Volvo V70 XC AWD Cross Country

Su carrocería es de familiar, pero, como su propia imagen sugiere, no es un automóvil convencional, porque lleva tracción total y cuenta con una altura mayor al suelo. Tampoco es un todo terreno, pero permite superar muchos obstáculos fuera del asfalto como si lo fuera. Es el Volvo XC, una combinación excelente para moverse con suma facilidad y confort tanto por carretera como apartado de ella.

Volvo V70 XC AWD Cross Country
Volvo V70 XC AWD Cross Country

La segunda generación del Volvo XC mantiene intactas todas las cualidades que hicieron que en su anterior versión la demanda representara casi un 20 por ciento del total de las ventas del V70, y mejora aquellos aspectos que no resultaban tan satisfactorios. El nuevo XC se ofrece ahora con la carrocería del actual V70, lo que significa un nuevo bastidor basado en el S80 y unas líneas más suaves y modernas, a la que se le han añadido una serie de elementos distintivos que le hacen destacar más con respecto a un V70 convencional de lo que lo hacía el XC anterior. Lo más llamativo de su nueva imagen es la protección que se le ha aplicado a lo largo de toda la carrocería, incluido el frontal hasta la altura superior de los faros, al estilo de esas cubiertas protectoras que se estilan en EE.UU. Con la instalación de este material plástico se persigue reducir el rayado de la carrocería cuando se circula fuera del asfalto, aunque ciertamente se rebaja el nivel de representatividad que puede ofrecer un V70 convencional. No se puede tener todo.

El motor resulta un conocido en la familia de Volvo, ya que aparentemente es el mismo que se ofrecía en el anterior XC. Se trata del cinco cilindros con turbocompresor de bajo soplado, con 2,4 litros de cilindrada y 200 CV de potencia. Sin embargo, los responsables de la marca afirman haber modificado todas las piezas móviles para dotarle de un funcionamiento más refinado y, sobre todo, para reducir el consumo de combustible y cumplir con creces las cada día más severas normas anticontaminación. La constatación de que la reducción de consumo ha sido verdaderamente eficaz se refleja en los valores obtenidos en nuestros recorridos habituales, ya que todas las mediciones son menores, destacando sobre todo el consumo urbano, que se ha bajado de 16 a 12,9 l/100.