Desde aquel acuerdo de colaboración entre Mercedes-Benz y la Alianza Nissan-Renault firmado en 2010, ya son unos cuantos los proyectos que hemos visto surgir de una sinergia industrial de la que todas las marcas implicadas se han beneficiado de una manera u otra. Seguramente el proyecto más interesante de este gran acuerdo haya sido el nuevo Q30, modelo del que directamente podríamos decir que es la reinterpretación del Mercedes GLA (tampoco lo descartes como rival de ciertas versiones de la Clase A) por parte de Infiniti, la rama de lujo de Nissan, que lo fabrica en su planta de Sunderland, Reino Unido.
Ya antes Infiniti se había alimentado del banco de órganos de Mercedes para definir en gran medida su berlina Q50, tomando la plataforma de la Clase C y algunos motores, para luego rematarla con elementos propios como una berlina Infiniti más. En el caso del Q30, el aprovechamiento del contenido del GLA es casi total. Tan solo para la versión 1.5d se recurre a un motor de origen Renault, como de igual manera hace Mercedes con el A 180d.
Infiniti Q30: interior de calidad
En el nuevo Infiniti Q30 apenas la carrocería y el salpicadero son propios de Infiniti, que a la vista y al tacto revierten en no poca exclusividad y calidad. Infiniti ha incrustado la pantalla táctil central ("flotante" en el GLA) en el salpicadero del Q30 y utiliza también una interfaz propia, con un menú ordenado y completo e integrando en el sistema de navegación los radares, de los que somos avisados (esta función no la tiene el GLA). Por lo demás, conserva muchos de los botones, interruptores, volante, relojes, etc de Mercedes e incluso la característica llave electrónica de la marca alemana... con el logotipo de Infiniti.
Si conoces el Mercedes GLA todo te resultará muy familiar, también por su singularidad como "pseudo SUV". Como en el GLA, el Q30 te puede parecer, porque así es, simplemente un vehículo compacto ligeramente sobre-elevado, o dicho de otra manera un crossover. Más adelante vendrá un QX30 algo más elevado y una estética más "off road", con protecciones frontales y traseras de carrocería y en los pasos de rueda, y con barras de techo; pero en cualquier caso no parece que será una variante funcionalmente muy diferente al Q30.
Las similitudes con el Mercedes GLA siguen con unas cotas de habitabilidad metro en mano idénticas y esto significa un espacio trasero y sobretodo un maletero que no se corresponden con una carrocería de 4,4 metros de largo, en la que obviamente el diseño ha impuesto sus criterios, penalizando también la visibilidad posterior. Delante percibes un producto premium muy completo y en todo caso será el acabado entre tres terminaciones posibles y las opciones que elijas las que marquen el nivel de exclusividad del Q30, con un básico más sencillo (y 4.000 euros más barato) que un equivalente GLA y por arriba, te encontrarás cierta limitación del repertorio opcional de Mercedes.
Infiniti Q30: especialmente cómodo
Infiniti dice haber probado entre 50 configuraciones distintas para finalmente elegir su propio tarado de suspensión. El confort ha sido en su caso el objetivo buscado y conseguido, aunque en cualquier caso no puede disimular el Q30 el coche que lleva dentro y pronto su pisada te lleva a recordar otra vez al Mercedes GLA. Interviene mucho en el tacto de rodadura su neumático, una medida con generoso perfil (235/50 R18), que por si mismo ayuda a filtrar mucho el asfalto. Además, con suspensiones con recorridos algo más largos que un compacto convencional, el Q30 consigue que lo sientas un coche muy cómodo, también bacheando y pisando reductores de velocidad con mucha mayor despreocupación que como lo harías en un coche normal. Con esta definición, en curva no es todo lo deportivo que su imagen puede sugerir, pero por tacto, no por una conducta que resulta muy buena. Te marca un mínimo balanceo, quizá acusable por ir un poco más alto (el acabado Sport es 2 centímetros más bajo, su suspensión un 7 por ciento más firme y sus neumáticos 235/45 R19 tienen menos perfil), pero el coche se guía sin ningún esfuerzo y traza con seguridad y sencillez.
Si fuerzas la marcha en trazados lentos sientes que te espera un amago de subviraje... muy transparente, que no deteriora un paso por curva seguro. Parece muy acertado el trabajo conjunto de su neumático de perfil "alto", la flexibilidad de su suspensión y la altura del coche. A ese ritmo, la tracción total, con preponderancia sobre el tren delantero pero con desvío de par al eje trasero por anticipación en curva y fuerte aceleración o por reacción a una pérdida de motricidad, ayuda mucho desde mitad de la curva para salir por la línea marcada, independientemente de la intensidad con que pises el acelerador. Esta misma configuración sirve para que el Q30 ruede por pistas y carreteras descarnadas con una calidad de rodadura por confort y eficacia que te lleva a disfrutarlo como un sorprendente coche especialista para esos entornos. Y bajo esas exigentes situaciones, también descubres un coche robusto y refinado que le da mucha credibilidad al producto.
Infiniti Q30 2.2d: motor y transmisión Mercedes
En ese refinamiento destaca su motor Diesel, quizá por ser una conocida mecánica Mercedes no especialmente destacable por ello. Con 170 CV no es la última versión de 177 CV de este motor, pero se siente mejor que la de aquel GLA 220 CDI 170 CV que probamos en su día, solo por su tratamiento acústico. Aunque el mérito hay que reconocérselo a Infiniti. La marca japonesa ha incorporado un sistema de cancelación de ruido en el Q30 que consiste en emitir a través de los altavoces de la radio una contrafrecuencia que reduce o varía el ruido natural. Desde la puesta en marcha descubres un motor más fino, que no enturbia en nada el ambiente interior del Q30. En aceleración se ha refinado la acústica de este motor 2.2d muchísimo, aportando también mucho en el propio agrado de conducción del Q30. Este motor trabaja con el cambio de doble embrague de 7 velocidades de origen Mercedes, solo que en el Q30 la palanca está en el lugar habitual en la consola central, cuando el GLA la ubica detrás del volante. El conjunto destaca sobre todo por su alta eficiencia y es que no es nada difícil establecer medias de 6/7 litros con todas las variables del tráfico.
Sus 170 CV son poderosos, pero no especialmente briosos. Acusa como muchos 4x4 la resistencia de la tracción integral, si bien aprovecha todo su empuje, muy consistente desde muy bajo régimen. El cambio de doble embrague y 7 velocidades combina su doble faceta de ser cómodo en modo automático y rápido cuando desde la levas decidimos nosotros sobre los cambios de marcha. Es entonces cuando saca a relucir el carácter más dinámico de un Q30 que antes convence y engancha por su agrado general y la percepción real de ser un excelente producto. Y quizá hasta más exclusivo que el original.
El Infiniti Q30 2.2d DCT AWD en números de nuestro Centro Técnico
Prueba |
Tiempo |
Aceleración 0-100 km/h |
8,5 seg. |
Aceleración 400 metros |
16,2 seg. |
Aceleración 1000 metros |
29,8 seg. |
Recuperación 20 a50 km/h |
2,0 seg. |
Recuperación 60 a120 km/h |
8,6 seg. |
Recuperación 80 a120 km/h |
6,0 seg. |
Consumo urbano |
6,7 l/100 km |
Consumo carretera |
5,6 l/100 km |
Frenada desde 120 km/h |
72,5 m |
Maletero |
340 litros |
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