Una vez más, la llegada de un nuevo Mercedes propone seguramente el enfrentamiento más natural del mercado con su equivalente de BMW – y viceversa-. En este caso, la cuarta entrega del BMW X5, aparecida a mediados de 2018, ya tiene en la nueva generación GLE su principal rival íntegramente puesto al día.
Por el momento, la nueva gama del Mercedes GLE arranca con esta versión 300 d 4Matic, que acoge un motor 2.0 de 4 cilindros y 245 CV. Pronto llegarán, en diésel, las versiones 350 d (3.0, 6 cilindros y 272 CV) y 400 d (3.0, 6 cilindros y 330 CV). Por su parte, el X5 articula su gama diésel actual en las versiones 30d (3.0, 6 cilindros y 265 CV) y M50d (3.0, 6 cilindros y 400 CV). Y en su caso, será la futura versión 25d (2.0, 4 cilindros y 231 CV) la que complemente, por abajo, la gama en las próximas semanas. Por tanto, prácticamente cada versión mecánica tendrá su correspondiente equivalente en la gama rival, pero si tienes mucha prisa por decidirte ya entre un X5 o el nuevo GLE, estas son las primeras versiones diésel de cada modelo… con un precio a favor del Mercedes de 8.500 euros menos.
PRESTACIONES | BMW X5 xDrive 30d 265 CV | Mercedes GLE 300 d 4Matic 245 CV |
Acel. 0-100 km/h | 6,59 s | 8,04 s |
Acel. 0-1000 metros | 27,45 s | 29,3 s |
Sonoridad 100 km/h | 60,8 dBA | 63,8 dBA |
Sonoridad 120 km/h | 65 dBA | 66,3 dBA |
Frenada desde 100 km/h | 36,5 m | 36,3 m |
Peso en báscula | 2.312 kg | 2.363 kg |
BMW X5 vs Mercedes GLE: cuestión de cilindros
Si eres de los que eliges motorización por su potencia, no parece una gran desventaja los 245 CV del motor 2.0 de 4 cilindros del Mercedes GLE 300 d 4Matic frente a los 265 CV del 3.0 de 6 cilindros del BMW X5 xDrive 30d. Aunque sí es verdad que esos 20 CV en potencias no muy elevadas para poner en movimiento más de 2,3 toneladas de SUV 4x4 en cada modelo pueden ser más transcendentales de lo que parece. En cualquier caso, que sea claramente más rápido el X5 no quita para sentir que el GLE se mueve bien. Su 2.0 diésel te ofrece un inicio de marcha prácticamente tan solvente como el 3.0 del BMW. Recurre a un sistema de doble sobrealimentación donde un específico turbo de muy baja inercia opera a muy bajo régimen y otro más grande a partir de un régimen medio. Además, se asocia a un cambio con todas sus marchas más cortas (su 9ª tiene menos desarrollo que la 8ª del X5) y que desde parado reacciona muy bien (el convertidor de cambio 9G tronic es muy directo).
CONSUMOS | BMW X5 xDrive 30d 265 CV | Mercedes GLE 300 d 4Matic 245 CV |
Consumo en ciudad | 9,1 l/100 km | 9,3 l/100 km |
Consumo en carretera | 7,2 l/100 km | 7,0 l/100km |
Consumo medio | 8,0 l/100 km | 7,9 l/100 km |
En carretera, el cambio gestiona las marchas haciendo girar el motor asiduamente por debajo de 2.000 rpm e incluso de 1.500. De hecho, la 9ª resulta muy participativa en esos márgenes. A 120 km y sobre 1.700 rpm viajas placenteramente y gran economía. El “problema" es que el BMW responde desde muy bajo régimen con más calidad y más cantidad de empuje. El cambio Steptronic del X5 también resulta fabuloso por lo reactivo que es desde parado y lo rápido y suave que resulta en los cambios. Su aceleración es mayor y en las situaciones más críticas sientes claramente que puede llegar a ser mucho más rápido. Pero además, todo esto lo adorna con un refinamiento mecánico mayor. El 6 cilindros del BMW resulta más fino de giro y acústica desde el mismo momento que lo pones en marcha que el 4 cilindros del Mercedes, sumando mucho valor añadido al conjunto. Y también porque parece que hay un mejor trabajo de aislamiento e insonorización mecánica en el X5… o al menos en las unidades probadas, porque hay opciones en ambas marcas para mejorar este aspecto.
ESPACIO | BMW X5 xDrive 30d 265 CV | Mercedes GLE 300 d 4Matic 245 CV |
Anchura delantera | 152 cm | 151 cm |
Anchura trasera | 147 cm | 147 cm |
Altura delantera | 93-100 cm | 89-96 cm |
Altura trasera | 95 cm | 92 cm |
Espacio para piernas | 75 cm | 78 cm |
Maletero | 650 litros | 630 litros |
BMW X5 y Mercedes GLE: su suspensión
Entre las innumerables opciones que marcas como BMW y Mercedes ofrecen para configurar a la carta cualquiera de sus automóviles, aparecen en estos X5 y GLE diferentes tipos de suspensión. Y entre estas unidades probadas, la suspensión neumática adaptativa del BMW (2.485 €) han refinado todavía más el tacto de conducción, frente a la suspensión de serie de muelle convencional del Mercedes… combinada con unos exagerados neumáticos opcionales de 21 pulgadas con mínimo y rígido perfil de neumático (315/40 detrás). Centrándonos en las sensaciones de las unidades probadas, obviamente las suspensiones opcionales del X5 son todo ventajas. La calidad de rodadura es soberbia y permite entre sus diferentes modos de conducción contar con mayor suavidad y precisión de marcha que el GLE. No parece muy acertada la combinación del Mercedes probado. Sus anchos y rígidos neumáticos marcan mucho las rugosidades del asfalto y no por un extra de firmeza de sus suspensiones. De hecho su carrocería trabaja algo más suelta que la del BMW y su control de estabilidad está más pendiente de lo que puede llegar a suceder. En cualquier caso, el confort interior resulta en ambos exquisito. Y por espacio, diseño, calidad y tecnologías proponen dos escenarios soberbios.
Los habitáculos de los coches más modernos definitivamente se han reinventado con la digitalización de superficies, mandos y funciones. En este sentido, la nueva generación de Mercedes resulta espectacular por la enorme “tablet" que cubre la mitad del frontal del salpicadero. Hasta el cuadro de relojes prescinde de la típica visera. El salpicadero del BMW mantiene formas más tradicionales, pero es un producto tan vanguardista como el Mercedes. En los dos todo es configurable, la información se puede priorizar casi como queramos y podemos interactuar por medio de gestos y órdenes vocales. El BMW conserva todavía un mando físico para moverse por su infinito menú, que de primeras facilita mucho las cosas, cuando Mercedes ha apostado por un mando central táctil menos preciso. El procesador de voz de ambos funciona muy bien y se puede gestionar rápidamente la climatización, la radio o la navegación con mensajes muy naturales. Por ejemplo, ante la frase "tengo frío", te sugiere subir la temperatura. Por otro lado, sus avanzadísimos sistemas de seguridad, extraordinarios faros o funciones de confort vienen a confirmar lo que sabemos: el enorme potencial (mucho opcional) que acompaña a cada modelo de BMW o Mercedes.