Prueba: Honda CR-V 1.6 i-DTEC 160 CV 4WD, especie protegida

El Honda CR-V conserva la arquitectura, el espacio y el confort que le han aupado a SUV más vendido del mundo, pero el Honda CR-V suma nueva tecnología… como el primer 1.6 Diesel biturbo.

Jordi Moral. Twitter: @jordimoralp. Fotos: Ángel Yuste,

Prueba: Honda CR-V 1.6 i-DTEC 160 CV 4WD, especie protegida
Prueba: Honda CR-V 1.6 i-DTEC 160 CV 4WD, especie protegida

El Honda CR-V es pasado, como demuestran los 7,2 millones de unidades vendidas desde 1997, cuando al rebufo de Toyota y su pionero RAV-4 nació con una concepción de más puro todo terreno; también es sin duda presente, pues hoy a pesar de su renovación mantiene las “civilizadas” cualidades de una todavía actual e invariable 4ª generación que, estrenada hace sólo 3 años, le ha permitido liderar ya en todo el mundo un segmento vital;  pero, sobre todo, el Honda CR-V aspira a ser desde hoy ya futuro. Sus crecientes y mejorados rivales así se lo exigen, pero también nuevas normativas medioambientales que no dan tregua, como tampoco unos continuos avances en todo campo del automóvil que obligan a actuar. Momento así de analizar cómo conjuga ahora la marca japonesa todos esos tiempos en este CR-V. 

SUV del siglo XXI

Honda CR-V 1.6 160 CVToma papel, boli y apunta: downsizing, frenada autónoma, doble sobrealimentación, Euro 6, sistema anti-atropello, dirección activa, múltiples marchas automáticas, Mirror Link, puntos wifi, control de crucero inteligente… Muchos vocablos que seguro que ya te empezarán a ir sonando. Si no, familiarízate con ellos, porque el bombardeo es total. Junto a nuevas luces LED, paragolpes más agresivos, parrillas con más presencia y nuevos y coloridos juegos de llantas (que, por supuesto, también luce hoy este Honda CR-V), cada renovación trae consigo buena parte de esta terminología. O, en el caso aquí de Honda, toda. Así que, si lo que te convencía del CR-V era su gran amplitud, nada cambiará ahí ahora tu opinión.

Conservando pues su misma plataforma, este Honda CR-V como SUV familiar sigue siendo único: combina el mayor espacio trasero del segmento (nada menos que 82 cm de distancia para piernas, 142 de anchura y 95 de altura) con el mayor maletero: 585 litros reales de capacidad que, además, cuentan con boca de carga muy baja, rueda siempre de repuesto y portón eléctrico en opción. Suma también puertas que se abren en ángulo de 90º para un inmejorable acceso, piso plano para acoger detrás a 3 adultos como hacen muy pocos coches, mucho hueco y detalles tan prácticos como almohadillado para la rodilla en la consola, reposacabezas traseros escamoteables o asientos abatibles mecánicamente por tirador. Ambiente interior de gran monovolumen, donde hoy, además, suma un nuevo apoyabrazos delantero regulable y, ante todo, un nuevo sistema multimedia Honda Connect con gran pantalla táctil de 7 pulgadas. Sólo compatible con Android, es verdad que no es hoy el más avanzado del mercado por funcionalidades e interfaz, pero te permitirá estar conectado siempre a tu móvil y disponer de múltiples aplicaciones. Hora, eso sí, de olvidar distracciones: a rodar con el nuevo CR-V. 

Progreso mecánico

Honda CR-V 1.6 160 CVSus novedades técnicas son ahora, ante todo, dos: un cambio automático ZF ya de 9 marchas que empieza a ganar peso en el mercado, pero que no estaba disponible en el primer mes de comercialización; y una nueva versión de su pletórico motor 1.6 i-DTEC, ahora con 160 CV y un doble turbo (el primero además de geometría variable) que le ha hecho por momentos único en el mercado hasta que Renault acaba de montar su también nuevo 1.6 dCi biturbo en el recién estrenado Espace. A ese poderoso Diesel nos subimos.  

Con la obligada misión de sustituir al gran 2.2 i-DTEC de 150 CV anterior, Honda apuesta a la baja cilindrada y a una trampa de partículas NOx para asumir la nueva ley de emisiones Euro 6. Sin necesidad, por tanto, de emplear aditivos de urea, tan fino, refinado y suave sientes este nuevo 1.6 i-DTEC biturbo que, de inicio, quizá hasta puede decepcionar. Su bajo régimen, sin ser extraordinario, es muy bueno ya a partir de sólo 1.500 rpm… para llenarse allí donde su “pequeña” variante de 120 CV comienza a desfallecer: a medio régimen. Es pues entre 2.500 y 3.500 rpm (cuando soplan juntos ambos turbos) cuando ofrece este CR-V su mejor empuje lo que, combinado con un cambio manual de 6 marchas con desarrollos muy bien ajustados (Honda huye de las largas relaciones que hoy te llevan a rodar a 120 km/h en 6ª a menos de 2.000 rpm, haciéndolo aquí a casi 2.500), genera un conjunto de gran agrado. Pero, ¿mejor que el anterior?. 

