Desde las regiones bañadas por el sol del sur de Europa, incluidas Italia, Grecia, Portugal y España, hasta las zonas del centro y el norte de Europa ricas en historia, como Francia, Alemania, Bélgica, Gran Bretaña, Irlanda y los países escandinavos, el libro “Las mejores rutas de Europa para hacer trekking” cubre una gran variedad de lugares y experiencias para todo tipo de excursionista, y de diversa duración, desde unas horas hasta varios días o semanas.
Una obra ideal para un momento en que reivindicamos las actividades al aire libre y hemos recuperado el interés por conectar con la naturaleza, con rutas para todos los niveles y para viajar solo, en pareja, con amigos o en familia.
Geoplaneta/Lonely Planet ha encargado a algunos de sus mejores expertos senderistas y escritores sobre naturaleza que compartan en estas páginas sus experiencias
Para ello, Geoplaneta/Lonely Planet ha encargado a algunos de sus mejores expertos senderistas y escritores sobre naturaleza que compartan en estas páginas sus experiencias. Phoebe Smith, aventurera, campista y autora de “Extreme 5/eeps”, escribe sobre la Ruta del Círculo Ártico, una travesía de ocho días por la naturaleza desnuda de Groenlandia, que emprendió sola, con la única compañía de los renos. Jasper Winn, evangelista y autor de “Water Ways”, que disfruta viajando despacio, habla de la surrealista experiencia de caminar por las marismas del mar de Frisia, siempre atento a la llegada de la marea. Jini Reddy, periodista especializada en viajes y autora de “Wanderland: A Search for Magic in the Landscape”, describe una ruta de cinco días por la región eslovena del Corso, una experiencia sensorial en la que participa el gusto, la vista y el oído.

Las excursiones propuestas en este libro tienen diferentes duraciones: algunas solo requieren unas horas, y hay muchas de un día, pero también de una semana o incluso de un mes, que precisan planificación y equipo especial. Europa es ideal para el senderista, con su diversidad de terrenos, de climas y de paisajes, por no hablar de las fascinantes culturas y gentes que se puede encontrar por el camino. No obstante, por encima de todo, esperamos que las rutas de este libro, ya sea por las marismas letonas, tras los pasos de los antiguos griegos hasta Delfos o a la cumbre más alta de Montenegro, animen al lector a calzarse las botas y conocer sitios nuevos.
Esta propuesta reúne toda la información práctica y completa necesaria acerca de cada ruta sugerida, con cartografía ilustrada para concebir de un vistazo cada recorrido
Actualmente, el senderismo en España sigue incrementando su popularidad (en 2020, el 10,2% de la población lo practicó en algún momento) y seguimos priorizando los viajes a lugares cercanos, sobre todo en España y por Europa. Esta propuesta reúne toda la información práctica y completa necesaria acerca de cada ruta sugerida, con cartografía ilustrada para concebir de un vistazo cada recorrido y fotografías inspiradoras en las que recrearse durante la lectura.
Recorridos urbanos, enoturísticos, culturales, expediciones a las cumbres más altas, caminatas por la costa, aventuras con raquetas de nieve, peregrinaciones de varios días... Sea cual sea la preferencia del lector, ¡la aventura está servida! os dejamos seis de esas rutas para descubrir Europa a pie.
1. Hornstrandir, Islandia
Si no fuera tan complicado llegar, la reserva de Hornstrandir sería la región más popular de Islandia para los senderistas.

Las penínsulas de los Fiordos Occidentales, que se extienden hacia el mar como las pinzas de un crustáceo, son muy solitarias, salvo por las ruidosas colonias de araos y algún zorro ártico que otro. En verano (principios de julio-mediados de agosto) se cubren de una alfombra verde brillante que atraviesan los viajeros para visitar sus túmulos. La experiencia completa incluye tomar el ferri en Bolungarvík o Ísafjoróur hasta Veióileysufjoróur, fiordo erosionado por los glaciares, y pasar cuatro o cinco días caminando hasta Hornvík y los acantilados de Hornbjarg, llenos de aves, para luego atravesar el puerto de montaña que lleva a Hloduvík y de ahí al puñado de casitas abandonadas de Hesteyri, donde se toma el ferri de regreso.
- Inicio/Final: Bolungarvík o Ísafjoróur I Distancia: Variable. Más información: www.safetravel.is
2. Caminito del rey, España

Esta ruta pegada al vertiginoso desfiladero de los Gaitanes tenía antaño otro nombre: "El sendero más peligroso del mundo". Construido en 1905 como vía de acceso a una central hidroeléctrica, cayó en desuso, algunos tramos se derrumbaron y solo quedaban tablones podridos y espuelas de metal oxidadas en la roca, 100 metros por encima del río Guadalhorce. D
Pasarelas de madera, barandillas de seguridad y tramos con suelo de cristal hacen de la ruta un recorrido menos peligroso, pero igual de emocionante.
e los imprudentes que intentaron recorrerlo, algunos murieron en el intento. En el 2015 la ruta se rehabilitó y ahora los visitantes pagan una entrada (18 €) y no se dejan la vida en ello. Se ponen un casco, cruzan el bosque y llegan al tramo del desfiladero, donde pasarelas de madera, barandillas de seguridad y tramos con suelo de cristal hacen de la ruta un recorrido menos peligroso, pero igual de emocionante.
- Inicio: Ardales I Final: El Chorro I Distancia: 8 km. Más información: https://www.caminitodelrey.info/es
3. Mala Uholka, Ucrania

