USP (Unique Selling Point) son las siglas comerciales para la propuesta única de venta de un producto, una identificación importante para el nuevo BMW Serie 1, la tercera generación del compacto bávaro. Hasta ahora, el Serie 1 ofrecía dos señas de identidad genuinas, como eran la posibilidad de montar su motor de 6 cilindros en línea, y la tracción trasera. Según BMW, el motor de 6 cilindros en línea de tres litros seguirá vendiéndose en el segmento de los compactos, más concretamente en el Serie 2 Coupé.
En cuanto a pasar de la propulsión a la tracción delantera, es un matiz técnico que, para los clientes de esta categoría y compradores del Serie 1, no tiene importancia a la hora de su elección. Sobre todo cuando el cambio supone contar con más espacio para los pasajeros de los asientos posteriores y un maletero de mayor volumen; dos características destacadas en la lista de deseos de un cliente de esta categoría.
Qué práctico resulta que BMW haya introducido desde hace tiempo la estructura idónea para que sus coches ofrezcan una gran funcionalidad. Hablamos de la plataforma de tracción delantera UKL2, para motores de tres y cuatro cilindros. Hasta ahora ésta ha sido utilizada en los Mini Clubman y Countryman, los BMW Serie 2 Active Tourer, los X1 y X2. Además de los componentes específicos del chasis, el nuevo Serie 1 2019 cuenta con una dirección optimizada (de excelente tacto) y refuerzos de carrocería adicionales. Al ampliar la cartera de modelos con la plataforma UKL2, BMW no solo aumenta los efectos de escala de la misma, sino que ahorra costes en la producción del Serie 1.
BMW Serie 1 2019: más espacio interior
¿Y qué más? Pues con las mismas dimensiones de carrocería, hay 20 litros de espacio adicional para el maletero y más de tres centímetros extras de espacio para las piernas de los pasajeros traseros. Lo que se debe principalmente a la colocación transversal del motor, que deja más espacio para el interior.
En el apartado dinámico, además del trabajo en el chasis, el nuevo BMW Serie 1 2019 incorpora un elemento esencial para agilizar su comportamiento: ARB (Actuator Contiguos Wheel Slip Limitation). Ya utilizado en el i3s, lo incorpora la nueva generación del compacto de BMW, un sistema de control posicionado directamente en el motor para dosificar parte del deslizamiento de tracción y, por lo tanto, evitar la señal de vuelta del ABS/DSC. De esta forma BMW promete una velocidad de control hasta diez veces más rápida.
BMW Serie 1 2019: así se comporta el sistema ARB
La zona de conducción en mojado de la enorme pista de pruebas de BMW en Miramas, con numerosos radios de curva diferentes, es perfecta para probar la efectividad del ARB en el 118i, con su motor de tres cilindros y cambio DKG.
La regulación del ARB es muy flexible. Permanece básicamente activa pero, según el modo, el umbral de control se eleva, aunque el deslizamiento de la rueda permitido es siempre muy limitado. Al menos, incluso con el ESP desconectado, es difícil jugar con el deslizamiento; por lo general, el ARB te arrebata la modulación del acelerador si siente que el deslizamiento se produce con las ruedas giradas. Solo al abrir la dirección nuevamente, se transmite más par al eje de transmisión, ya que cuanto menos agarre dispongan los neumáticos para la dirección, más apoyo reciben las ruedas delanteras.
En cualquier caso, la prevención de subviraje en BMW es una cuestión del corazón, que se subraya con las intervenciones de frenado selectivo de la rueda de control de dinámica lateral que incorpora de serie el nuevo modelo de la marca (BMW Performance Control). Mientras negociamos el viraje por su sitio, de forma limpia, el sistema permanece en segundo plano. Sin embargo, si forzamos el eje delantero con maniobras de dirección bruscas, no continúa en línea recta abriendo la trayectoria, sino que gira de manera controlada ayudándose de la intervención de los frenos, manteniendo el ángulo deseado de la dirección. Mejora decisivamente la capacidad de tracción, con un control más sensible y rápido.
Si lo comparamos en mojado con el 118i actual (el mismo motor, con 4 CV menos) de propulsión trasera, el comportamiento diferente se hace palpable. Sí, con el nuevo Serie 1 puedes trazar sin apenas pérdidas de tracción con el tacto correcto con el acelerador. El modelo actual, con la torpe sobrecarga del eje delantero con la disminución de las fuerzas de dirección y la desconexión del ESP, no se resiste a la física y se desliza hacia delante de forma clara, evidenciando un mayor subviraje. El nuevo comunica los cambios en la forma de conducción aún más claramente, lo que, sin embargo, se siente algo sintético en la etapa actual de desarrollo que mostraba el modelo pre-serie probado.
BMW Serie 1 2019: más datos técnicos
Un fuerte tren de aterrizaje. Salimos a carretera, donde comprobamos el funcionamiento de la nueva transmisión automática Aisin de ocho velocidades que incorpora el 120d, que rinde 190 CV. En este caso con el sistema de tracción inteligente xDrive que reparte el par hacia el eje trasero por acoplamiento de discos “Hang-On", como es habitual en la plataforma DKL2.
Ambos coches, 118i y 120d, prescindían de los amortiguadores variables de dos etapas, que utilizarán mayoritariamente. El 120d con la suspensión deportiva opcional asimila perfectamente el potente par que transmite el motor, ofreciendo un manejo preciso a través de una dirección comunicativa y una puesta a punto del chasis increíblemente efectiva. Además, el ARB con la tracción en las cuatro ruedas rara vez se siente, con una intervención de la electrónica de control poco intrusiva.
El 118i, con la tracción delantera y la suspensión estándar, dotado de ruedas de 17 pulgadas, es incluso más suave de reacciones. En autopista pierde poca precisión y permite una conducción más relajada todavía, con una perfecta armonía de suspensiones que absorben las irregularidades del firme con naturalidad para ofrecer un excelente aplomo al abordar cada viraje a velocidades elevadas.
En asfalto seco, en comparación con la dirección del 120d, ésta se siente algo más ligera. Informa adecuadamente sobre los baches de la carretera y anuncia sin artificios el subviraje cuando forzamos la trazada. El tacto del eje posterior sí es algo áspero para la finura de dirección. Con un contacto tan corto no tenemos claro, con una conducción deportiva, cuál es el límite y si lo hay para el nuevo sistema.
BMW M135i xDrive: el más potente
Entre los deportivos musculosos y compactos con tracción total, BMW contará con el M135i xDrive, con sistema de control vectorial y dotado de un motor de cuatro cilindros y dos litros de cilindrada con tecnología TwinPower Turbo, que rinde 306 CV. El mismo del X2 M35i, que es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en 4,9 segundos. Después de solo dos vueltas rápidas en una pista con el asfalto seco, las primeras impresiones son sin duda positivas: el poderoso Serie 1 se siente estable y neutral, con una dirección precisa a alta velocidad, y ofrece un nivel de adherencia considerable con los neumáticos P-Zero. Lo mejor de todo, incluso con el ESP activado, es que sientes que puedes encontrar todavía mucho más con el cuatro cilindros, siempre que dosifiquemos el acelerador de la forma adecuada.