Citroën acaba de presentar en París su nuevo coche eléctrico Ami, un vehículo que puede conducirse sin carné y que dispone de 70 kilómetros de autonomía. Con este nuevo vehículo la firma francesa quiere democratizar la movilidad, ya que tiene un precio asequible, se puede conducir desde los 14 o los 16 años, siempre en función de las regulaciones de cada país, y se recarga en un enchufe de casa como si fuera un smartphone.
El nuevo vehículo de Citroën se va a construir en la planta marroquí de Kenitra, donde ya han comenzado las obras de ampliación para doblar su producción este mismo año. Según la empresa, la apertura de los primeros pedidos está prevista para el próximo 30 de marzo en Francia. Unos meses más tarde lo hará también en España, Italia, Bélgica, Portugal y Alemania. Las primeras entregas a particulares comenzarán a producirse en Francia en el mes de junio.
El Citroën Ami se vende únicamente por Internet y en algunas tiendas de las compañías Fnac y Darty
Las opciones de compra que se barajan son 100% online, y van desde ofrecer el modelo por Internet por un precio en el mercado francés de 6.900 euros, o bien a través de programa de alquiler a largo plazo con una entrada inicial de 2.644 euros y una financiación de 19,99 euros durante 48 meses. También existe la posibilidad de hacer uso del vehículo a través de la plataforma Free2Move por 26 céntimos de euros al minuto. Además, gracias a un acuerdo con Fnac y Darty, el modelo estará disponible en las tiendas de la compañía.

UN VEHÍCULO COMPACTO Y PERSONALIZABLE QUE GIRA EN UNA BALDOSA
El Citroën Ami tiene 2,41 metros de longitud y 1,39 metros de ancho, un espacio justo para dos personas. El vehículo se ofrece con hasta seis paquetes de equipamiento y en diferentes colores. El nuevo modelo incorpora un propulsor eléctrico de 6 kW (8 CV) de potencia, alimentado por una batería que tendrá una capacidad de 5,5 KWh y que se podrá recargar en tan solo tres horas en un enchufe convencional. Dado su pequeño tamaño y su excelente maniobrabilidad, el Citroën Ami se puede aparcar en cualquier rincón. De hecho, puede hacerse incluso en perpendicular a la acera sin ningún problema, en la línea de los SMART y los Renault Twizy. Si a eso se le añade su gran visibilidad y que cuenta con un radio de giro de apenas 3,6 metros, se comprende que se ofrezca como en una excelente opción para la ciudad.
Dado su pequeño tamaño y su excelente maniobrabilidad, el Citroën Ami se puede aparcar en cualquier rincón.
Eso sí, el vehículo no podrá sobrepasar los 45 kilómetros por hora. Aunque tiene el azul Ami, en realidad un gris, como único color principal para la carrocería, el vehículo es personalizable. Cuenta con dos paquetes de estilo, el Pop y el Vibe, que se diferencian en pequeños detalles de las molduras laterales, la parrilla delantera y el techo. Ambos tienen cuatro colores para los accesorios el interior y otros cuatro para el exterior: My Ami Grey, My Ami Blue, My Ami Orange y My Ami Khaki. Las llantas se pueden elegir también en varios colores y se pueden personalizar con pegatinas.
NO ES UN COCHE, NO ES UN AVIÓN... ES UN VEHÍCULO
Con el Citroën Amy la firma francesa no solo quiere democratizar el transporte con el lema "el eléctrico para todos", también quiere redefinir algunos conceptos que en su opinión empiezan a estar obsoletos. De ahí que los responsables no se refieran al nuevo compacto como un coche, sino como un vehículo que proporciona una solución de movilidad en espacios urbanos. La declaración, sin bien con buen criterio, no deja de ser optimista, pues más allá de sus curiosidades, que las tiene, el Citroën Amy es un cuatriciclo eléctrico.

Una de las críticas más fundamentadas que quizá se le puedan hacer al nuevo vehículo de Citroën es el interior. Para lograr un coste tan bajo había que recortar en alguna partida, y los ingenieros de la empresa francesa debieron preferir hacerlo en los acabados interiores donde todo es de plástico duro. Quizá para compensar estas carencias, el Amy permite que sus puertas se abran al estilo de los coches deportivos.