Si alguien emite una luz ultravioleta en determinados bosques vietnamitas por la noche, puede ver lo que parecen unas bombillas verdes en los árboles. Estas misteriosas linternas son los nidos de varias especies de avispas de papel asiáticas, y el brillo proviene de fibras de seda en los nidos, que emiten fluorescencia cuando son golpeadas por la luz ultravioleta, según informan un equipo de investigadores en el August Journal of the Royal Society Interface.
"Cuando lo ves, es simplemente magia"
"Cuando lo ves, es simplemente magia", dice el químico Bernd Schöllhorn, del Laboratorio de Electroquímica Molecular de la Universidad de París y el CNRS.
Schöllhorn y sus colegas descubrieron los nidos mientras buscaban insectos fluorescentes en los bosques de Vietnam utilizando poderosas antorchas UV. "Parecía que alguien había encendido una linterna en el bosque, pero allí no había nadie", declara.

La fluorescencia ocurre en todo el reino animal. Ornitorrincos, escorpiones y ranas arbóreas de lunares, por ejemplo, todos emiten fluorescencia bajo la luz
La fluorescencia ocurre en todo el reino animal. Ornitorrincos, escorpiones y ranas arbóreas de lunares, por ejemplo, todos emiten fluorescencia bajo la luz. Sin embargo, en este caso y después de analizar la fluorescencia de los nidos de algunas avispas de papelasiáticas (Polistes spp.) en el laboratorio, los investigadores encontraron que los hilos de seda de los nidos son más brillantes que otros biomateriales fluorescentes documentados.
Los nidos de una especie de avispa, P. brunetus, emitieron aproximadamente un tercio de la luz que absorbieron. Y en algunos casos, los nidos eran visibles a simple vista desde hasta 20 metros de distancia.

"No hemos visto ningún otro ejemplo como éste", afirma Schöllhorn.
La fluorescencia debe beneficiar a las avispas de alguna manera, explican los investigadores, aunque no está claro cómo. Una hipótesis es que los nidos protegen a las larvas en su interior de la radiación UV, absorbiendo parte de la energía dañina y disipándola como luz visible, apunta Schöllhorn. O, a medida que el sol proyecta directamente su última luz UV al final del día, los nidos pueden brillar lo suficiente en medio del follaje que se oscurece, para ayudar a las avispas descarriadas a encontrar su hogar, como faros en el crepúsculo.
Funete: ScienceNews.