Pues puedes ver el vaso medio lleno o medio vacío, a tu elección. Porque cierto es que, a pesar del doble turbo y de anunciar este 1.6 i-DTEC hasta 60 kg menos y un 50 por ciento de recorte en pérdidas por fricción que el anterior 2.2 i-DTEC, en la práctica no corre más y sólo consume 0,2 l/100 km menos. Pero también no es menos verdad que esa respuesta anterior del 2.2 era ya muy buena y que por norma los nuevos motores Euro 6 empeoran “taponados” su rendimiento (cosa que aquí no hace) . Analizados pues todos los datos, ningún rival hoy en el entorno de potencia y con tracción total gasta menos que los 6,6 l/100 km que nos ha cifrado este Honda CR-V, corriendo sólo notablemente más un Mazda CX-5, también con doble turbo pero elevando su cilindrada hasta 2,2 litros. 

Lo importante es que nunca sentirás en este nuevo Honda CR-V 1.6 i-DTEC de 160 CV vacíos ni falta de potencia. Asociado siempre a la tracción total, puede eso sí que sólo te compense económicamente si la necesitas, porque si no el ya gran Honda CR-V 1.6 i-DTEC de 120 CV y un único turbo, sólo en versión 4X2, aunque menos rápido, cumple bien… y gasta 1,5 l/100 km menos por sus 160 kg menos también de peso. Es mi consejo.  

Progreso en comportamiento

Honda CR-VY es que, salvo que te mueves por zonas de nieve y agua donde siempre es un extra en seguridad, si buscas la tracción total para una respuesta off road, mejor mira también hacia otro lado. Ni el diferencial central viscoso con control electrónico y una sola bomba de presión hidráulica del Honda CR-V es el más efectivo del mercado (a pesar de anunciar más anticipación, en situaciones de baja adherencia sigues sintiendo algo de patinamiento en el tren delantero), ni sus cotas son las mejores: de hecho, los 160 centímetros de altura libre son menores incluso que las de un Nissan Juke, arriesgándote a golpear hasta en bordillos.  

Lo del Honda CR-V a cambio ha sido siempre una respuesta excepcional en asfalto, que hoy además mejora para ofrecer sensaciones de gran berlina. Con vías hoy 15 milímetros más anchas y juntas de goma con el doble de grosor, rueda con gran confort de marcha, tanto por pisada como por aislamiento. Aquí sí, a la altura del Mazda CX-5 e incluso sintiéndolo hoy como el más equilibrado del segmento por compromiso de suspensión, ya que, sí hasta ahora era algo menos ágil e instantáneo que el propio Mazda e, incluso, que VW Tiguan o Ford Kuga, hoy Honda prácticamente lima diferencias. Con nuevos casquillos y amortiguadores delanteros, y diferentes geometrías de los brazos, percibes ahora un Honda CR-V más directo y rápido, pero tan filtrado, noble de reacciones y seguro como siempre. Mucho tiene que ver también en esa mejora de agilidad una dirección que, a su ya gran tacto anterior, suma hoy una relación de desmultiplicación un 8 por ciento menor: de 3,1 vueltas de volante pasa a 2,5, girando notablemente mejor en ciudad, donde también convence por buena visibilidad.  

Progreso en dotación

Así que, como ya dijimos en su día, el Honda CR-V sigue siendo un SUV operativo las 24 horas. Mantiene, por tanto, intactas las virtudes que lo han hecho grande y, a base de tecnología y de pequeños ajustes necesarios para adaptarse a los tiempos, sigue de paso progresando adecuadamente. Porque, al margen del paquete de asistentes que, con el nombre de Honda Sensing casi te transportarán al futuro (por 1.800 € suma aviso de colisión frontal y ángulo muerto, alerta de tráfico cruzado y cambio de carril, reconocimiento de señales y control de crucero adaptativo inteligente), completa hoy un gran equipamiento sumando de serie el comentado sistema multimedia Honda Connect, más cámaras, freno activo en ciudad de serie hasta 32 km/h, control de crucero y de presión de neumáticos, sensor de luz y lluvia o climatizador bizona.  

No te asustes así por los 37.000 € de este acabado Executive ultra equipado. Por unos 32.000 tendrás ya un Honda CR-V Elegance completísimo… y muy poco más caro que un Mazda CX-5 o un Mitsubishi Outlander equivalentes. Baja entonces ya a 28.000 € y tendrás ese mencionado gran Honda CR-V 1.6 i-DTEC 120 CV 4x2. Quizá no necesites más. Otro consejo.