Ingeniosamente sencillo o sencillamente ingenioso. Decide los adverbios y adjetivos; pero de lo que no cabe duda es que reflejan bien a este nuevo Citroën C4 Cactus desde su lanzamiento, cuatro años atrás. Con su recién estrenado restyling, hoy se siente menos SUV y más turismo. Queda entre los utilitarios más grandes y los compactos más pequeños.
En esta consideración resulta clave la transformación de la carrocería del nuevo Citroën C4 Cactus 2018. Y más, si se utiliza en ella una pintura oscura que camufle elementos que dan contraste, como los protectores de los pasos de rueda, parachoques o los mini airbumps. Sí, mini, porque de aquellos que ocupaban media puerta a estos que, discretamente, se sitúan en la zona inferior hay un mundo: ni siquiera son ya acolchados y, así, pierden algo de su variante funcional. Por costosos, porque su aceptación no ha sido la esperada, porque, con su miniaturización, el C4 consigue parecer más un turismo... cualquiera de estas razones, u otras, han llevado a Citroën a hacer un cambio de un elemento que, si nos atenemos a la publicidad, ayudaba a definir al primer C4 Cactus.
En esa metamorfosis que arranca desde el terreno de los SUV, otro aspecto que este Citroën C4 Cactus nuevo ha dejado por el camino han sido las barras longitudinales del techo. Al margen de lo anterior, los pilotos con efecto 3D se ven mejor; lo mismo que el intermitente lateral, que pasa de la aleta al retrovisor. Y es que uno de los objetivos que se marca el nuevo Citroën C4 Cactus es sustuir, a la vez, al C4 convencional… que por unos años desaparece.
Confort sentido... o sentado
Antes me costaba situarme a gusto al volante, pues durante kilómetros necesitaba ir variando la altura del asiento y hasta la inclinación del respaldo para dar con una posición cómoda y, ahora, ha pasado a parecerme uno más: no el mejor, pero sí uno aceptablemente confortable. Los culpables de ese cambio son dos: el volante, que puede regularse ahora también en profundidad (poco, 3 cm); y la banqueta, que tiene un mullido más firme, con lo que el peso no recae sólo sobre los muslos. ¿Qué le falta? Más sujeción lateral, apoyo en la zona lumbar y que, al regularse en altura, no varíe la inclinación. También la instrumentación es nueva, con una especie de tableta el contraste de los dígitos mayor y, ahora, cuenta con la información de la cámara que lee las señales. Sigue sin cuentarrevoluciones.
Menos trabajo tiene Citroën que hacer con la insonorización del C4 Cactus. Quizá el sonómetro no refleje toda la mejora (tuvimos que realizar la medición lloviendo), pero existe. Más soldaduras, material fonoabsorbente, juntas o cristales más gruesos (las ventanillas delanteras tienen 1 mm más, por ejemplo) se notan. En cuanto a espacio, el C4 Cactus ofrece una buena habitabilidad general en todas sus cotas, y un maletero con 400 litros de capacidad real medidos por nuestro Centro Técnico: no está nada mal para su longitud exterior (4,17 metros).
ESPACIO | Citroën C4 Cactus PureTech/110 EAT6 |
Anchura delantera | 136 cm |
Anchura trasera | 133 cm |
Altura delantera | 95-102 cm |
Altura trasera | 90 cm |
Espacio para piernas trasero | 70 cm |
Maletero | 400 litros |
Una suspensión muy mejorada
Pero lo que verdaderamente se notan son los cambios en la suspensión. El nuevo Citroën C4 Cactus estrena amortiguadores con topes hidráulicos que aportan una calidad de rodadura superior a la que tenía, pero también una sensación diferente en la dirección: sigue ligera pero cuenta con una agradable impresión de endurecimiento cuando se gira, que da mayor precisión. Sin embargo, los amortiguadores consiguen por sí solos, a la vez que se suavizan los muelles, mayor confort de marcha. Incluso hasta cuando se llega al límite de trabajo de la suspensión, este compacto se siente más progresivo. Con pequeñas ondulaciones del firme, la percepción es de suave oscilación y, aun cuando sean más acusadas, la sensación de absorción es mayor, porque trepida menos.
Tmbién aparece en la nueva gama una notable batería de ayudas a la conducción que cubre no pocas necesidades, entre ellas el aviso de cambio de carril o de vehículos en el adyacente. Todas son de serie en el acabado más alto, el Cool&Comfort, y aparecen en paquetes en el Shine de las fotos: 600 euros las incluidas en el pack Drive Assist Plus; y 500 la cámara más el arranque y acceso sin llave.
Su motor de gasolina, a prueba
Entrando a valorar ya su apartado mecánico, adelantar primero que este motor 1.2 de gasolina, PureTech de 3 cilindros y 110 CV de potencia es, por ahora, su único motor con cambio automático de la gama. El EAT6, de 6 marchas, no es el más rápido de su tipo, pero sí suave. Raramente duda, pero a veces lo hace: en pendiente y con poca carga.
PRESTACIONES | Citroën C4 Cactus PureTech/110 EAT6 |
Acel. 0-100 km/h | 10,49 s |
Acel. 0-1000 metros | 32,28 s |
Adelantamiento 80-120 km/h | 7,61 s |
Sonoridad al ralentí | 48,2 dB |
Sonoridad 100 km/h | 66,9 dB |
Frenada desde 100 km/h | 35,9 m |
Peso en báscula | 1.213 kg |
Si hablamos de prestaciones, este 1.2 PureTech es más que suficiente para hacer ágil al nuevo Citroën C4 Cactus, aunque no es un trueno, de modo que su rendimiento es muy correcto en un coche así de ligero, que apenas nos cifra en báscula 1.213 kg de peso. Esa ligereza contribuye también a que no gaste mucho… y es de ayuda. Porque el C4 Cactus nuevo tampoco resulta caro, por lo que doble alegría para el bolsillo. Por poco más de 21.000 euros puede ser tuyo en su acabado superior.
CONSUMOS | Citroën C4 Cactus PureTech/110 EAT6 |
Consumo en ciudad | 7,0 l/100 km |
Consumo en carretera | 6,1 l/100 km |
Consumo medio | 6,5 l/100 km |
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