Kia Carens 2.0 CRDI

Más grande, más potente, más refinado… y más caro. Así es el nuevo Kia Carens, un monovolumen de tamaño medio que poco o nada tiene que ver con su antecesor, hasta el punto de ser considerado un modelo diferente, no sólo visualmente, también en planteamiento y orientación al cliente. Con sólo dos mecánicas y dos niveles de acabado, y posibilidad de montar siete plazas el modelo coreano sube de nivel para hacer frente a un mayor número de rivales.

Kia Carens 2.0 CRDI
Kia Carens 2.0 CRDI
Ver vídeo
La vida a bordo es el gran argumento del Kia Carens. Con la nueva plataforma, el modelo coreano ha ganado 13 cm de batalla que tienen un reflejo en las dimensiones exteriores e interiores del vehículo. Ahora, es 9 cm más largo, 7 más ancho y 5 más alto y ello le permiten mostrar uno de los habitáculos más espaciosos de su segmento, especialmente la segunda fila de asientos, donde vence por goleada a sus rivales. Ni siquiera el Citroën C4 Picasso, el que posee las mayores cotas de longitud, altura y anchura de la categoría, propone una configuración interna tan espaciosa como el Carens. La marca coreana ha preferido acomodar bien a cinco ocupantes, a cambio de proponer una tercera fila supletoria, con buena anchura, pero con menos espacio para piernas a disposición del sexto o séptimo pasajero. A ello se añade un maletero con las tres filas montadas de 95 litros, el de menor capacidad del segmento. Más que una necesidad, la fila supletoria parece haber sido debida a una obligación: la de imitar la tendencia general del mercado. Para recalcar esa idea, Kia viene a ofrecerla sólo opcionalmente en la versión más comercial de la gama, es decir, ésta con motor Diesel de 2 litros y en el nivel superior de acabado, el EX II. La versión probada, de hecho, la EX I, no contaba con ella. En su lugar, el espacio destinado para el maletero dispone de dos amplios huecos bajo el piso, divididos en varios compartimentos para configurar el espacio de carga a gusto del consumidor. La boca de carga viene a completar un maletero muy manejable con una buena anchura. Otro apartado que también ha cambiado y en donde se puede apreciar en toda su magnitud el lavado de cara total del Carens, es en el exterior. Exceptuando el frontal, donde la impronta Kia apenas ha variado en los últimos años, la imagen del nuevo modelo es completamente diferente. La ganancia de cotas no queda disimulada y se aprecia en toda su magnitud una imagen poderosa y el modelo proporciona una mayor sensación de empaque que su precedente. La ergonomía tiene su continuación en la posición del conductor, muy elevada, y con el volante levemente inclinado, recordando a un vehículo comercial. El acceso a mandos es adecuado y especialmente acertada es la ubicación de la palanca de cambios en una plano elevado y formando un todo de continuidad con la consola central. Menos práctico nos ha parecido la disposición de una banqueta central que se abate asimétricamente y se desplaza longitudinalmente. Aunque las posibilidades de configuración son notables, en el segmento ya se estila asientos individuales en la segunda fila que potencian aún más la modularidad de los monovolúmenes.El interior viene dotado con múltiples huecos y espacios para guardar objetos, recalcando la funcionalidad como otro de los apartados donde la marca ha puesto especial énfasis. Quizás no llega a la profusión del Mazda5 o del Volkswagen Touran, pero, en líneas generales, se defiende correctamente en la categoría. Otras soluciones como perchas o tomas de electricidad vienen a potenciar la sensación de interior práctico y utilizable. Contra esta buena ergonomía choca el freno de mano activado a través de un cuarto pedal. En las versiones con cambio manual –existe la posibilidad de acoplar una transmisión automática- resulta un engorro, dado que necesariamente la operación implica, pisar el freno, poner el punto muerto, cambiar el pie del pedal de embrague al del freno de mano y, una vez accionado, insertar una marcha antes de apagar el motor.La percepción obtenida a bordo del Kia es más que aceptable. Los plásticos utilizados revelan calidad y los remates son excelentes, especialmente si comparamos el ambiente que se respiraba en la generación anterior. En términos de espacio, habitabilidad y sensaciones el Carens ha dado un paso de gigante.