Esta ruta corta, pero espectacular, se adentra por el hayedo virgen más grande de Europa, en los Cárpatos ucranianos. Comenzando en el centro de visitantes de la Reserva de la Biosfera de los Cárpatos, en Mala Uholka, esta maravilla boscosa queda bajo el amplio paraguas de los Hayedos Primarios de los Cárpatos, Patrimonio Mundial de la Unesco.
Este paraje sigue prácticamente virgen y por él todavía campan a sus anchas depredadores, como osos, lobos y linces, aunque son muy difíciles de ver
Es un recorrido suave por bosques verdes bañados de sol y repletos de musgo y líquenes, dignos de cualquier cuento infantil. Este paraje sigue prácticamente virgen y por él todavía campan a sus anchas depredadores, como osos, lobos y linces, aunque son muy difíciles de ver. La roca caliza ha moldeado el paisaje de forma espectacular, con maravillas kársticas como la cueva de Druzhba y el arco de roca Karstovyi Mist. El bosque quizá está más bonito cuando se viste de otoño, en tonos dorados y rojizos. Un autobús desde Tyachiv lleva al inicio de la ruta.
- Inicio/Final: Reserva de la Biosfera de los Cárpatos, Mala Uholka I Distancia: 5 km. Más información: www.traveltoukraine.org
4. Ruta de la costa jurásica, Inglaterra

Este tramo de 150 kilómetros de la South West Coast Path es como un parque temático geológico de 185 millones de años, cortado y troceado por el mar, para mostrar el funcionamiento interno de la corteza terrestre. Se empieza en el oeste, sobre miles de millones de microscópicas conchas del Cretácico que componen la caliza de los acantilados de Hooken, y luego se pasa por la Undercliff Walk, un frondoso tramo con grietas, desprendimientos de roca y peñascos.
El sendero oriental sube a los acantilados, que regala vistas del arco calizo Durdle Door
La playa bajo los acantilados en Charmouth es un paraíso para los recolectores de fósiles y fuente de los primeros hallazgos paleontológicos, como el esqueleto de un ictiosaurio descubierto por Mary Anning a principios del siglo XIX. En la playa de Chesil está prohibido retirar ni un cachito de cuarzo o de calcedonia. Luego, el sendero oriental sube a los acantilados, que regala vistas del arco calizo Durdle Door y termina en las Old Harry Rocks, las formaciones de tiza al final de la isla de Purbeck.
- Inicio: Exmouth, Devon I Final: Old Harry Rocks, Dorset I Distancia: 150 km. Más información: www.jurassiccoast.org
5. Mer de Glace, Francia

Si se tiene el nivel, la energía y la forma física necesarias para este desafío de altura, se disfrutará mucho en la Mer de Glace (el mar de hielo). Esta ruta, dura físicamente, pero maravillosa paisajísticamente, combina vías ferratas, trepadas y glaciares. Empieza en la estación de montaña de Montenvers.
A menos que se sea un montañero muy experimentado, es sumamente recomendable contar con un guía
El pulso se acelera y el suelo queda muy lejos al bajar por escaleras sujetas a paredes casi verticales hasta el Mer de Glace, el glaciar más grande de Francia, que serpentea por el flanco norte del Mont Blanc. Después, la ruta vuelve a subir y bajar por escaleras, y pasa por el glaciar, muy fisurado, hasta llegar al Refuge du Couvercle, que brinda una buena comida y una cama. Desde allí se puede bajar de vuelta a Montenvers. A menos que se sea un montañero muy experimentado, es sumamente recomendable contar con un guía.
- Inicio: Montenvers I Final: Refuge du Couvercle I Distancia: 11 km. Más información: www.chamonix.com; www.guides-mont-blanc.com
6. La ruta de la cerveza trapense, Bélgica

Solo hay doce cervecerías trapenses auténticas en el mundo, es decir, que elaboran cerveza en un monasterio trapense, ya sea por los monjes o bajo su supervisión, y los ingresos se destinan mayormente a beneficencia. Tres están en Valonia, la región francófona del sur de Bélgica, y esta ruta las conecta.
La abadía de Nuestra Señora de Orval, de 1132, elabora la Orval, la primera cerveza trapense que obtuvo fama mundial
Discurre casi entera por pistas y senderos llanos, agradable campiña y adorables bosques, y visita la abadía de Nuestra Señora de Orval, de 1132, que elabora fielmente la Orval, la primera cerveza trapense que obtuvo fama mundial; la abadía de Nuestra Señora de Saint-Rémy, en Rochefort, cuna de las cervezas Rochefort; y la abadía de Nuestra Señora de Scourmont, en Chimay, que fabrica cerveza y queso. Cerca hay un museo dedicado al queso y la cerveza, con una taberna para alimentar a excursionistas hambrientos.
- Inicio: Orval I Final: Chimay I Distancia: 290 km. Más información: www.wallonia.be - www.grsentiers.org
Fuente: Lonely Planet.