El próximo 16 de junio, sale a la venta “España a piel, más de 40 rutas senderistas por toda España. Las mejores rutas para caminar por España”, una muy útil guía escrita por Sergi Ramis, experto ciclista y senderista, periodista y escritor de viajes y excursionismo, ilustrada con fotografías y que incluye toda la información necesaria para planificar la ruta que se escoja.
De esta manera, la publicación asegura que para que la realización de una ruta salga bien, su preparación ha de comenzar antes de calzarse las botas. Y detalla qué se debe hacer.

Trazar una ruta posible
El senderista prudente —todos deberíamos serlo— prepara con detalle su excursión. Se fija en mapas (ya sean digitales o los clásicos de papel) para trazar una ruta que, a la par que bella, sea posible. ¿Cómo se consigue eso? Con humildad, la naturaleza es poderosa y nosotros no: somos un ser acomodadizo que necesita cubrirse los pies para no lastimárselos, vestirse para no tener frío, que no sabe encontrar alimento que no esté en un estante del supermercado, y, en cuanto al sentido de la orientación…, lo mejor que se puede decir es que no es innato.
La primera regla para Sergi Ramis es ser posibilista. Hay que escoger una ruta que esté al alcance de nuestras posibilidades
Por tanto, la primera regla para Sergi Ramis es ser posibilista. Hay que escoger una ruta que esté al alcance de nuestras posibilidades, que no las sobrepase. Y ello comienza por estudiar en un mapa cómo es el terreno por el que vamos a transitar. No solo se tendrán en cuenta los kilómetros totales (cualquier ruta que sobrepase los 15 diarios es un reto apto únicamente para gente entrenada).

Tan importante como ello será si el terreno es llano o escabroso; cuánto desnivel vamos a encontrar de ascenso y de descenso; si caminaremos por cómodas pistas forestales o por el interior de un torrente, saltando de roca en roca; si hay que trepar y destrepar; si nos enfrentaremos al paso de canchales de roca descompuesta o a mullidos senderitos de pinaza por el interior del bosque.
Cada hora que pasa el rendimiento es menor. Siempre se avanzan más metros en la primera hora que en la segunda, y el progreso suele ser bastante lento a partir de la quinta
Todos esos aspectos influyen en el rendimiento del caminante. Amén de que con cada hora que pasa el rendimiento es menor. Siempre se avanzan más metros en la primera hora que en la segunda, y el progreso suele ser bastante lento a partir de la quinta. Por lo tanto, hay que valorar qué experiencia tenemos y con qué entrenamiento contamos (lamentablemente, ganar un buen estado de forma cuesta semanas; perderlo, solo unos pocos días).

Trucos fáciles para disfrutar del senderismo
Por lo general, una excursión tiene un punto protagonista. Puede ser la cima de una montaña, un lago, una ermita, un árbol monumental, un santuario, un refugio… Sobre ese lugar gira el diseño de la salida.
Deberemos decidir si queremos trazar una ruta circular que comience y acabe en el mismo punto. Si es así, es conveniente que el diseño del itinerario aborde en la primera mitad el trazado más duro. Y en la segunda parte —cuando las piernas y la cabeza ya no están tan frescas— el más sencillo. Es decir, escoger el sentido de las agujas del reloj o el contrario tomando como referencia el desnivel y la dificultad.
Deberemos decidir si queremos trazar una ruta circular que comience y acabe en el mismo punto
Es prudente comenzar las excursiones temprano para disfrutar del máximo de horas de luz. Y, si la cosa se complica por una adversidad, que dispongamos de suficiente tiempo antes de que oscurezca. Solo si vamos a realizar un itinerario muy corto o sencillo nos podremos permitir salir a media mañana en invierno, esperando que el sol caliente.

Pero en verano haremos justo lo contrario: madrugar mucho para evitar las horas más tórridas. Es mejor pasar la tarde descansando en la piscina del pueblo que estar por el monte arrastrando los pies en las horas de más insolación.
Si caminamos con un grupo más o menos numeroso, las dos personas más experimentadas tendrán que ponerse de acuerdo para caminar a la cabeza y al final de la cuadrilla
Si caminamos con un grupo más o menos numeroso, las dos personas más experimentadas tendrán que ponerse de acuerdo para caminar a la cabeza y al final de la cuadrilla. Se trata de que nadie tome un cruce inadecuado y se pierda o quede atrás por cansancio. Si el paso de los componentes es muy desigual, se organizarán reagrupamientos cada hora para asegurarse de que todo el mundo está bien y nadie empiece a desmoralizarse.

