23 pulgadas de diámetro (de serie son de 22”). Ese diámetro de llanta es el más grande que ha montado nunca un Audi (y creo que nadie más). La dirección trasera es lo único que es de serie y es innegociable para lograr una buena agilidad y facilitar las maniobras de un mastodonte como este RS Q8. Y la verdad es que el comportamiento es impecable. Se nota el peso en las frenadas, evidentemente, pero el RS Q8 va como una tabla y la velocidad de paso por curva es altísima. Tienes la sensación de ir en un camión de carreras, pro lo alto que vas y lo rápido que te desplazas, pero no se balancea ni un ápice. Ese es su secreto, un chasis a la altura de las prestaciones de su motor… incluso por encima.