El presidente de Rusia, Vladimir Putin, hablando en una conferencia de prensa en noviembre pasado mientras concentraba tropas a lo largo de la frontera con Ucrania, dijo que la tasa de natalidad del país disminuyó durante la Segunda Guerra Mundial y a principios de la década de 1990 después de la caída de la Unión Soviética, lo que provocó escasez en la fuerza de trabajo.
“Desde el punto de vista humanitario y desde la perspectiva de fortalecer nuestra condición de Estado, y desde el punto de vista económico, el problema demográfico es uno de los más importantes”
“Desde el punto de vista humanitario y desde la perspectiva de fortalecer nuestra condición de Estado, y desde el punto de vista económico, el problema demográfico es uno de los más importantes”, agregó.
Pero la invasión de Ucrania ha exacerbado el problema. La guerra ha provocado un éxodo de profesionales educados y es probable que produzca miles de bajas, muchas de ellas jóvenes de quienes se esperaba que contribuyeran a la economía en las próximas décadas, lo que agrava el impacto de la pandemia de coronavirus durante la cual ha habido un millón de muertes por encima de los niveles normales.
Estos desafíos, que surgen en medio de las sanciones impuestas por Occidente que pueden empujar a Rusia a su recesión más profunda desde principios de la década de 1990, amenazan con crear una agitación económica duradera en el país, que puede alentar a las personas a tener menos hijos y, por tanto, que la disminución de habitantes en Rusia se agrave.
“Con este loco conflicto, Putin se está disparando a sí mismo en el pie. Las mayores pérdidas no provendrán del conflicto sino de una profunda crisis económica en Rusia”, señaló Ilya Kashnitsky, profesor asistente en el Centro Interdisciplinario sobre Dinámica de la Población, en Dinamarca.
En una señal de que Rusia teme una fuga de cerebros como resultado de la guerra, el gobierno el mes pasado eximió a los trabajadores jóvenes del sector tecnológico del servicio militar obligatorio, ofreciéndoles tasas hipotecarias ventajosas y liberando a las empresas de IT del impuesto sobre la renta y de las inspecciones. como otorgarles acceso a préstamos baratos.
Fuga de cerebros
El liderazgo ruso esperaba que el sector tecnológico acelerara el desarrollo económico y, más recientemente, apoyara la recuperación posterior a la pandemia.
Rusia ha sufrido una fuerte fuga de cerebros en el sector tecnológico desde que estalló la guerra a finales de febrero. En las siguientes cuatro semanas, entre 50.000 y 70.000 trabajadores del sector abandonaron el país
Pero Rusia ha sufrido una fuerte fuga de cerebros en el sector tecnológico desde que estalló la guerra a finales de febrero. En las siguientes cuatro semanas, entre 50.000 y 70.000 trabajadores del sector abandonaron el país, reveló en marzo un jefe de una asociación industrial en un informe a una comisión parlamentaria.
Es probable que entre 70.000 y 100.000 personas más se vayan durante abril, apunta Sergey Plugotarenko, director de la Asociación Rusa de Comunicaciones Electrónicas (RAEC), según la agencia de noticias estatal Interfax.
“Claramente, está ocurriendo una emigración a una escala y un ritmo que nunca antes habíamos visto”, indica el demógrafo independiente Alexey Raksha.
Por su parte, Jean-Christophe Dumont, que dirige la división de migración internacional de la OCDE, declaró que el volumen de personas que abandonaban Rusia anteriormente no había sido motivo de preocupación para el gobierno. “Esta situación ahora ciertamente está cambiando el juego, y varios países están aprovechando la oportunidad”.
Israel ha creado una “ruta verde” de vía rápida para los refugiados de Ucrania y Rusia. “Desde el comienzo de la guerra, casi tantos rusos como ucranianos se han mudado a Israel”, comentó Dumont, y agregó que este país está acogiendo a personas que trabajan en robótica, aeronáutica y nanotecnología.
Muertes por coronavirus
Por otra parte, más de un millón de personas más murieron en Rusia entre marzo de 2020 y enero de 2022 de lo que se hubiera esperado, según las tendencias en el mismo período entre 2015 y 2019. Esta cifra eclipsa el número oficial de muertes por covid de 360.000 y se encuentra entre los niveles más altos de exceso de mortalidad de cualquier país del mundo.
La profunda desconfianza en las vacunas de producción nacional ha sido ampliamente citada como la razón de la baja aceptación de las inyecciones. Y, según Dumont, la negativa del gobierno a implementar vacunas de ARNm en favor de inyecciones locales menos efectivas ha contribuido a la emigración. “Muchos decidieron establecerse en los países de la OCDE, porque no querían volver y recibir la vacuna Sputnik”, dijo.
Los economistas temen que los ingresos puedan caer entre un 12 y un 15 por ciento
Además de la pandemia, es probable que el impacto económico de la fuga de cerebros y las sanciones empeoren la tendencia subyacente de caída de las tasas de fertilidad en los próximos años, dicen los expertos en población.
Los economistas temen que los ingresos puedan caer entre un 12 y un 15 por ciento.
“No veo mucho apoyo proveniente de este gobierno”, dijo Elina Ribakova, economista jefe adjunta del Instituto de Finanzas Internacionales en Washington. “Se van a centrar en la reconstrucción de las reservas, la reconstrucción de los amortiguadores y luego en el gasto militar”.
Recesión económica
La década que siguió a la caída de la Unión Soviética estuvo marcada por una gran disminución en los nacimientos. Como resultado, hay relativamente pocos rusos entre los 20 y 30 años, lo que presagia una mayor disminución de la población a medida que esta generación llega a los mejores años para tener hijos.
La recesión económica provocada por la guerra se sentirá en la tasa de fertilidad, hacia principios del próximo año
Los demógrafos generalmente están de acuerdo en que la población de un país solo puede crecer sin una migración interna neta si las parejas tienen al menos 2,1 hijos en promedio. Rusia, como muchas economías desarrolladas, tiene tasas de fertilidad muy por debajo de eso.
La recesión económica provocada por la guerra se sentirá en la tasa de fertilidad, hacia principios del próximo año, según Raksha.
Significa que es probable que Putin, a través de la invasión que ordenó, haya profundizado en la disminución del número de habitantes en Rusia, en esa crisis demográfica a largo plazo que tanto temía.
“La tasa de fertilidad total, la cantidad de hijos que tiene una mujer de media, puede caer un 10 por ciento en los próximos uno o dos años debido a la caída de los ingresos”, explica Raksha, quien espera que “colapse” en 2023, a menos que se produzca un cambio financiero sustancial.
Fuente: Financial Times.
