Hubo un tiempo atrás en el que los monovolúmenes grandes se presentaron como un formato exclusivo para las familias numerosas. Y no fueron pocos los modelos que siguieron el paso de los dos modelos referentes en aquel entonces: el Chrysler Voyager, como ejemplo de este tipo de vehículo familiar concebido en Estados Unidos; y el Renault Espace, el primero en tomar la idea aquí en Europa.
Curiosamente, el Chrysler Voyager, en estos últimos años comercializado bajo la marca Lancia, ya no se vende en Europa. Y esta quinta generación Espace se ha replanteado de tal manera respecto a su pasado, que ha tomado influencias de los exitosos SUV para hacer de su diseño y proporciones un reclamo también más emocional, correspondido con otras soluciones tecnológicas.
Quizás el aspecto masivo poco depurado haya condicionado a los grandes monovolúmenes, pero Ford ha conseguido como ningún otro fabricante dinamizar la silueta pura de monovolumen en su S-MAX y no sólo a la vista, también con un comportamiento dinámico que, muy lejos de la aparatosidad que acompañaba a esos primeros grandes monovolúmenes, es más propia de una buena berlina equivalente.
Entre estas readaptaciones, el Seat Alhambra sigue fiel al formato más tradicional del segmento, donde diseño y proporciones son fruto de hacer un habitáculo muy espacioso. Su silueta no engaña: el Seat Alhambra es el modelo más alto y el que dispone de mayor superficie de cristal. Al margen de lo que diga el metro, en general es el monovolumen más amplio también por esa sensación de espacio que transmite su mayor luminosidad.
En cualquier caso, los Ford S-MAX, Renault Espace y Seat Alhambra pueden presumir de contar con 5 plazas principales excepcionales, y no solo por espacio. Pero en el Alhambra siempre te sentirás con un plus de desahogo mayor y en el Espace, básicamente por su cota de altura, no percibes un extra de habitabilidad muy superior respecto a su ya generoso tamaño. El Ford S-MAX está más cercano a las sensaciones vividas en el Seat Alhambra.
Tratando con los dos asientos de la tercera fila es cuando las diferencias sí pueden ser vitales en función al tamaño de sus pasajeros. Y aquí, el Seat Alhambra se desmarca claramente con las mejores plazas, como para considerarlas de uso habitual y solo temporales las de sus rivales. El espacio mínimo que deja para pies y piernas el Seat es fundamental, como su muy buena cota de altura. En el Renault Espace te sientes en parte encajonado, otra vez, por su justa cota de altura y en el S-MAX encuentras muy poco espacio para los pies.
Ford S-MAX, Renault Espace y Seat Alhambra: multiconfigurables
En los tres puedes jugar con la posición de los asientos centrales, deslizables 16 centímetros de media, todos independientes y del mismo tamaño, para adaptar sus habitáculos a cada momento. Ninguna butaca es extraíble –sí lo fueron–, pero se reclinan los respaldos y se abaten las banquetas para despejar el habitáculo y ampliar el maletero a la carta. Y todos disponen de pulsadores remotos para abatir cómodamente los respaldos centrales.
Las butacas de la tercera fila se abaten sobre la base del maletero. Estos pueden variar mucho entre su mínimo y máximo, y siempre el Seat Alhambra ofrece mejores registros verificados que Ford S-MAX y Renaul Espace. Como cinco plazas hay tanto maletero en todos que las diferencias pueden ser insustanciales, pero no cuando los usamos como siete plazas, donde el Seat Alhambra sigue ofreciendo un maletero de 325 litros, casi como el de un Seat Ibiza. Algo menos que un Seat Mii, ofrecen los Ford S- MAX y Renault Espace.
Desde el punto de vista práctico, el Alhambra también hace de sus puertas correderas una solución muy útil y cómoda, sobre todo si las automatizamos, como se puede hacer con los portones traseros de los tres modelos. Las puertas convencionales de S-MAX y Espace son muy grandes y liberan tanto espacio como las correderas del Alhambra, pero por eso mismo dificultan su apertura por niños o en espacios estrechos.
No sólo los pasajeros perciben que en estos coches se les presta mayores atenciones que en las berlinas convencionales. En su tarea, el conductor se encuentra en estos Ford S-MAX, Renault Espace y Seat Alhambra puestos de conducción que se han normalizado mucho respecto a los primeros monovolúmenes, con ángulos de volante y altura de asientos que te llevaban a sentirte como en una furgoneta. Hoy eso es pasado y en el propio Espace con su vanguardista diseño, si no fuera por su mayor altura de caderas, parecería que fuéramos en una moderna berlina.
