El 50-75% de las perras no esterilizadas experimentarán un embarazo psicológico notable durante su vida. Algunos biólogos piensan que evolucionó como una condición útil para las manadas de lobos y hoy continúa en el perro doméstico. Si varias hembras de la manada experimentan un embarazo psicológico y producen leche, cualquier cachorro de lobo de la manada tendría más probabilidades de sobrevivir.
Los embarazos psicológicos ocurren en otros mamíferos. Por ejemplo, en conejos, pueden suceder en situaciones estresantes. Se puede ver a la cierva anidando obsesivamente y perdiendo peso. Afortunadamente, son menos comunes en gatos y humanos.
¿Cuáles son los síntomas?
El embarazo psicológico en perros viene acompañado de una variedad de síntomas. Éstos se pueden agrupar en cambios físicos y comportamientos no característicos.
El hallazgo más común fue el agrandamiento de las glándulas mamarias (senos). Estas glándulas inflamadas pueden producir líquido claro, líquido pardusco o leche
En cuanto a los signos físicos, es necesario apuntar a que, generalmente, se ven de 4 a 8 semanas después del celo. Investigadores de la escuela de veterinaria de Glasgow (Root y otros) publicaron una revisión útil de las experiencias de casi 400 veterinarios en 2018. Encontraron que el hallazgo más común fue el agrandamiento de las glándulas mamarias (senos). Estas glándulas inflamadas pueden producir líquido claro, líquido pardusco o leche.
La mayoría de las perras que muestran síntomas estarán inquietas y ansiosas, por el cambio en las hormonas. A menudo comen menos y tienen menos ganas de interactuar con la gente y salir a caminar. En raras ocasiones, vomitan y sus abdómenes parecen hinchados.
La perra actuará como si hubiera tenido cachorros. Puede recoger peluches, cojines, zapatos, calcetines u otros objetos de la casa y llevárselos a la cama o al rincón elegido
Junto con estos cambios físicos, los de comportamiento también son comunes. Por lo general, la perra actuará como si hubiera tenido cachorros. Puede recoger peluches, cojines, zapatos, calcetines u otros objetos de la casa y llevárselos a la cama o al rincón elegido. Luego los cuidará: los ocultará, los protegerá y los lamerá.
En este momento, puede volverse agresiva y protectora de su nido y de bebés imaginarios. Es importante no malinterpretarla en este punto. Honestamente, cree que son cachorros, por lo que es mejor distraerla con caminatas y abrazos cuando sea posible, en lugar de tratar de alentarla a que los deje. Es probable que se vuelva inusualmente agresiva, si siente que la seguridad de sus cachorros está en duda. Incluso la mascota más dulce de la familia puede gruñir e incluso morder en esta situación.
Los signos del embarazo piscológico en perros se tratan fácilmente cuando se reconocen
Algunos conductistas creen que si una perra es esterilizada cuando está experimentando un embarazo de este tipo, puede comportarse de manera más agresiva. Ésta es la razón por la que los veterinarios tienden a recomendar esterilizar un tiempo razonable después del celo.
Como hemos visto, la falsa gestación suele ser un estado leve, fisiológicamente normal, pero que en algunas perras provoca angustia y malestar. Afortunadamente, los signos se tratan fácilmente cuando se reconocen.