Citroën C4 Picasso 2.0 HDI / 138

Seat Altea XL 2.0 TDi/140 CV

Opel Zafira 1.9 CDTI 150

Renault G. Scenic 2.0 dCi

Kia Carens 2.0 CRDI

DIMENSIONES

 

 

 

 

 

Batalla

2.728

2.578

2.703

2.736

2.700

Vía Delantera

1.505

1.534

1.488

1.506

1.573

Vía Trasera

1.539

1.523

1.510

1.506

1.569

 

 

 

 

 

Longitud :

4.590

4.467

4.467

4.493

4.545

Anchura

1.830

1.768

1.801

1.810

1.800

Altura :

1.680

1.581

1 .635

1.636

1.650

 

 

PESO

 

 

 

 

 

Peso total vacío

1.755

1.563

1.660

1.702

1.700

 

 

HABITABILIDAD

 

 

 

 

 

Altura en plazas traseras

93

97

94

90

100

Anchura en plazas traseras (hombros)

143

141

142

141

144

Espacio máximo de piernas detrás del acompañante

69

78

71

70

78

Espacio máximo de piernas detrás de conductor

75

80

75

77

80

Altura en 3ª línea de asientos

87

--

91

85

85

Anchura en 3ª línea de asientos

124

--

119

121

130

Espacio máximo de piernas en la 3º fila de asientos

71

--

84

60

62

 

CAPACIDAD DE CARGA

 

 

 

 

 

Volumen mínimo maletero

135

525

155

185

95

Volumen máximo 3ª fila abatida

755

--

760

630

550

Volumen 2ª fila abatida

1110

990

840

975

995

Aunque existe una versión, la EX II, más completa que la que hemos probado, el nuevo Carens puede presumir de una dotación de partida acorde con el segmento. Seis airbags, climatizador, volante regulable en altura, filtro de partículas para el motor Diesel, faros delanteros antiniebla u ordenador de viaje son alguno de los elementos que conforman la versión de partida, la EX I, que cuesta 21.800 euros y no admite la tercera fila de asientos. Para un cliente un poco más exigente, el nivel de acabado EX II aporta algo más de sofisticación y lo acerca a las realizaciones de más calidad de su categoría, una distancia, que junto a la mejora mecánica, el nuevo bastidor y una imagen más poderosa, se ha visto reducida considerablemente. Por 2.000 euros más, el comprador de un Carens dispone de climatizador digital, cuyo funcionamiento es muy acertado, control de estabilidad y de tracción, sensor de lluvia, faros con encendido automático y regulación interna, embellecedores en cuero y airbags de cortina traseros, entre otros. La tercera fila de asientos vendría a suponer otros 450 euros. En total, 24.300 euros, por un modelo de siete plazas que, pese al incremento ostensible de precio, respecto a la generación anterior, continúa siendo un modelo económico frente a los líderes de la categoría y aporta la mayoría de los argumentos que aquellos esgrimen para justificar su tarifa.
Ver vídeo
La vida a bordo es el gran argumento del Kia Carens. Con la nueva plataforma, el modelo coreano ha ganado 13 cm de batalla que tienen un reflejo en las dimensiones exteriores e interiores del vehículo. Ahora, es 9 cm más largo, 7 más ancho y 5 más alto y ello le permiten mostrar uno de los habitáculos más espaciosos de su segmento, especialmente la segunda fila de asientos, donde vence por goleada a sus rivales. Ni siquiera el Citroën C4 Picasso, el que posee las mayores cotas de longitud, altura y anchura de la categoría, propone una configuración interna tan espaciosa como el Carens. La marca coreana ha preferido acomodar bien a cinco ocupantes, a cambio de proponer una tercera fila supletoria, con buena anchura, pero con menos espacio para piernas a disposición del sexto o séptimo pasajero. A ello se añade un maletero con las tres filas montadas de 95 litros, el de menor capacidad del segmento. Más que una necesidad, la fila supletoria parece haber sido debida a una obligación: la de imitar la tendencia general del mercado. Para recalcar esa idea, Kia viene a ofrecerla sólo opcionalmente en la versión más comercial de la gama, es decir, ésta con motor Diesel de 2 litros y en el nivel superior de acabado, el EX II. La versión probada, de hecho, la EX I, no contaba con ella. En su lugar, el espacio destinado para el maletero dispone de dos amplios huecos bajo el piso, divididos en varios compartimentos para configurar el espacio de carga a gusto del consumidor. La boca de carga viene a completar un maletero muy manejable con una buena anchura. Otro apartado que también ha cambiado y en donde se puede apreciar en toda su magnitud el lavado de cara total del Carens, es en el exterior. Exceptuando el frontal, donde la impronta Kia apenas ha variado en los últimos años, la imagen del nuevo modelo es completamente diferente. La ganancia de cotas no queda disimulada y se aprecia en toda su magnitud una imagen poderosa y el modelo proporciona una mayor sensación de empaque que su precedente. La ergonomía tiene su continuación en la posición del conductor, muy elevada, y con el volante levemente inclinado, recordando a un vehículo comercial. El acceso a mandos es adecuado y especialmente acertada es la ubicación de la palanca de cambios en una plano elevado y formando un todo de continuidad con la consola central. Menos práctico nos ha parecido la disposición de una banqueta central que se abate asimétricamente y se desplaza longitudinalmente. Aunque las posibilidades de configuración son notables, en el segmento ya se estila asientos individuales en la segunda fila que potencian aún más la modularidad de los monovolúmenes.El interior viene dotado con múltiples huecos y espacios para guardar objetos, recalcando la funcionalidad como otro de los apartados donde la marca ha puesto especial énfasis. Quizás no llega a la profusión del Mazda5 o del Volkswagen Touran, pero, en líneas generales, se defiende correctamente en la categoría. Otras soluciones como perchas o tomas de electricidad vienen a potenciar la sensación de interior práctico y utilizable. Contra esta buena ergonomía choca el freno de mano activado a través de un cuarto pedal. En las versiones con cambio manual –existe la posibilidad de acoplar una transmisión automática- resulta un engorro, dado que necesariamente la operación implica, pisar el freno, poner el punto muerto, cambiar el pie del pedal de embrague al del freno de mano y, una vez accionado, insertar una marcha antes de apagar el motor.La percepción obtenida a bordo del Kia es más que aceptable. Los plásticos utilizados revelan calidad y los remates son excelentes, especialmente si comparamos el ambiente que se respiraba en la generación anterior. En términos de espacio, habitabilidad y sensaciones el Carens ha dado un paso de gigante.

