El hueso occipital es un único hueso del cráneo de forma trapezoidal ubicado en la parte posterior de la cabeza. Crea las articulaciones inmóviles y móviles, contiene surcos que protegen ciertos nervios craneales y vasos sanguíneos, y alberga una serie de superficies elevadas o planas a las que se pueden unir músculos y ligamentos.
A medida que una persona envejece, su hueso occipital se fusionará con los otros huesos de su cráneo. Su hueso esfenoides, que está ubicado en el medio de su cráneo, se fusionará con el hueso occipital entre las edades de 18 y 25. Luego, entre los 26 y 40 años, los parietales en la parte superior de su cabeza y el hueso occipital se fusionarán.
En la base del cráneo, hay una gran abertura ovalada en el hueso occipital que se llama foramen magnum. Esta abertura permite el paso de la médula espina
En la base del cráneo, hay una gran abertura ovalada en el hueso occipital que se llama foramen magnum. Esta abertura permite el paso de la médula espinal. El hueso occipital es el único hueso craneal que se conecta a la columna cervical.
Funciones del hueso occipital
El hueso occipital tiene una variedad de funciones. El papel más importante que juega es en la protección del cerebro. Específicamente, protege el centro de procesamiento visual de éste. También actúa como la vía de conexión con la columna vertebral.

A medida que el hueso occipital se conecta con la primera vértebra, el área llamada atlas, forma la articulación atlantooccipital. Este cruce ayuda a asentir y sacudir la cabeza durante todo el día. El atlas es también el vínculo directo entre la columna vertebral y el cráneo.
Debido a su ubicación, el hueso occipital afecta todos los movimientos del cuerpo, así como a la flexibilidad, estabilidad y equilibrio. También juega un papel en la capacidad de ver e interactuar con el mundo.
Cuando una persona nace, su hueso occipital no está completamente endurecido y éste tarda hasta seis años en completarse por completo. Cualquier problema con su desarrollo puede provocar problemas de salud.
Es sensible al proceso de parto y, en algunos casos, puede lesionarse o dañarse durante éste
Por ejemplo, si el hueso occipital está desalineado, esto provoca la desalineación de la columna, causando dolor.

Asimismo, es sensible al proceso de parto y, en algunos casos, puede lesionarse o dañarse durante éste. También puede verse afectado por otros traumatismos o lesiones, como accidentes automovilísticos, lesiones deportivas y caídas, lo que resulta en problemas de salud mental o crónicos.
Cuando el hueso occipital funciona o se mueve incorrectamente, pueden desarrollarse una serie de problemas de salud física y mental
Cuando el hueso occipital funciona o se mueve incorrectamente, pueden desarrollarse una serie de problemas de salud física y mental. Esto puede incluir: dolores de cabeza, especialmente migrañas, dolor de cuello, hombros y espalda, problemas de equilibrio y coordinación, dificultades de visión, funcionamiento inmunológico reducido, trastornos del procesamiento sensorial y problemas del sistema nervioso.