Si el Jaguar F-Type descapotable te parecía espectacular, espera a ver la versión Coupé. Lejos de salones del automóvil y de fotografías, al verlo "en libertad" es cuando se aprecia mejor su personal línea e imponente trasera, sobre todo si está rodeado del resto del tráfico, o si pasa junto a ti mientras sus escapes emiten su poderoso y nada discreto bramido.
Quizá sea cuestión de gustos, ya que el diseño es siempre algo subjetivo, pero lo que no se puede negar es que un verdadero deportivo no puede ser cabrio. El F-Type Coupé es un 80% más rígido que la variante Convertible y, sin dejar de ser un coche cómodo con el que poder hacer un viaje largo, al límite aporta un comportamiento ligeramente mejor que la versión a cielo abierto. El subviraje inicial que surge si entras demasiado rápido en una curva tarda más en aparecer, y mantiene algo más de precisión en los giros, pero no creas que hay grandes diferencias.
Mantiene la misma personalidad del F-Type Convertible y, como sus propios responsables afirman, no es un coche para hacer tiempos en circuito, sino para disfrutar conduciendo. No busca eficacia a toda costa y tampoco te conecta con la carretera como hacían los deportivos de antaño, algo propiciado por el relativo buen confort de suspensiones y lo poco que informa la dirección. Esto puede restar algo de confianza al principio y, dado el nivel de potencia que deben transmitir al asfalto las ruedas traseras, acelerar a la salida de las curvas requiere acariciar el acelerador con mucho tacto, sobre todo en la versión R de 550 CV, porque de lo contrario la trasera no dudará en intentar "adelantarnos" a la menor oportunidad. Si el suelo está mojado, mejor esperar a tener el volante recto para dar gas. Es un deportivo en toda regla y sacarle todo el jugo requiere manos expertas. En carretera abierta el ESP —desconectable total o parcialmente— brinda mucha tranquilidad y dulcifica el comportamiento haciéndolo apto para todos los públicos, con actuaciones no siempre perceptibles aunque sí muy frecuentes, ya que en no pocas ocasiones es fácil ver el testigo del control de tracción parpadear incluso cuando ya te estás alejando de la curva.
Tres versiones
La gama está compuesta por tres versiones: F-Type Coupé, F-Type S Coupé y F-Type R Coupé. Las dos primeras montan un V6 de 3 litros sobrealimentado por compresor, con 340 y 380 CV, respectivamente. El Jaguar F-Type S Coupé añade sobre la versión de acceso amortiguadores pilotados y control del chasis Active Dynamics, diferencial autoblocante, frenos de mayor tamaño, "launch control" y sistema de escape activo. Respecto al F-Type R, se distingue no sólo por su salvaje V8 sobrealimentado por compresor, de 550 CV —55 CV más que el tope de gama cabrio—, sino también por un diferencial autoblocante con control electrónico y por un sistema denominado "Torque Vectoring" que frena las ruedas interiores al abordar una curva para reducir subviraje. Tanto el S como el R pueden incorporar frenos carbocerámicos en opción, que ahorran 21 kg de peso.
Salvo porque en el habitáculo se percibe bastante el ruido de rodadura y no hay sitio para dejar una chaqueta, no se le pueden poner pegas. El portón, por su parte, puede ser de apertura y cierre automáticos, y en él se integra un pequeño alerón retráctil que se despliega a partir de cierta velocidad y que recuerda al timón de profundidad de un avión, muy acorde con otros guiños aeronáuticos del interior, como la palanca de cambios. Por cierto, el sonido del motor resulta todavía más adictivo y evocador en el V8, con una brutal melodía que se combina con un contundente empuje independientemente de la marcha insertada. Todo un placer para los sentidos.
Precios Jaguar F-Type Coupé
F-TYPE Coupé: 77.220 €
F-TYPE S Coupé: 90.320 €
F-TYPE R Coupé: 119.070 €
