Nuevo Mazda2

El Mazda2 se ha renovado por completo para hacer olvidar las ventas casi confidenciales de su predecesor. Su bonita carrocería rodea una mecánica completamente nueva que ahorra hasta casi un litro de combustible y permite una conducción muy divertida.

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La nueva generación del Mazda2, que se pone a la venta en el mes de octubre, llega a Europa con un planteamiento diferente al de sus rivales: disminuir dimensiones y peso en vez de crecer y engordar como viene siendo norma en los últimos polivalentes. El nuevo modelo es 3,5 cm más corto, 6,5 cm más bajo y 1,5 cm más ancho que el anterior Mazda2. Resulta, pues, más compacto que los líderes del segmento en Europa: Renault Clio, Peugeot 207 y Fiat Grande Punto. Ofrece menos capacidad interior, pero a cambio es más manejable.El Mazda2 1,5 litros responde con presteza a los deseos del conductor. Aunque los técnicos japoneses han conseguido reducir la sonoridad del conjunto, su motor se hace notar a regímenes altos, donde proporciona  una respuesta brillante. Dirección, cambio y frenos se manejan con marcada suavidad. Es un coche agradable de conducir.Pese a la reducción de peso, el Mazda2 es un 15 por ciento más rígido que el anterior. Ello redunda en ventajas como una menor sonoridad y un excelente trabajo de las suspensiones, que controlan perfectamente los movimientos de la carrocería y mantienen una buena capacidad de absorción. Las cualidades dinámicas han mejorado, y es muy divertido en conducción ágil.Si las dimensiones han cambiado, la distancia entre ejes es la misma: 2.490 mm. La estructura, sin embargo, es nueva y se caracteriza por la utilización de aceros de elevada y ultra-elevada resistencia. También hay nuevas suspensiones, aunque responden a principios tradicionales: McPherson con brazo inferior triangulado delante y ruedas tiradas con eje torsional atrás. La dirección es de asistencia eléctrica para no robar potencia al motor y contribuir al ahorro de combustible. Los frenos son de discos ventilados delante y de tambores aligerados atrás. Habrá que esperar al análisis de nuestro Banco de Pruebas para comprobar sus prestaciones. Lo cierto es que en este coche casi todo gira en torno a la reducción del peso, que se mantiene por debajo de los 1.000 kg.La positiva evolución del diseño es otra característica de este modelo. Exteriormente tiene una apariencia eminentemente dinámica, frente al estilo funcional de su predecesor. El interior también es muy vanguardista, pero la impresión de conjunto podría ser mejor si los materiales empleados fueran de tacto blando y/o apariencia más moderna. Mazda ha cuidado mucho la técnica, pero ha ahorrado en otros aspectos como los plásticos. Hay algunas carencias: volante no regulable en profundidad, ausencia de asideros en las plazas posteriores y ventanillas posteriores que no bajan del todo.La capacidad interior tampoco es un punto fuerte en el Mazda2, algo más estrecho de habitáculo que sus rivales y con menos volumen de maletero. Éste puede ampliarse abatiendo el respaldo posterior, que en esta posición forma un escalón en el plano de carga.Sin embargo, estos detalles no deberían penalizar al nuevo modelo, que tiene suficientes e importantes atractivos como para hacer de su compra una de las más racionales. Eso sí, el veredicto definitivo estará condicionado por su precio, al que aún le faltan unos meses para ser fijado.La palanca del cambio situada en posición elevada no es una exclusividad de este coche pero sí una contribución a lo agradable que resulta su conducción. Los ingenieros de Mazda han conseguido que todos los mandos de control se manejen con suavidad y progresividad. Asimismo, el comportamiento será uno de sus mejores argumentos, gracias al buen trabajo de las suspensiones.
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La nueva generación del Mazda2, que se pone a la venta en el mes de octubre, llega a Europa con un planteamiento diferente al de sus rivales: disminuir dimensiones y peso en vez de crecer y engordar como viene siendo norma en los últimos polivalentes. El nuevo modelo es 3,5 cm más corto, 6,5 cm más bajo y 1,5 cm más ancho que el anterior Mazda2. Resulta, pues, más compacto que los líderes del segmento en Europa: Renault Clio, Peugeot 207 y Fiat Grande Punto. Ofrece menos capacidad interior, pero a cambio es más manejable.El Mazda2 1,5 litros responde con presteza a los deseos del conductor. Aunque los técnicos japoneses han conseguido reducir la sonoridad del conjunto, su motor se hace notar a regímenes altos, donde proporciona  una respuesta brillante. Dirección, cambio y frenos se manejan con marcada suavidad. Es un coche agradable de conducir.Pese a la reducción de peso, el Mazda2 es un 15 por ciento más rígido que el anterior. Ello redunda en ventajas como una menor sonoridad y un excelente trabajo de las suspensiones, que controlan perfectamente los movimientos de la carrocería y mantienen una buena capacidad de absorción. Las cualidades dinámicas han mejorado, y es muy divertido en conducción ágil.Si las dimensiones han cambiado, la distancia entre ejes es la misma: 2.490 mm. La estructura, sin embargo, es nueva y se caracteriza por la utilización de aceros de elevada y ultra-elevada resistencia. También hay nuevas suspensiones, aunque responden a principios tradicionales: McPherson con brazo inferior triangulado delante y ruedas tiradas con eje torsional atrás. La dirección es de asistencia eléctrica para no robar potencia al motor y contribuir al ahorro de combustible. Los frenos son de discos ventilados delante y de tambores aligerados atrás. Habrá que esperar al análisis de nuestro Banco de Pruebas para comprobar sus prestaciones. Lo cierto es que en este coche casi todo gira en torno a la reducción del peso, que se mantiene por debajo de los 1.000 kg.La positiva evolución del diseño es otra característica de este modelo. Exteriormente tiene una apariencia eminentemente dinámica, frente al estilo funcional de su predecesor. El interior también es muy vanguardista, pero la impresión de conjunto podría ser mejor si los materiales empleados fueran de tacto blando y/o apariencia más moderna. Mazda ha cuidado mucho la técnica, pero ha ahorrado en otros aspectos como los plásticos. Hay algunas carencias: volante no regulable en profundidad, ausencia de asideros en las plazas posteriores y ventanillas posteriores que no bajan del todo.La capacidad interior tampoco es un punto fuerte en el Mazda2, algo más estrecho de habitáculo que sus rivales y con menos volumen de maletero. Éste puede ampliarse abatiendo el respaldo posterior, que en esta posición forma un escalón en el plano de carga.Sin embargo, estos detalles no deberían penalizar al nuevo modelo, que tiene suficientes e importantes atractivos como para hacer de su compra una de las más racionales. Eso sí, el veredicto definitivo estará condicionado por su precio, al que aún le faltan unos meses para ser fijado.La palanca del cambio situada en posición elevada no es una exclusividad de este coche pero sí una contribución a lo agradable que resulta su conducción. Los ingenieros de Mazda han conseguido que todos los mandos de control se manejen con suavidad y progresividad. Asimismo, el comportamiento será uno de sus mejores argumentos, gracias al buen trabajo de las suspensiones.