Si te gustan los coches
Hemos tenido la suerte de que BMW quería demostrar que el BMW i8 ya está listo. A puntito. Les falta un invierno más en Laponia, con esos coches camuflados, y ya estará todo puesto a punto. En la pista de pruebas que BMW tiene en las cercanías de Marsella nos han dejado comprobar que sigue los pasos de un BMW M135i sin despeinarse. Con facilidad pasmosa. Con dos dedos. Con una dirección precisa y suave. Con un tacto de freno como ningún híbrido o eléctrico que haya probado hasta ahora. Sí, durito de suspensiones, como se espera. Y rápido, muy rápido.
Subvira y eso que han hecho que con su tracción total predomine la fuerza del poderoso (aunque pequeño) motor turbo. Eso significa que está al alcance de cualquier pericia. En eléctrico no suena, pero cuando entra el motor ¡qué sonido! Y eso que arranca rápido y suave, porque lleva el motor de arranque con más voltaje (380V) que ningún otro coche. Con sus 10 kW el motor de arranque también sirve para recargar la batería llegado el caso. Acelera muy rápido -4,5 segundos de 0 a 100 km/h- y adelanta como cualquier deportivo serio.
En modo Confort intenta funcionar hasta agotar la batería, mejorando al máximo la eficiencia, por lo que el motor térmico interviene solo en contadas ocasiones, cuando pisas demasiado el acelerador.
En modo Sport intenta funcionar manteniendo la batería siempre cargada, buscando la máxima prestación, y eso significa poder sumar la potencia de los dos motores en el momento de acelerar. Podría alcanzar –aunque no lo hemos podido comprobar- los 250 km/h. Y el consumo es de risa: 2,5 l/100 km homologa, pero sin batería, solo con el motor de combustión, no pasa de los 6 l/100 km.
Antes de que el i8 se haga un mito, ya es un mito. El coche que lo tiene todo para contentar a todos los grupos de presión de la sociedad y no molestar profundamente a ninguno. Bueno, sí, a sus rivales. Es la materialización de que no todos los coches son iguales, que pueden ser rápidos y consumir poco, que la electrificación está para quedarse, que hay trabajar la ligereza, investigar en fibras ligeras y reciclables... Es casi un concept-car, que harán en pequeña serie, que se comercializará de manera que quizá nunca sea de total propiedad de quien lo adquiera y que, sobre todo, hace parecer poca cosa al VW XL1 antes de que nadie se haya podido hacer con uno. Y como el VW, las puertas se abren hacia arriba, el estilo de aquél Lamborghini Countach que hizo soñar a una generación. Puede que haya BMW criticables, pero ¿cómo no vamos a estar entregados al concepto i?
Si los coches te dejan indiferente
Es eléctrico. Lo recargas en casa o en cualquier en enchufe. En China podrás entrar con el centro de esas ciudades limitadas a vehículos de "cero emisiones", sin necesidad de estar en el sorteo de matrículas. No es lento. Puedes ir a 120 km/h en modo eléctrico. Práctico, es un 2 2, podrías llevar a los niños al colegio. Cabrían sus mochilas en el maletero. Y no debería asustarle el agua o la nevada si subes a esquiar con él, porque es tracción total. Frente a coches que les cuesta adelgazar este es ligero, con su carrocería de fibra de carbono y chasis de aluminio. Un eléctrico que no lleva ruedas de bicicleta, sino neumáticos de berlina media. En opción, con anchura de berlina deportiva. Lo necesita porque pasa rápido por las curvas, con su centro de gravedad bajo.
Ah, ¿y eso cuánto dura, cuánta autonomía? BMW también nos pilla en esto, porque lleva un motor de tres cilindros de gasolina.¿Un cargador embarcado, como el Ampera? Más que eso. Mucho más que eso. Alcanzaría 500 km de autonomía y en modo "solo eléctrico" podría recorrer 35 km. Es un híbrido de los pies a la cabeza. Y el motor... lo último de BMW, que lleva años preparando para motorizar sus futuros BMW tracción delantera. Con turbo. Con inyección directa. Con Valvetronic. El de mayor potencia específica dentro del grupo BMW. En cifras, 231 caballos con litro y medio de cilindrada. Que si los sumas a los 131 de los motores eléctricos te justifican unas prestaciones a la altura de su imagen, porque son 362 caballos.
Un 0-100 km/h en menos de 4,5 segundos. El mismo tiempo que tarda en pasar de 80 a120 km/h. En 2,5 segundos vas a 60 km/h como puro eléctrico. Además, el motor de gasolina va colocado en la parte trasera, para darle el picante de sentir que te empujan desde atrás, como en un deportivo de raza. Se ríe del mundo con un consumo de 2,5 l/100km y unas emisiones por muy, muy debajo de las previstas para 2020. Su precio será... qué importa, los sueños están ahí para tenerlos, para rozarlos, como una guía, no para alcanzarlos. Aun así dicen que mucho menos de 100.000 euros. Colegas de confianza hablan de más cerca de 80.000 euros.
Rompedor como aquel BMW M1… pero en eficiencia
Aunque no se venda bien -como le sucedió al M1-, aunque tengan que inventarse un campeonato propio -como aquellos M1 Procar que acompañaban la F-1, con pilotos de F-1 al volante-, pasará a la historia del automóvil con más rapidez que el BMW M1.
Claro que el R8 e-tron se ha echado atrás: debería haber estado antes en el mercado que el i8, sacando ventas antes de que éste rompiera todo lo conocido. A su lado el R8 era pesado, tuvieron que prescindir de la tracción total para hacerlo más rápido y no era híbrido. Por tanto, no tenía autonomía, ni la rapidez. Ni las cuatro plazas. Ni el diseño funcional, orgánico y rompedor. Tan moderno. Tan adecuado. Tan alucinante que no han tenido pudor en enseñar el i8 una y otra vez. Pagarán por estar en películas y en convertirlo en un mito. Podrían inventarse un campeonato. Incluso hacer un i8 M. Se han inventado un campo de juego y, con sus propias reglas... a ver quién puede ponerle pegas.