Audi A4 2.0 TFSI vs BMW 320i: buscamos la mejor berlina de gasolina

El Audi A4 2.0 TFSI y el BMW 320i incorporan unos afinadísimos motores de gasolina, que unido a sus sobresalientes cambios automáticos completan una ecuación realmente interesante. ¡Los enfrentamos!

J. Carlos González / Fotos: Israel Gardyn

Audi A4 2.0 TFSI vs BMW 320i: buscamos la mejor berlina de gasolina
Audi A4 2.0 TFSI vs BMW 320i: buscamos la mejor berlina de gasolina

La psicosis anti-Diesel generada por los protocolos anticontaminación en las grandes ciudades —política que se endurecerá en los próximos años— hace que cada vez más conductores, antes que sucumbir a híbridos o eléctricos, piensen en adquirir un automóvil de gasolina como estos Audi A4 2.0 TFSI y BMW 320i. Además, aunque las berlinas no tienen el tirón de antaño, cuando llevan el emblema de la hélice de BMW o de los cuatro aros de Audi siguen siendo objeto de deseo para muchos.

Y es algo de lo más comprensible, pues basta con subirse a ellos —nada de acudir a un BMW Serie 7 o a un Audi A8— para entender de golpe el significado del manido término «premium». Es cierto que nuestras unidades incorporan numerosos elementos opcionales de equipaiento, pero los materiales, el tacto de los mandos, el impecable ajuste de cada pieza o cómo te reciben sus asientos ya te hacen sentir de otra manera.

Audi A4 y BMW Serie 3En el Audi A4 nos encontramos con su espectacular instrumentación creada con una pantalla TFT de 12,3 pulgadas, que da mucha información y admite variadas configuraciones. Es sensacional. Las últimas mejoras aportadas por BMW a la Serie 3 también han traído una pantalla TFT al cuadro de mandos, con distintos diseños según el modo de conducción seleccionado, pero queda muy lejos de la de Audi. Es más pequeña, se presenta dentro del contorno de lo que serían los clásicos diales de los relojes de agujas y lleva dos minúsculos indicadores para el combustible y la temperatura del motor. Por lo demás, su puesto de conducción es tan impecable como el de su rival, con el detalle de que mantiene un freno de estacionamiento de palanca, frente al eléctrico del A4, y con ambos incluyendo unos sistemas multimedia intuitivos, completos y de gran calidad.         

ESPACIO Audi A4 2.0 TFSI 190 CV S-Tronic Ultra BMW 320i Automático
Anchura delantera 142 cm 141 cm
Anchura trasera 137 cm 139 cm
Altura delantera 93/100 cm 92/98 cm
Altura trasera 90 cm 91 cm
Espacio para piernas 75 cm 76 cm
Maletero 470 litros 445 litros

Audi A4 2.0 TFSI 190 CV y BMW 320i 184 CV: sus motores

El motor 2.0 TFSI del Audi A4 cuenta con un sistema de doble inyeccióndirecta e indirecta— y funciona bajo una adaptación del ciclo Miller para mejorar su eficiencia. Mismo cubicaje para el 320i, con inyección directa, un turbocompresor de doble entrada y el sistema de distribución variable doble-VANOS referencia de BMW. Al rodar, ambas mecánicas enseguida enamoran por su suavidad y refinamiento, más en las versiones probadas dotadas de cambio automático. El S-Tronic de doble embrague y siete marchas del A4 funciona muy bien, destaca la rapidez con la que responde a la solicitud de aceleración del conductor y la finura que muestra en el paso a marchas superiores o al reducir, aunque en esta ocasión tiene un hueso duro de roer. El 320i monta un cambio ZF de convertidor de par y ocho velocidades, probablemente el mejor de la categoría. Puede ser que en ocasiones no sea tan rápido como el S-Tronic, pero su funcionamiento es ejemplar, pues siempre mantiene un grado de suavidad excepcional y responde mejor que el de Audi cuando hay que circular a baja velocidad o necesitamos maniobrar varias veces en sitios complicados. Las levas del volante son de serie en el Audi y opcionales en el BMW.

