En un estudio publicado hoy en la revista Nature, un equipo de astrónomo que ha tomado imágenes de la superficie de Betelgeuse, con el Very Large Telescope, del Observatorio Europeo Austral, revela que la misteriosa atenuación de esta estrella fue causada por un velo polvoriento que la oscurecía, que a su vez fue el resultado de un descenso de las temperaturas. Y es que Betelgeuse cambia de temperatura regularmente a medida que las burbujas gigantes de gas se mueven, se encogen y se hinchan dentro de la estrella.
Los astrónomos concluyen que, un tiempo antes de la "Gran atenuación", la estrella expulsó una gran burbuja de gas que se alejó de ella. Cuando, poco después, se enfrió una zona de la superficie, esa disminución de la temperatura fue suficiente para que el gas se condensase en forma de polvo sólido.
Esa disminución de la temperatura fue suficiente para que el gas se condensase en forma de polvo sólido
La formación del llamado polvo de estrellas
"Hemos sido testigos directos de la formación del llamado polvo de estrellas", afirma Miguel Montargès, director del equipo de astrónomos que ha elaborado el estudio, que proporciona evidencias de que la formación de polvo puede ocurrir muy rápidamente y cerca de la superficie de una estrella.
"El polvo expulsado de estrellas frías y evolucionadas, como la que hemos presenciado, podría ser la base para la construcción de planetas terrestres y de vida"
"El polvo expulsado de estrellas frías y evolucionadas, como la que hemos presenciado, podría ser la base para la construcción de planetas terrestres y de vida", añade Emily Cannon, de KU Leuven, quien también participó en la investigación.

Tal y como resume Cannon, presenciar la atenuación en el brillo de una estrella tan conocida fue emocionante, tanto para los profesionales de la astronomía como para los aficionados: "Cuando miramos las estrellas por la noche, estos pequeños y brillantes puntos de luz nos parecen perpetuos. La atenuación de Betelgeuse rompió esta ilusión".
Se especuló sobre la posibilidad de que la caída de brillo de Betelgeuse se debiera a su muerte inminente con una espectacular explosión de supernova. En nuestra galaxia no se ha observado una supernova desde el siglo XVII.
Origen del estudio
A finales de 2019, se produjo la disminución de brillo de la estrella Betelgeuse (un cambio perceptible incluso a simple vista), que llevó a Miguel Montargès y a su equipo a apuntar el Very Large Telescope hacia ella. Una imagen tomada en diciembre de ese año, en comparación con una imagen anterior correspondiente a enero, mostraba que la superficie estelar se había vuelto más oscura, especialmente en la región sur.

El equipo continuó observando a la estrella durante su Gran atenuación, captando otras dos imágenes en enero de 2020 y marzo de 2020, nunca antes vistas. En abril de 2020, la estrella había vuelto a su brillo normal.
Las imágenes ahora publicadas son las únicas que muestran la superficie de Betelgeuse cambiando de brillo con el tiempo.
Fuente: European Southern Observatory (ESO).