El Bentley Continental es un coche de sobra conocido, pero lo cierto es que esta versión ofrece un enorme atractivo desde el punto de vista estético. Los cambios de esta versión S son sutiles, pero suficientes para conseguir un aspecto más agresivo, sugerente y deportivo. En la parte delantera salta a la vista una nueva rejilla del radiador pintada en negro brillante, que resalta especialmente por el contraste que ofrece con el reborde cromado, mientras que la gama de colores también incorpora nuevas tonalidades más llamativas. En una vista lateral es fácil comprobar que las suspensiones se han rebajado en altura, también se puede apreciar los discretos faldones laterales o las nuevas llantas de aleación en 20” que dejan la vista las enormes pinzas de freno pintadas en rojo. Detrás, las salidas de los escapes son más llamativas y también incorpora un discreto difusor.
Motor y suspensión
El V8 que le anima es similar al V8 de la gama pero recibe una nueva gestión electrónica con lo que se ganan 21 CV. La potencia máxima se sitúa en 528 CV a 6.000 rpm, mientras que el par máximo alcanza los 69,38 mkg, que se consiguen a tan sólo 1.700 rpm. Entre otros refinamientos técnicos, este ocho cilindros de cuatro litros de cilindrada, alimentado por inyección directa y doble turbocompresor similar al que se emplea en el Audi S8, incorpora también el novedoso sistema de desconexión de cilindros. De esta manera, cuando se circula a velocidad estabilizada y a punta de gas, el sistema desactiva automáticamente los cilindros 2,3,5 y 8, dos de cada bancada, con el objetivo de ahorrar combustible y reducir emisiones.
Para optimizar las cualidades dinámicas y obtener un comportamiento más deportivo, donde más se ha trabajado ha sido en el apartado de las suspensiones. Se reduce la altura de casco 10 mm, también se montan silent-blocks un 70 por ciento más enérgicos, los conjuntos neumáticos aumentan asimismo su rigidez un 45 por ciento delante y un 33 por ciento detrás, mientras que la estabilizadora posterior es un 54 por ciento más enérgica. Los amortiguadores mantienen el sistema de dureza variable, pero tienen un tarado más enérgico. La dirección, por su parte, recibe nuevos reglajes en avance y caída para conseguir una respuesta más rápida y precisa, mientras que el control de estabilidad y tracción se han recalibrado para interferir menos en la conducción.
Consumo, ecología y prestaciones
Se anuncia un consumo en ciclo combinado de 10,6 y 10,9 litros/100 km, para las versiones GT y GTS, lo que no está nada mal si se tiene en cuenta que el peso es de 2.300 kg y de casi 2.500 kg, respectivamente. Mas destacables son si cabe las prestaciones y prueba de ello es que tan sólo se emplean 4,5 s en el GT y 4,7 s en el GTS para acelerar de 0 a 100 km/h, mientras que la velocidad máxima se sitúa en 309 y 308 km/h., respectivamente
Comportamiento y cualidades dinámicas
Confortable al máximo, lo que más impresiona no es lo mucho que anda, lo más llamativo es la poca sensación de velocidad que se transmite a los mandos. Las mejoras en la suspensión son más que notables y ahora el coche permite un paso por curva mucho más elevado, vira más plano y se ha ganado de forma espectacular en precisión de trayectoria.
Resulta verdaderamente impresionante la elevadísima velocidad a la que se pueden abordar los virajes y eso a pesar de su elevado tonelaje. La tracción total juega un papel fundamental y gracias a un reparto de par que favorece claramente al tren trasero, el coche resulta muy ágil en todo momento, incluso en los trazados más tortuosos donde, de forma sorprendente, hace gala de una gran eficacia. Impresionante el rendimiento del equipo de frenos con discos cerámicos que montaba la unidad de pruebas; no hubo ocasión de probar los frenos de acero, pero seguro que son más que suficientes para la mayoría.
El V8 turboalimentado que le anima, es un verdadero prodigio de virtudes; potente, muy elástico y siempre dispuesto a responder con gran contundencia a las insinuaciones del acelerador, es un auténtico superdotado. Del cambio automático ZF de ocho relaciones también se pueden decir grandes elogios; suave y muy delicado en las inserciones, se muestra muy eficiente cuando se emplea el modo automático y sorprende por su eficacia y rapidez cuando se emplean las levas instaladas en la columna de dirección.
A destacar
Con respecto al V8 la nueva versión S apenas cambia desde el punto de vista estético, pero no cabe duda que se trata de un coche con una imagen más deportiva, que también ha mejorado considerablemente en eficacia y capacidad rutera. El incremento de precio con respecto al V8 se sitúa en torno a 9.000 € para el GT y cerca de los 10.000 € en el caso del GTS. El precio del primero se sitúa así en 164.125 €, mientras que el del convertible se eleva a 180.600 €.
Rivales: Mercedes CL 63AMG, Maserati Gran Turismo, Audi RS5