PRESTACIONES Audi A4 2.0 TFSI 190 CV S-Tronic Ultra BMW 320i Automático
Acel. 0-100 km/h 7,1 s 7,6 s
Acel. 0-1000 metros 27,75 s 28,64 s
Sonoridad 100 km/h 63,5 dBA 64,8 dBA
Sonoridad 120 km/h 68 dBA 71,7 dBA
Frenada desde 140 km/h 70,3 m 71,29 m
Peso en báscula 1.529 kg 1.572 kg

Estas dos berlinas de gasolina responden con un empuje inmediato a poco que pisemos el pedal derecho, pero el cronómetro también ha dejado claro cuál es el más rápido —en nuestra báscula el BMW ha pesado 43 kg más que el Audi—. En aceleración pura el A4 2.0 TFSI alcanza los 100 km/h medio segundo antes que el 320i y es capaz de cubrir el primer kilómetro casi un segundo antes, mientras que si nos fijamos en las recuperaciones y vemos el registro en la simulación de un adelantamiento, pasando de 80 a 120 km/h con sus cambios automáticos «dándolo todo», el A4 también se muestra cerca de medio segundo más rápido. Lo bueno es que hablamos de berlinas de gasolina en el entorno de los 190 CV y con cualquiera de las dos podremos ir muy deprisa o solventar cualquier maniobra con gran celeridad.

Audi A4 2.0 TFSI y BMW 320i: sus consumos

Y si a nivel de prestaciones sale victorioso el Audi, lo mismo sucede en cuanto al consumo, pues aunque con el 320i automático hemos obtenido un gasto medio real de 7,2 l/100 km, el A4 2.0 TFSI S-Tronic se ha quedado en 6,9 l/100 km. No olvidemos que la versión probaba cuenta con la denominación «ultra» con la que la marca destaca sus modelos más eficientes, con desarrollos de transmisión, ajustes de suspensión y neumáticos pensados para el máximo ahorro. Lo cierto es que ambos cuentan con modos de conducción «eco» —además de otros más deportivos o confortables—, pero incluso en esta situación, sobre todo al rodar por carretera, da la impresión de que el Audi saca más partido a la conducción «a vela», que actúa durante más tiempo y en más ocasiones. Sólo en uso urbano el BMW es algo más eficiente, seguramente por esa mejor gestión a baja velocidad de su transmisión de la que ya hemos hablado.

CONSUMOS Audi A4 2.0 TFSI 190 CV S-Tronic Ultra BMW 320i Automático
Consumo en ciudad 8,3 l/100 km 8,2 l/100 km
Consumo en carretera 6,0 l/100 km 6,4 l/100 km
Consumo medio 6,9 l/100 km 7,2 l/100 km

Lo que hay que tener claro es que para mantenernos en niveles de consumo aceptables hay que ser muy cuidadosos con el acelerador, porque si buscamos ritmos «deportivos» nos podremos llevar algún susto. A4 y Serie 3 han sido siempre coches que en muchas empresas se destinan a ejecutivos que realizan largos kilometrajes y que muchos particulares eligen para viajar; en estos casos, estas berlinas de gasolina tienen al enemigo en casa, pues quienes superen los 20.000 km/año es mejor que piensen en las alternativas Diesel de sus propias gamas.

Audi A4 2.0 TFSI y BMW 320i: comportamiento

Como se ve en las fotos, durante la prueba tuvimos nieve en las carreteras. Al rodar sobre asfalto muy deslizante y con alta exigencia a la salida de curvas lentas notamos ligeras pérdidas de tracción en el A4 que en su rival de propulsión no aparecían —pensamos en la tracción quattro—, logrando el BMW una respuesta algo más ágil. Hablamos de una situación muy especial, porque el Audi enamora al volante, parece que lo hace todo bien, da gran sensación de ligereza y convence la seguridad que transmite por su facilidad de conducción y el acertado tarado de sus ayudas electrónicas.

Cuando las condiciones del asfalto son óptimas, el BMW ofrece un punto más de diversión, a pesar de que ya no muestra esa tendencia sobreviradora de antaño. Es seguro y efectivo, con una puesta a punto de dirección y suspensión que hacen que su conducción sea muy placentera y satisfactoria en todas las circunstancias, y sin descuidar ese grado de confort que también se aprecia en estos modelos.

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