Ante un contratiempo o un cambio de tiempo adverso, es mejor abandonar el objetivo y regresar por el camino más sencillo. La montaña siempre estará ahí, es absurdo exponerse a accidentes. Los atajos, por añadidura, muy a menudo son una mala solución. Siempre es buena señal que se llegue al final del itinerario pensando que nos quedaban fuerzas para un rato más. Cuando se termina derrengado, ese suele ser el recuerdo que se tiene de la salida y no los bellos lugares que hemos visitado. Un excursionista prudente lo es de larga duración.
Algunas rutas a pie por España
Parque Natural Cabo de Gata-Níjar, las playas del paraíso

El litoral mediterráneo español ha sido tan profusamente construido que encontrar una porción virgen es una rareza. El Parque Natural Cabo de Gata-Níjar ofrece la posibilidad de caminar por un entorno salvaje, sin hormigón y con una diversidad de paisajes que sorprende, teniendo en cuenta que, en principio, nos hallamos en un ambiente desértico. Dificultad: fácil 13,2 km.
Nacimiento del río Cerezuelo cascadas, bosque y castillos de cuento
De las múltiples exploraciones que se pueden hacer por el Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, una de las más agradecidas es la del nacimiento del río Cerezuelo. Partiendo de la propia localidad de Cazorla, daremos con un entorno selvático lleno de saltos de agua, bien acondicionado para el paseo familiar. Y, como remate, la visita a esa bella localidad y la cercana de La Iruela y sus magníficas fortalezas. Dificultad: fácil 8,1 km.
Monasterios de San Juan de la Peña, tesoros arquitectónicos ocultos en la roca

La excursión que lleva de Santa Cruz de la Serós a los dos monasterios de San Juan de la Peña es una de las más gratificantes que pueden realizarse en el Prepirineo aragonés. Con muy poco esfuerzo se unen tres joyas arquitectónicas que compiten en historia y belleza. Y, además, se entra en contacto con maravillas botánicas que recuerdan al excursionista que algunas de las cosas más hermosas de la naturaleza son a la vez las más mortíferas. Dificultad: fácil 9,5 km.
Miradores de Bulnes las mejores vistas del Yrriellu

El Picu Yrriellu es una de las más imponentes columnas de piedra de nuestro país. Nos aprovecharemos de las sendas tradicionales ganaderas para auparnos hasta el pueblo de Bulnes y luego continuar, para obtener la que tal vez sea la mejor panorámica de esta montaña, que se halla entre las más codiciadas por los escaladores. Dificultad: moderada 11,6 km.
Costa suroccidental de Menorca, las calas más bellas del mediterráneo
Un camino tradicional relacionado con la defensa de la isla recorre todo el perímetro de Menorca. Antaño unía las diferentes torres de vigilancia y se realizaba a caballo. Ahora es un sendero de tramos solitarios que alterna acantilados y playas, se interna brevemente en bosques y fincas ganaderas y aparece en algunas calas que parecen sacadas de un sueño. Esta larga excursión permite darse baños intermitentes con los que refrescarse. Dificultad: moderada 29,6 km.
Hayedo de la Tejera Negra, el mayor bosque de hayas del sistema central

Tejera Negra, en el Parque Natural de la Sierra Norte de Guadalajara, representa un placer para los sentidos en cualquier época del año. Pero es en otoño cuando este hayedo relativamente meridional se convierte en un concierto de colores por la caída de las hojas. Es el momento, además, en que algunos grandes mamíferos se aparean, lo que proporciona una doble oportunidad al senderista. Dificultad: fácil 10,9 km.
Costa oriental guipuzcoana, montañas tapizadas y rías anguileras
Recorrer la costa guipuzcoana es una travesía por toboganes que van cambiando de paisaje casi a cada hora. Desde las grandes bahías como la del Bidasoa al macizo más occidental de los Pirineos, pasando por laderas donde se cultiva el vino vasco por antonomasia y cruzando rías que ven remontar las últimas anguilas del continente europeo. Con la guinda de cruzar la ciudad de San Sebastián. Dificultad: difícil 54,9 km.
Cañón del río Lobos, la misteriosa ermita templaria

El trabajo del agua gracias a la composición blanda de la roca ha excavado un hermoso cañón en el río Lobos, compartido por las provincias de Soria y Burgos. En la sencilla excursión desde Ucero se puede visitar la ermita de San Bartolomé y acceder a algunas de las cuevas que los agentes meteorológicos han modelado a lo largo de milenios. El vuelo de las aves carroñeras llena esta porción del cielo castellano. Dificultad: fácil 15,9 km.
Siurana, riscos de leyenda
Las paredes de la Serra del Montsant son un laberinto de caminos entre bosques adornados por paredes verticales que suponen una de las mejores escuelas de escalada. Es también territorio abonado para las leyendas, como las que abundan en Siurana, un pueblo engastado en lo alto de un precipicio, uno de los emplazamientos más bellos de Cataluña, que domina parte de la comarca del Priorat. Dificultad: moderada 12 km.
Hoces del Cabriel, los miradores de la frontera líquida

Tallados con paciencia por el río Cabriel, unos grandes muros de roca se convierten en un espectáculo magnífico en este curso fluvial que ejerce de frontera líquida entre la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. A su vez, la inaccesibilidad de los barrancos ha propiciado los bosques mejor conservados de la zona, con una rica fauna fluvial. El itinerario recorre los miradores de la zona alta del espacio protegido, una excursión ideal para realizar en familia por la comodidad del terreno y la señalización del sendero. Dificultad: fácil 13,9 km.