El Seat Alhambra también resulta muy natural. En él encuentras una perfecta armonía entre las formas y ubicaciones del asiento, volante y palanca de cambios y sólo por otras referencias, como la profundidad de su salpicadero y mayor altura, te sientes en un monovolumen tradicional. El Ford S-MAX combina sensaciones de uno y otro, ambiente de monovolumen pero más próximo al suelo que el Alhambra. Y es que la altura es fundamental en el S-MAX. Es el coche más bajo y define mucho la dinámica que te encuentras.
Ford S-MAX, Renault Espace y Seat Alhambra: nos ponemos en marcha
Por sensaciones generales el Ford S-MAX es el monovolumen de gran tamaño que se siente más dinámico y reactivo, también por el buen tacto de su suspensión y dirección. Se siente muy aplomado, pero también muy cómodo; transmite muchísima seguridad y en curva gira rápidamente. Apoya de tal manera que te permite llevarlo muy deprisa sin ninguna dificultad. Balancea muy poco y frena especialmente bien.
El Renault Espace cuenta con una dirección integral que facilita también mucho su maniobrabilidad. Es el coche con menos vueltas de volante (solo 2,1) y el que más gira siendo el más largo, lo que agradeces sobre todo en los ángulos más cerrados en ciudad y en maniobras de aparcamiento. Por momentos tienes que asimilar gran su maniobrabilidad. En las curvas habituales de carretera no sientes la exaltación de dirección que tenía un Laguna 4Control GT, que incluso en línea recta exigía controlarlo con pequeños movimientos de volante. El Espace resulta rápido y ligero de guiado, pero muy progresivo en carretera. A medida que vas más rápido en curva, su dirección aporta mucha seguridad. Gestiona mejor la entrada y la trayectoria en curva que sus rivales cuando empezamos a flirtear con sus límites. Puedes modificar su conducta con distintos perfiles de conducción, que cambian también la sensibilidad de sus amortiguadores. Pero siempre lo sientes cómodo y ágil, para que su peso y tamaño no supongan ningún impedimento.
Lejos de pagar el Seat Alhambra sus dotes de espacio y funcionalidad con una dinámica aparatosa, su conducción resulta en la práctica tan sencilla y no menos efectiva que sus "compactos" rivales. Es menos directo de dirección y por tanto hay que girar más el volante, pero por chasis gira y apoya transmitiendo mucha confianza. Si además atenúas movimientos con la amortiguación opcional adaptativa, con modo Sport, la sensación es que llevas un coche dinámico y muy equilibrado. En su hábitat natural es todo lo cómodo y agradable que puedes esperar, por mucho que sus rivales tengan un juego de cintura superior, que quizá sólo aprecies en rutas muy tortuosas, donde es cierto que es donde más lo agradecerías.
Ford S-MAX, Renault Espace y Seat Alhambra: motores Diesel entre 150 y 180 CV
No hemos encontrado igualdad mecánica en esta comparativa, pero no por ello desvirtúas la orientación bien definida de cada uno de estos monovolúmenes. Los cambios automáticos de seis velocidades del Ford S-MAX y Renault Espace aportan mucho agrado; y también mucho dinamismo el del Ford. Su caja de cambios Powershift de doble embrague, como la EDC del Espace, se siente más rápida en las transiciones y no menos suave, formando un conjunto muy superior con el motor 2.0 TDCI de 180 CV. El motor del S-MAX ofrece una respuesta mucho más consistente que el 1.6 dCi de doble turbo del Espace. El S-MAX es claramente el modelo más rápido de motor y el Renault Espace el menos rápido. Es lógico por otra parte, pero en el Espace no cunden los 160 CV de su "pequeño" motor como pudieras esperar. Y en este sentido, pueden ser cuestionables algunas cifras de aceleración del modelo francés, sobre todo cuando circulamos a plena carga y esto en un monovolumen de 7 plazas pueden ser muchos kilos.
Estas características de una mecánica y otra también tienen otra lectura: el mayor consumo, especialmente en ciudad (hasta un litro y medio más), del Ford S-MAX. El Alhambra –cambio manual de seis marchas– defiende la validez de una transmisión que con este motor 2.0 TDI de 150 CV genera muchísimo agrado, muy buena respuesta y los mejores consumos, tanto en ciudad como en carretera.
En definitiva, el Seat Alhambra hace bueno el formato tradicional del segmento. El Ford S-MAX, por cierto, el modelo que por momentos lo sientes como premium por su gran calidad de rodadura y de funcionamiento, combina espacio de monovolumen y dinámica de berlina como ninguno. Si necesitas un monovolumen, pero te gustan los SUV, prueba con el vanguardista Espace.
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