Citroën C4 Picasso 2.0 HDI / 138

Seat Altea XL 2.0 TDi/140 CV

Opel Zafira 1.9 CDTI 150

Renault G. Scenic 2.0 dCi

Kia Carens 2.0 CRDI

DIMENSIONES

 

 

 

 

 

Batalla

2.728

2.578

2.703

2.736

2.700

Vía Delantera

1.505

1.534

1.488

1.506

1.573

Vía Trasera

1.539

1.523

1.510

1.506

1.569

 

 

 

 

 

Longitud :

4.590

4.467

4.467

4.493

4.545

Anchura

1.830

1.768

1.801

1.810

1.800

Altura :

1.680

1.581

1 .635

1.636

1.650

 

 

PESO

 

 

 

 

 

Peso total vacío

1.755

1.563

1.660

1.702

1.700

 

 

HABITABILIDAD

 

 

 

 

 

Altura en plazas traseras

93

97

94

90

100

Anchura en plazas traseras (hombros)

143

141

142

141

144

Espacio máximo de piernas detrás del acompañante

69

78

71

70

78

Espacio máximo de piernas detrás de conductor

75

80

75

77

80

Altura en 3ª línea de asientos

87

--

91

85

85

Anchura en 3ª línea de asientos

124

--

119

121

130

Espacio máximo de piernas en la 3º fila de asientos

71

--

84

60

62

 

CAPACIDAD DE CARGA

 

 

 

 

 

Volumen mínimo maletero

135

525

155

185

95

Volumen máximo 3ª fila abatida

755

--

760

630

550

Volumen 2ª fila abatida

1110

990

840

975

995

Aunque existe una versión, la EX II, más completa que la que hemos probado, el nuevo Carens puede presumir de una dotación de partida acorde con el segmento. Seis airbags, climatizador, volante regulable en altura, filtro de partículas para el motor Diesel, faros delanteros antiniebla u ordenador de viaje son alguno de los elementos que conforman la versión de partida, la EX I, que cuesta 21.800 euros y no admite la tercera fila de asientos. Para un cliente un poco más exigente, el nivel de acabado EX II aporta algo más de sofisticación y lo acerca a las realizaciones de más calidad de su categoría, una distancia, que junto a la mejora mecánica, el nuevo bastidor y una imagen más poderosa, se ha visto reducida considerablemente. Por 2.000 euros más, el comprador de un Carens dispone de climatizador digital, cuyo funcionamiento es muy acertado, control de estabilidad y de tracción, sensor de lluvia, faros con encendido automático y regulación interna, embellecedores en cuero y airbags de cortina traseros, entre otros. La tercera fila de asientos vendría a suponer otros 450 euros. En total, 24.300 euros, por un modelo de siete plazas que, pese al incremento ostensible de precio, respecto a la generación anterior, continúa siendo un modelo económico frente a los líderes de la categoría y aporta la mayoría de los argumentos que aquellos esgrimen para justificar su tarifa.